20 de marzo de 2022

CARRERA POPULAR SAN JOSÉ 2022

En marzo de 2015, María, Ana y Julia participaron en la edición número 32 de la Carrera Popular San José. Yo aquel día fui de acompañante, e hice las fotos.


En aquella época, yo ya tenía en mente participar en esa prueba, porque es una de las veteranas de la provincia de Sevilla. No podía faltar en mi historial. No obstante, en 2015 no era mi momento, y en los años siguientes no logré cuadrar mi presencia en San José de la Rinconada para disputar su carrera. En noviembre de 2021 sí estuve corriendo en esta localidad. Sin embargo, no fue en la Carrera Popular San José. Esa cita seguía pendiente... hasta ahora.


Este mes de marzo la Carrera Popular San José se ha vuelto a celebrar, tras la suspensión de dos ediciones por la pandemia, y a mí me ha venido bien disputarla. Por fin puedo tacharla de mi lista de pendientes.


La Rinconada está enclavado en una zona llana, y yo sabía que la Carrera Popular San José une San José de la Rinconada, la principal pedanía del municipio, con la capital de este, que se llama La Rinconada a secas. Las pruebas sin cuestas y con recorridos interurbanos son mis favoritas, así que también por eso tenía ganas de participar en esta cita clásica, que se celebró por primera vez en 1983. Este año se ha disputado la edición número 37.


Todo estaba a mi favor, por lo que el domingo me encaminé a San José de La Rinconada. La anécdota de la jornada tuvo que ver con la hora de la cita, y con el lío que me hice con la misma. También, con lo tarde que salí de casa. Resulta que, hasta el pasado noviembre, yo nunca, en los 22 años que llevo corriendo carreras, había llegado con retraso a ninguna. En alguna ocasión estuve a punto, pero siempre me salvé al final. Sin embargo, hace poco más de cuatro meses me estrené en esa triste parcela. Me dio un coraje de muerte, pero se ve que no he terminado de escarmentar, porque el otro día miré de mala manera la hora de comienzo de la Carrera Popular San José, y luego, encima, me puse en camino con el tiempo en el culo. En efecto, me había leído de pasada el reglamento de la prueba, y estaba convencido de que esta comenzaba a las 10'00. Luego, por la mañana, me dormí en los laureles, por lo que acabé tirando para San José apenas 30 minutos antes del supuesto inicio de la competición. Al principio iba confiado, pensando que los domingos no hay tráfico, pero mientras conducía empecé a temer que iba a llegar a deshora. Aun así, no perdí la fe, porque conozco los aledaños del Estadio Municipal Felipe del Valle, el lugar de la salida. Si lograba aparcar donde pensaba, podía estar allí a tiempo. Lo malo fue que, al encarar la calle donde había decidido dejar mi vehículo a buen recaudo, me encontré conque mi magnífica idea la habían tenido muchos. No había ni un sitio libre. No hubiera llevado nada bien otra cagada como la de noviembre, así que me empeciné, y me puse a dar vueltas, buscando un hueco donde estacionar el auto. A esas alturas, aparcar lejos ya no era una opción, y, evidentemente, los alrededores del estadio estaban petados. No tenía margen, y casi tiré la toalla, pero, cuando iba a claudicar, apareció un sitio milagroso, muy cercano. Todavía no me lo creo. No obstante, cuando apagué el motor eran ya las 9'58. Salté del coche, y, sin quitarme el chándal, tiré enloquecido a buscar la mesa donde repartían los dorsales, dispuesto a correr así vestido. La localicé a las 10'01. Por suerte, se encontraba a escasos metros de la salida. Los jueces aún no habían dado el pistoletazo inicial, pero faltaban segundos. Atacado, pedí mi dorsal, y me preparé para ir con él en la mano, así como para empezar mi carrera en aquel rincón. En ese momento, dada la cara de estrés que llevaba, la chica de la mesa me miró, y me recordó que a las 10'00 los que competían eran los niños de la categoría alevín. El turno de los adultos era... a las 11'15. "Pero, ¿y esos que están a punto de lanzarse a correr?", le pregunté, señalando a la multitud. "Son niños", me respondió. Efectivamente, al fijarme ya sí vi que aquello eran chavalines y chavalinas. "Hay que joderse", pensé. En ese instante escuché el disparo de la pistola del juez. 

El caso es que pasé de estar a pique de llegar tarde, a tener que esperar más de una hora para correr. En vista de eso, me relajé, me puse la ropa apropiada para competir, me entretuve viendo las pruebas de los peques, me encontré con un compañero de trabajo con el que estuve charlando, y hasta pude calentar en condiciones. A ver si la experiencia me sirve para regresar a los buenos hábitos, y dejo de apurar tanto para salir de casa los días de carrera.

