26 de abril de 2017

CARRERA POPULAR PARQUE DE MARÍA LUISA 2017

Llegó el día de la segunda cita del circuito de carreras populares del IMD de 2017. En esta edición del mismo, tras haberse disputado el 19 de marzo la carrera de Nervión y San Pablo, se ha programado en segundo lugar la del Distrito Sur, que ahora se llama Carrera Popular Parque de María Luisa.


En mi opinión, esta carrera es, junto con la del Casco Antiguo, la más vistosa del circuito, ya que empieza cerca del Parque de María Luisa, recorre en dos ocasiones la Avenida de la Palmera y termina en mitad de la emblemática Plaza de España. También circula por calles más impersonales de barrios como Huerta de la Salud, El JuncalTiro de Línea (normalmente eligiendo las vías más amplias que tienden a hacer de frontera entre esas zonas), pero la carrera tiene el atractivo de sus preciosos metros finales, que discurren por la Calle Rodríguez de Caso, dentro del Parque de María Luisa, y acaban en plena Plaza de España.



Yo he corrido esta carrera en siete ocasiones (2001, 2002, 2010, 2012, 2013, 2014 y el presente 2017), y en ese tiempo su recorrido se ha modificado bastante. De hecho, en esos años ha cambiado incluso la denominación de la prueba, ya que hasta 2012 el nombre hacía referencia al distrito que atraviesa y desde 2013 se llama simplemente como el parque junto al que finaliza. Realmente, en este parque o en sus alrededores es donde han empezado y han acabado siempre las carreras, pero en el pasado hubo ediciones en las que el recorrido se adentró, incluso, en la parte menos conflictiva del Polígono Sur, antes de volver a la zona de la Avenida de la Palmera. Ahora el trazado ya no se acerca tanto a las Tres Mil Viviendas, pero se ha reducido mucho también la parte del mismo que discurre por las arboladas calles del Parque de María Luisa.

En cualquier caso, con independencia del itinerario exacto, esta carrera me trae muy buenos recuerdos, porque fue la tercera que disputé en mi vida, allá por 2001. Aquel día me cayó encima, mientras corría, una manta de agua de dimensiones bíblicas, eso es algo que, con posterioridad, me ha sucedido alguna otra vez, pero en aquella ocasión era un novato total y lo que sentí se me ha quedado muy grabado. Luego volví a correr esta prueba al año siguiente, ya de una forma menos extrema, y, posteriormente, se abrió un paréntesis de varios años en los que no me prodigué demasiado en las carreras de distrito de Sevilla, hasta que en 2010 me reenganché. Desde entonces solo he faltado a la cita cuando no he tenido más remedio.

En esta ocasión tenía como objetivo mejorar los 42:18 de la primera prueba del circuito de este año. La carrera que corrí en la UPO la semana siguiente a la misma, en la que ya fui a 4:08, presagiaba que lo iba a conseguir, pero, en mi caso, para andar a esos niveles tengo que prestar atención a detalles como el descanso del día previo a la competición, y eso es algo que el pasado fin de semana no hice. En efecto, el sábado lo pasamos en una barbacoa, lo cual fue muy divertido, pero no resultó precisamente descansado ni tampoco demasiado apropiado desde el punto de vista dietético. Ese sábado no me acosté muy tarde y me levanté bien el domingo, de hecho en carrera las sensaciones fueron buenas y fui como un reloj clavando los kilómetros (los dos primeros en 4:07 y todos los demás entre 4:14 y 4:20), pero la verdad es que no logré mantener el ritmo de los dos primeros kilómetros, y cuando al final intenté echar el resto y acelerar el paso, los parciales no mejoraron más de un par de segundos por kilómetro. 


Estoy seguro de que hubiera mejorado el tiempo de la carrera de Nervión si hubiera ido más fresco, porque el entrenamiento de las ultimas semanas ha sido bueno, pero finalmente me tuve que conformar con un 42:27 de tiempo final (acabando el 438 de 3385 participantes). Para la tercera cita del circuito, para la que queda un mes, cuidaré los detalles y habrá mejoría, seguro.


