8 de octubre de 2021

CARRERA POPULAR NERVIÓN SAN PABLO 2021

Volvieron las carreras populares organizadas por el Instituto Municipal de Deportes de Sevilla. Si no me equivoco, son más de 30 los años que este organismo, dependiente del Ayuntamiento de Sevilla, lleva montado sus pruebas. En el pasado ya he hablado varias veces sobre cómo he vivido las diferentes etapas que han atravesado estas citas a lo largo de más de tres décadas. El último trance que han sufrido ha sido, como no, el de la suspensión de todas las carreras en 2020 y el retraso de las de 2021 al otoño, debido a la pandemia de COVID-19. Una vez que parece que estamos regresando a la normalidad, el circuito ha logrado arrancar. En esa vuelta a las andadas, la Carrera Popular Nervión San Pablo ha sido la primera del calendario.


Yo otros años he tenido el objetivo de correr las cinco pruebas que componen el circuito. Lo he logrado dos veces (2014 y 2017). En 2013 solo me faltó la primera y en 2019 la última, a la que no pude ir por motivos laborales. Después de esta, nos paralizó el virus y hasta ahora no se ha reactivado en Sevilla el tema de atletismo popular. Yo, en principio, este año tenía la intención de pasar del circuito. Si no le he hecho, finalmente, ha sido porque en la Carrera Popular Nocturna de Almensilla logré una media de 4:14 y me vine arriba. Por fin, tras un periodo oscuro, que empezó ya en 2019 y que ha durado hasta hace poco, me estoy volviendo a motivar de verdad. A principios de 2021 recuperé el gusanillo por la competición, pero el pasado mes, de cara a las dos primeras carreras que he corrido después de la pandemia, todavía me he notado un poco pesimista. Sin embargo, el otro día, tras correr en Almensilla a 4:14, de repente me sentí aún competitivo... y no hay nada que me guste más, cuando me siento así, que correr un diezmil homologado.

La Carrera Popular Nervión San Pablo, además, es una de mis preferidas el circuito del IMD. Me gusta por motivos subjetivos, porque su recorrido no es bonito, pero esta y la prueba que discurre por La Macarena me traen un montón de buenos recuerdos.

En consecuencia, el domingo pasado me planté en las inmediaciones del Pabellón de los Deportes de San Pablo dispuesto a darlo todo. Al llegar, noté que la afluencia de gente era menor que en ediciones anteriores. Luego he comprobado que había menos de la mitad de las personas que en 2019. Eso hizo disminuir las complicaciones en los prolegómenos de la prueba. De hecho, me metí en mi cajón de salida pocos minutos antes del inicio y, aún así, me vi colocado en una buena posición de partida. Con respecto a los protocolos derivados de la pandemia, los mismos no fueron muy pesados. Evidentemente, la disminución de participantes está relacionada con el virus pero, más allá de eso, fue como si nada hubiera sucedido. Yo eché a correr con la mascarilla, pero enseguida me la pude quitar.

Por lo que respecta a la carrera en sí, lo más llamativo fue que en los primeros 4 kilómetros mantuve una regularidad que asusta. En efecto, el ritmo en cada uno de ellos fue de 4:17. Impresionante. Lo que sí es cierto es que al principio iba muy suelto a esa velocidad, pero a los 3.500 metros, yendo por la Avenida Ramón y Cajal, noté un bajón, por lo que la media ya fue un poco más esforzada en ese cuarto kilómetro. 


Debido a ese ligero bajonazo, los dos siguientes kilómetros los hice a 4:23. No es que fuera mal, pero perdí brío. A ese ritmo iba cuando pasé por el ecuador de la carrera.



El séptimo kilómetro lo volví a clavar en 4:17, pero después de ese breve paréntesis la cuesta abajo continuó, ya que marqué 4:24 y 4:26 en los dos siguientes parciales. Fui a menos sin que pudiera evitarlo. Lo que es curioso es que mi peor mil en toda la carrera fue el noveno, que es precisamente donde vi a mi cuñada. Para mí fue un aliciente y creo que apreté, pero lo cierto es que no se notó mucho. Pese a esto, se ve que guardaba fuerzas para el arreón final, porque el último kilometro, aunque picaba arriba en parte, fue el que hice más rápido. Lo corrí en 4:13. Quise apretar y pude hacerlo.

En la meta paré el cronometro en 43:14. El objetivo mínimo de correr, como mucho, a 4:19 de media, lo cumplí... por un pelo. Dos segundos más y se me hubiera ido. Del 4:14 de la carrera de Almensilla me quedé lejos, aunque la de Nervión San Pablo fue 4 kilómetros más larga que aquella. Por otro lado, las cuatro pruebas de distrito que disputé en 2019, que son mi última referencia, las acabé sucesivamente en 42:59, 42:30, 42:12 y 42:41. En consecuencia, con mi 43:14 del pasado domingo he bajado el rendimiento con respecto a todas ellas. No obstante, no me he despeñado, solo ha sido un leve descenso. De hecho, quedé en el puesto 232 de los 1542 llegados a meta (en la foto inferior estoy a pocos metros de cruzar el arco).


La siguiente carrera de distrito me la voy a saltar, pero a finales de octubre intentaré participar en la tercera, la del Parque Miraflores. Allí me encantaría pegarle un bocado de quince segundos al crono.


Reto Atlético 1.002 CARRERAS
Carreras completadas: 229.
% del Total de Carreras a completar: 22'8%.

Reto Atlético PROVINCIA DE SEVILLA 105 CARRERAS
Completada Carrera en SEVILLA.
En 2000 (año de la primera carrera corrida en Sevilla), % de Municipios de la Provincia de Sevilla en los que había corrido una Carrera: 0'9% (hoy día 36'1%).


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