En definitiva, al darse, de verdad, la salida, yo estaba ya preparado y con la mente puesta en seguir el guion de carrera previsto. Me coloqué bien, y, al escuchar el disparo inicial, pude arrancar sin problemas. Tenía 11.000 metros por delante, y dado que mi objetivo era bajar de 4:20 el kilómetro en la media total de la prueba, me mentalicé para no empezar demasiado encendido. Fue en vano, porque el primer mil lo hice en 3:57. No obstante, no me notaba asfixiado, pero, aun así, aflojé un poco. El segundo parcial lo cubrí en 4:13, y luego me instalé en el 4:23 que llevé casi todo el rato. El antepenúltimo kilómetro lo recorrí de nuevo a 4:13, y los dos últimos a 4:19 y 4:18, respectivamente. El tiempo final, sin embargo, no rondó los 47:18 derivados de haber marcado esas medias, sino que fue 48:02. Ello se debe a que hubo un kilómetro mal medido (no alteré el ritmo un ápice, pero tardé 4:42 minutos en correr esos supuestos mil metros). Además, el punto kilométrico 11 estaba... en la puerta del estadio. No se por qué, los organizadores consideraron que la recta de meta, que medía 110 metros, no había que contarla a la hora de fijar la distancia total de la competición.


Lo mismo es. Yo acabé en el puesto 83, de 421 llegados a meta, y corrí justo a 4:19 de media, tomando como referencia la distancia real recorrida.

Además, el trazado de la carrera no me defraudó. La parte que transcurrió por San José de La Rinconada fue cómoda, porque este pueblo es muy cuadriculado, a la par que llano, y sus calles son anchas. Luego, en el tramo interurbano, a pesar de que atravesamos varios campos llenos de naranjos y de sembrados, no abandonamos en ningún momento el asfalto. En efecto, entre San José y La Rinconada han hecho un amplio bulevar, llamado Avenida de la Unión, que nos llevó de una población a otra. Por La Rinconada corrimos poco rato, pero bastó para pasar por delante de los lugares principales de la capital municipal. Tras callejear algo, volvimos de nuevo a la Avenida de la Unión, y emprendimos la vuelta, justo por donde habíamos venido, pero en sentido inverso.


En el trayecto de regreso por la Avenida de la Unión me percaté de que la calle había ido picando hacia abajo a la ida. Al volver, como es lógico la pendiente tendió a ascender. Sin embargo, el desnivel fue muy leve. La carrera se puede considerar llana, a todos los efectos. 

Al acceder de nuevo a San José el trazado varió, y dejamos de desandar nuestros pasos. No obstante, no dimos vueltas. El recorrido fue el más directo posible hacia el Estadio Municipal Felipe del Valle, solo que esta vez seguimos otro camino. Como dije antes, San José de la Rinconada es una población muy cuadriculada, y eso hizo que dibujáramos un polígono casi perfecto por las calles de la pedanía rinconera (en la imagen inferior, la meta la he señalado con una flecha roja. La salida se dio en dirección este, y volvimos al estadio desde el oeste, cerrando así la forma poligonal).


La carrera acabó en el precioso Estadio Municipal Felipe del Valle. Después de haberme sentado en su graderío una decena de veces, para ver partidos de Liga del Real Betis Féminas, para animar a María y a las niñas cuando corrieron en 2015, y también a Ana y a Julia, hace no mucho, cuando compitieron en sus pistas, en el marco de la segunda jornada del Circuito Provincial de Atletismo 2022, en esta ocasión fui yo el que pisó su cuidado tartán. Gracias a eso, pude ver las gradas desde abajo.

En conclusión, viví otra mañana de atletismo de las que siempre me han enamorado. En San José de La Rinconada el ambiente fue realmente sensacional, la organización de la prueba fue modélica, pese al detalle de los metros fantasma que corrimos, y yo pude, tras tantos años, quitar de mi lista de carreras pendientes este clásico del atletismo popular sevillano, que espero que se siga celebrando de manera perpetua.


Reto Atlético 1.002 CARRERAS
Carreras completadas: 233.
% del Total de Carreras a completar: 23'2%.

Reto Atlético PROVINCIA DE SEVILLA 105 CARRERAS
Completada Carrera en LA RINCONADA.
En 2021 (año de la primera carrera corrida en La Rinconada), % de Municipios de la Provincia de Sevilla en los que había corrido una Carrera: 37'1% (hoy día 37'1%).