Reto Atlético 1.002 CARRERAS
Carreras completadas: 198.
% del Total de Carreras a completar: 19'7%.

Reto Atlético PROVINCIA DE SEVILLA 105 CARRERAS
Completada Carrera en SEVILLA.
En 2000 (año de la primera carrera corrida en Sevilla), % de Municipios de la Provincia de Sevilla en los que había corrido una Carrera: 0'9% (hoy día 34'2%).


22 de abril de 2017

FUENTE DE PIEDRA 2017

Fuente de Piedra es un pueblo malagueño de 2.500 habitantes que está prácticamente colindante con la A-49, aunque desde la autovía pasa bastante desapercibido. Por otro lado, cuando uno circula por esa carretera no es habitual desviarse mucho para hacer paradas intermedias, porque la A-49 tiene muchas áreas de servicio y bares donde detenerse de manera cómoda y no es necesario entrar en ningún pueblo para comer o tomar café. Por todo ello, nunca había estado en Fuente de Piedra, ni siquiera de paso, ni tampoco había tenido la oportunidad de ir expresamente allí.


El pueblo, realmente, no es famoso en si mismo, ni tiene ningún elemento en su casco urbano que suscite gran interés, pero sí tiene muy cerca, apenas a un kilómetro en dirección opuesta a la A-49, la Laguna de Fuente de Piedra. Este humedal es la segunda mayor laguna del interior peninsular y sirve de refugio a la colonia de flamencos más grande de la España y la segunda más importante de Europa, por lo que no es un lugar de importancia secundaria.

El pasado domingo, volviendo de Almería, nos pilló la hora de comer a la altura de Fuente de Piedra, y, dado que viajando en coche con las niñas es pertinente echar un rato largo en alguna parada, nos pareció buena idea detenernos a estirar las piernas en la zona de la Laguna. Sin embargo, pensamos que allí no iba a haber ningún lugar donde almorzar y por eso acabamos entrando en el pueblo para buscar un bar.


Muchas veces pone uno el piloto automático y tiende a hacer los viajes en coche lo más rápido posible, realizando solo cortas paradas cuando no queda más remedio. Nosotros, a veces desactivamos ese piloto y aprovechamos las paradas para conocer lugares que de otro modo no veríamos. Las niñas lo suelen agradecer. La parada en Fuente de Piedra fue una de esas veces: al entrar en el pueblo nos relajamos, y acabamos echando allí y junto a la Laguna un buen rato.

Fuente de Piedra no es muy grande y encontramos aparcamiento con facilidad junto a la Plaza de la Constitución, que era el lugar que habíamos visto que ofrecía más posibilidades para comer. La plaza estaba animada, es grande y peatonal, y tienen mesas en ella varios bares y restaurantes. De todos ellos, acabamos eligiendo el Bar Tejada, ya que cumplió con los dos requisitos que eran necesarios para nosotros en ese momento: tenía mesa libre y era posible pagar con tarjeta. Además, es un restaurante que está bien recomendado en TripAdvisor.


Comimos bien, yo me pedí un plato de pollo al curry que estuvo muy bueno y también probé los huevos rotos de las niñas, que igualmente estuvieron a la altura. No fue especialmente barato, pero el precio tampoco se salió de madre y las raciones tuvieron un buen tamaño (el restaurante estaba lleno, tanto dentro como fuera). Además, en la Plaza de la Constitución estuvimos muy a gusto, aunque, como anécdota, tengo que comentar que el acceso al baño que tiene el Bar Tejada es el más caótico que he visto (el pasillo que permite acceder al servicio, además de parecer un trastero, tiene una ventana que da a un despacho bastante atestado de cosas y otra más grande que da directamente a la cocina. Me resultó pintoresco).


