30 de noviembre de 2021

MEDIA MARATÓN ENTREPARQUES 2021

Al final, entre unas cosas y otras me presenté en la salida de la Media Maratón Entreparques La Rinconada sin haber participado en ninguna carrera en el último mes y medio. Eso, unido a que llevaba casi tres años sin disputar una media, hizo que estuviera un poco nervioso. En las dos pruebas que corrí en septiembre, así como en la de principios de octubre, ya comprobé que el largo parón competitivo a causa de la pandemia no me había castigado en exceso, pero desde el día de la Carrera Popular Nervión San Pablo, el 3 de octubre, no había vuelto a ponerme un dorsal, por diversas circunstancias. Eso implica que llegué a San José de la Rinconada con mi rodaje habitual en las piernas, aunque sin haber hecho esfuerzos intensos desde entonces.

Como digo, estaba nerviosillo, pero todo ayudó a que me fuera tranquilizando poco a poco. En efecto, la mañana de finales de otoño salió preciosa, hacía frío, aunque no demasiado, el cielo estaba despejado y el ambiente en el Parque Las Graveras, donde se dio la salida, era muy cordial. Yo había elegido participar en esta media porque se que el municipio de La Rinconada es llano. Además, como ya he contado en este blog, a lo largo de 2020 y de 2021 he ido a San José de La Rinconada varias veces a ver los partidos que el Real Betis Féminas ha jugado en el Estadio Municipal Felipe del Valle. Ahora está la cosa mejor, pero durante los meses duros de la pandemia, en los que estábamos confinados en nuestros pueblos y ciudades, las excursiones a San José a ver al Betis Féminas fueron como un bálsamo. Por ello, un lugar que en principio no ofrece mayor atractivo, se ha convertido en un sitio entrañable para mí. De repente, la posibilidad de competir allí no solo tenía alicientes deportivos, sino también sentimentales.

En consecuencia, mi regreso al mundo de las carreras de 21.097 metros lo planeé para el pasado fin de semana. La tercera edición de la Media Maratón Entreparques La Rinconada estaba llamada a ser mi cuadragésima media completada. Ahí es nada.


He de reconocer que me costó un poco encontrar el Parque Las Graveras. Al buscarlo en Google Maps me dio la sensación de que estaba más cerca de San José de la Rinconada, pero resulta que es casi un parque periurbano. Realmente, está junto a un polígono industrial, que está junto a las vías del tren, que a su vez dan por el otro lado a las casas de San José, por lo que el parque no está aislado, ni mucho menos. Sin embargo, sobre el terreno parece estar en mitad de la nada. En cualquier caso, a la hora de correr su ubicación no solo no fue un problema, sino que le sumó atractivo a la cita.

Con respecto a la carrera en sí, a mí me encantó. El trayecto, nada más abandonar el Parque Las Graveras, se dirigió hacia el oeste, cruzó San José de la Rinconada en línea recta, salió por el lado opuesto, transitó por un tramo interurbano de un par de kilómetros, atravesó La Rinconada, salió por el noroeste de esta población, y tras recorrer por un camino otro trozo que discurría entre naranjos, llegó al Parque El Majuelo. El mismo sí parece ser interurbano del todo, bordea el Río Guadalquivir y nos lo pateamos de extremo a extremo. Lo de avanzar un buen rato por el margen del rio me gustó mucho. 


Al entrar en el Parque El Majuelo abandonamos el primer trecho no asfaltado de la carrera. Después de recorrer los dos kilómetros bordeando el Río Guadalquivir, nos separamos de él y emprendimos la vuelta. Regresamos al punto de partida, pero el trayecto no fue exactamente el mismo. No desandamos nuestros pasos, salvo por el tramo interurbano entre La RinconadaSan José. Tras llegar a esta pedanía otra vez, tiramos por dentro hacia el norte y luego hacia el este. Reconocí en esa parte de la prueba varios sitios por los que estuve cuando fui a ver al Betis. A continuación volvimos a abandonar la población, en esta ocasión por el norte. Este último trozo de la media transcurrió de nuevo por caminos, que como los anteriores, estuvieron en buen estado. En él, fuimos bordeando la vía del tren por un lado, la pasamos por arriba y retornamos por el otro en sentido opuesto, buscando ya el Parque Las Graveras. A la ida habíamos atravesado la línea ferroviaria por abajo y a la vuelta lo hicimos por un puente.