Después de comer fui a ver la Plaza del Ayuntamiento y sus alrededores, y antes de marcharnos nos hicimos unas fotos en el monumento que da nombre al pueblo, la Fuente de Piedra, cuyas aguas ya eran muy valoradas en época romana y, por lo visto, fueron incluso exportadas a América por sus propiedades, varios siglos después. En la actualidad, en la fuente hay un cartel que dice que el agua no es potable, y el día que nosotros fuimos esta ni siquiera salía de los caños, pero me gustó el monumento por su significación histórica.


Antes de emprender de nuevo el camino nos acercamos finalmente a ver la Laguna. Realmente, la misma está muy cerca del pueblo, pero fuimos en coche. Como he dicho, el humedal es de los más importantes de Europa y forma parte de una reserva natural que alberga la ya mencionada colonia de flamencos rosas, así como otro buen número de aves protegidas. La Reserva Natural Laguna de Fuente de Piedra tiene incluso un centro informativo (el Centro de Visitantes José Antonio Valverde), y parece que puede ser explorada gracias a una serie de senderos que hay por allí. El centro de recepción de visitantes no lo vimos, pero sí nos asomamos al Mirador Cerro del Palo, que aprovecha una pequeña elevación natural que hay en la zona cercana al Centro de Visitantes y ofrece bonitas vistas. Me sorprendió que la Laguna es de agua salada (está alimentada por aguas subterráneas) y también el hecho de que se seque en verano.

En el futuro volveré a conocer de verdad la Reserva Natural Laguna de Fuente de Piedra y entonces sí será pertinente entrar en el Centro de Visitantes. De momento, mi primera visita al lugar sirvió como toma de contacto.



Reto Viajero MUNICIPIOS DE ANDALUCÍA
Visitado FUENTE DE PIEDRA.
% de Municipios ya visitados en la Provincia de Málaga: 15'5%.
% de Municipios de Andalucía ya visitados: 19'3%.


21 de abril de 2017

PARQUE NATURAL CABO DE GATA-NÍJAR 2017

El Parque Natural Cabo de Gata-Níjar es un espacio protegido que ocupa una superficie de casi 50.000 m², 12.000 de los cuales son de mar (es un parque marítimo-terrestre). Esa condición anfibia que presenta hace que incluso su parte terrestre, situada por completo en la provincia de Almería, sea famosa por su relación con el Mediterráneo. De hecho, el Parque se extiende a lo largo de 63 kilómetros de costa y es conocido por sus impresionantes playas, muchas de las cuales son vírgenes o conservan un carácter muy natural.

Pese a esto, no todo es playa y acantilados en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, también es interesante el duro paisaje de origen volcánico que muestra tierra adentro. Sin embargo, hasta el momento en mis tres visitas al Parque, incluida la del pasado fin de semana (las otras fueron en 2006 y 2007), no me he alejado apenas del mar, es más, la única concesión que he hecho hasta ahora a la naturaleza interior de la zona ha tenido que ver también con el agua salada: junto al poblado de Cabo de Gata hay una gran salina frente a la cual se ha habilitado un observatorio (el Observatorio de la Salina de Cabo de Gata) desde el que, en teoría, se pueden ver una gran variedad de aves acuáticas. En 2007 paramos en él y en esta ocasión también hemos intentado avistar, sin mucho éxito, a los flamencos que parece que viven en la laguna.


Con esta excepción, todas las demás incursiones en los terrenos del Parque Natural han tenido que ver con la costa, y en las visitas de 2007 y de este 2017 no han faltado tampoco los ratos de playa. En efecto, en 2007 visité la Playa de los Genoveses, una de las más afamadas, y también la Playa de Cabo de Gata, que es de las pocas que se pueden considerar urbanas (a ella se asoma el poblado de Cabo de Gata, por lo que tiene incluso un pequeño paseo marítimo). 


En aquella ocasión, sin embargo, pese a que estuve una semana entera en el citado poblado, fui con mi familia política a empaparme de playismo sureño, por lo que descansé mucho, pero, por contra, pude explorar el entorno más bien poco (en el post dedicado a Chiclana de la Frontera que escribí en agosto de 2016 ya hablé de lo que implica un plan playista).

En este 2017 las circunstancias tampoco han invitado a llevar a cabo planes muy intrépidos, porque hemos estado en Retamar durante tres días un total de ocho adultos y siete niños menores de 9 años, pero estaba en el ánimo de todos el aprovechar al máximo el buen tiempo y las posibilidades del entorno, por lo que a diario nos hemos desplazado al Parque Natural buscando disfrutar de sus playas. De hecho, Retamar se asoma, literalmente, al extremo oeste del Parque, por lo que el primer día ya estuvimos un rato en la Playa de Torregarcía, que es la más occidental del espacio protegido. La misma está a continuación del Paseo Marítimo de Retamar y tiene un fácil acceso desde el núcleo de población a través de un camino que atraviesa la Rambla del Agua (el límite real de los terrenos del Parque). Sin embargo, la Playa de Torregarcía es de piedras, por lo que no destaca por su comodidad y no tiene servicio alguno. Aún así, comparte con el resto de esa parte de la costa su carácter salvaje y se abre de una manera maravillosa al paisaje costero del Cabo de Gata y sus alrededores, una tierra que para algunos es un secarral desierto, pero que para mi es un oasis para los sentidos: luz y amplitud para la vista, sol para la piel, silencio para el oído y olor a mar para el olfato (del disfrute del gusto también hablaré más abajo).

El resto de las playas que visitamos en nuestros tres días de vacaciones fueron más cómodas que la de Torregarcía. La que más me gustó fue Cala Rajá, una playa que está bastante escondida y que tiene un acceso un poco complicado: a ella se puede uno aproximar por una carretera estrecha pero asfaltada (aunque está hecha polvo), pero en un momento dado ya hay que coger un camino que no es fácilmente transitable con un coche normal, de hecho para recorrer la última parte del mismo ya es necesario un 4x4. Una vez recorrida esa última parte del camino (a pie si no se dispone de ese tipo de vehículo), se va hasta el agua recorriendo el final de una agreste rambla que da acceso a una calita de lo más pintoresco.






Después de semejante camino uno hubiera esperado llegar a la playa donde vivió Robinson Crusoe, pero evidentemente no eramos los único que sabíamos de la existencia de aquel rincón (es una cala que está en todos los mapas). Pese a esto, estuvimos muy a gusto (allí cayó el primer baño de mar del presente año, a pesar de que el agua estaba helada).


Ese mismo día, antes de comer, habíamos estado un rato en la Cala del Corralete, la más cercana al Cabo de Gata. Allí no tuvimos tiempo de darnos un chapuzón, pero sí pudimos disfrutar del entorno casi paradisíaco.



La otra gran jornada de playa fue la del día siguiente, que fue sábado. Nuestra idea inicial era ir a la Playa de los Genoveses o a la Playa de Monsul. Las mismas están poco antes de llegar a San José, todavía en la parte sur del Parque, y son dos de las más famosas del mismo.



El día amaneció bueno y a media mañana nos encaminamos hacia la vertiente este del Parque. Al llegar al entorno de esas playas había ya bastante gente y no fue fácil aparcar, porque los lugares de estacionamiento están muy regulados, supongo que para controlar la masificación, pero el problema real fue el viento, que hizo imposible que nos quedáramos allí (finalmente aparcamos cerca de la Playa de Monsul, pero la ventolera era apañada y la niebla tampoco ayudaba, por lo que decidimos irnos. La cercana Playa de los Genoveses parecía estar igual).


Yo en la Playa de los Genoveses ya había estado: como he dicho al principio fue de los pocos sitios del Parque que vi en 2007 (la foto de abajo está hecha en el camino que lleva a la playa y se ve en ella, al fondo, el Morrón de los Genoveses, que es el límite sur de ese arenal).