La carrera tuvo campo y tuvo asfalto, atravesamos parques y también zonas urbanas céntricas, tanto de La Rinconada, como de San José. Que el recorrido fuera tan diverso me encantó.

A nivel deportivo, el sabor de boca fue igualmente bueno. Como he dicho al principio, antes del pistoletazo inicial estaba nervioso, pero la intranquilidad desapareció cuando me vi corriendo. 


El primer mil lo hice en 4:19. Como iba decidido a rondar los 4:25-4:30 de media, tras ese arreón inicial bajé un poco la intensidad y me acomodé en un ritmo exigente, pero sostenible. Hasta el kilómetro 7 fui siguiendo la estela de varios corredores que, sin ir juntos, marchaban más o menos a la par. Por alguna razón, desde muy pronto se abrió un hueco enorme detrás de mí. Eso no impidió que me fueran alcanzando algunos máquinas que venían más rápidos desde lejos. Sin embargo, fui solo mucho rato. En el kilómetro 7, justo cuando acababa de entrar en el Parque El Majuelo, se me desató un cordón. Juré en arameo, pero no tuve más remedio que pararme a atarlo. Era imposible correr así todo lo que me quedaba. Después de solventar el imprevisto intenté recuperar el tiempo perdido, y realmente creo que logré minimizar la pérdida en parte, sin cebarme demasiado. En el kilómetro 10 marqué 44:18. Iba a 4:26 de media, por lo que el plan marchaba conforme a lo previsto.

Hasta el 12 fui controlando los parciales al pasar por los puntos kilométricos, pero ahí empecé a ver que el ritmo, tras cubrir el primer diezmil, había empezado a bajar de 4:30 el mil. Por ello, sin dejar de ir a tope, me olvidé del crono y me concentré en guiarme por las sensaciones, más que por lo segundos. Ya me estaba empezando a notar exigido y me asaltaron los miedos por un posible pinchazo. Por suerte, este no solo no llegó, sino que empecé a ver que, conforme avanzaba, poco a poco le iba comiendo terreno a otros corredores que habían ido delante mía largo rato. Pasé el kilómetro 16 en 1h11:05 y en ese momento sí miré el reloj. Con un rápido cálculo aproximado comprobé que, yendo más o menos a 4:30, iba a lograr bajar de 1h35, que era mi objetivo. Lo vi factible y me vine arriba. Tanto, que finalmente marqué en meta 1h33:31. En realidad, toda la carrera me mantuve muy estable: a 4:26 me salió la media de los primeros 10.000 metros y a 4:26 me salió también la final. Entré en el simbólico puesto 100. Acabaron la prueba 376 personas. 

En definitiva, me fui de La Rinconada feliz. Me gustó la carrera y encima sigo comprobando que los meses de inactividad competitiva no me han pasado factura. Estoy en el mismo estado de forma que en 2019, pero con tres años más. No me puedo quejar.


Reto Atlético 1.002 CARRERAS
Carreras completadas: 230.
% del Total de Carreras a completar: 22'9%.

Reto Atlético PROVINCIA DE SEVILLA 105 CARRERAS
Completada Carrera en LA RINCONADA.
% de Municipios de la Provincia de Sevilla en los que he corrido una Carrera: 37'1%.

Reto Atlético 102 MEDIAS

Medias Maratones completadas: 40.
% del Total de Medias Maratones a completar: 39'2%.

Reto MEDIAS DE ESPAÑA Y PORTUGAL
Completado Media Maratón en la PROVINCIA DE SEVILLA.
En 2001 (año de la primera Media corrida en la Provincia de Sevilla), % de Provincias en las que había corrido una Media: 1'8% (hoy día 24'5%).


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