En aquella ocasión fui en julio y no me dio la impresión de que hubiera tanta gente, tuvimos que andar un rato para llegar a la playa desde el coche, igual que parece que hay que hacer ahora, pero tuve una mayor sensación de aislamiento al llegar a la primera linea de costa.

En este caso, sin embargo, no hubo ocasión de ver si en la playa había mucha o poca gente, porque no llegamos a la arena. Al ver como estaba el tema allí decidimos buscar otro lugar, y, para ello nos pusimos en manos de nuestros anfitriones almerienses, que asumieron la responsabilidad y decidieron que fuésemos a la Playa del Arco, que está junto a Los Escullos, unos kilómetros más al norte. Yo, la verdad es que no tenía apenas esperanzas de que allí el tiempo fuera a estar mejor, pero ciertamente me equivoqué del todo, porque al llegar a Los Escullos ni había niebla ni soplaba el viento.


No creo que fuera la orientación de la playa la responsable de la diferencia, ya que, como se puede ver en el mapa de abajo, tanto la playa que está junto a Los Escullos, como las dos que están al sur de San José, miran al este. Sin embargo en estas no se podía estar y en la Playa del Arco sí, eso lo comprobamos nosotros mismos.


El caso es que en la Playa del Arco encontramos libre el extremo de la misma que está más pegado a Los Escullos y allí colocamos nuestro campamento, en el que estuvimos muy a gusto todo el día. En esta playa cayó el segundo baño marino del año, hacía muchísimo tiempo que no me metía en un agua tan fría (ni siquiera la del Mar Cantábrico en verano está tan congelada), pero la temperatura en la arena era magnífica y logré bañarme tras pasar un buen rato al sol.


El acceso a la Playa del Arco es muy cómodo, ya que se puede dejar el coche muy cerca, pero en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, incluso en esas circunstancias, se ve uno rodeado de un entorno natural alucinante.


Pese a todo lo dicho, sí hay un lugar que he visto en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar las tres veces que lo he visitado y que no está relacionado con las playas, y es, como no, el Cabo de Gata, el accidente geográfico que, por su importancia, marca todo el entorno circundante. En la misma punta del cabo hay un faro al que no se puede acceder, pero un poco más abajo está el Mirador de las Sirenas, desde donde se puede uno asomar al precioso Arrecife de las Sirenas.



La carretera que lleva al Cabo de Gata no tiene salida, pero del final de la vía asfaltada sale un camino de tierra que permite avanzar un poco (no mucho) y ver el faro desde el otro lado. Desde allí también se puede observar el Arrecife de las Sirenas desde arriba.



En 2007 llegamos incluso algo más allá, a lo alto del Acantilado de Vela Blanca, pero para eso hay que recorrer en sentido inverso la última parte de la carretera que lleva al Cabo y bordear la costa por donde se puede. La panorámica desde la parte alta del Acantilado es impresionante, se mire para donde se mire.



Para acabar con buen sabor de boca, y nunca mejor dicho (faltaba mencionar el disfrute para el sentido del gusto que nos brindó el Parque), tengo que hablar de la comilona que nos dimos en el Restaurante Bar El Faro, el lugar más cercano al Cabo de Gata en el que se puede regalar uno un homenaje culinario.


El Parque Natural Cabo de Gata-Níjar es un lugar bastante árido y además está protegido, por lo que hay amplios espacios de terreno en los que no encuentra uno ni un alma. Hay, sin embargo, oasis dispersos como este restaurante, que se encuentra en un lugar aislado pero maravilloso. Allí disfrutamos el viernes de un delicioso arroz negro, por gentileza de nuestro amigo anfitrión.


Tan solo tres días en tierras almerienses bastaron para cargar bien las pilas. Esa esquina de España tiene el don de servir como bálsamo contra el estrés. El hecho de que mi amigo Fran haya echado allí raíces garantiza que no será esta la última escapada que hagamos a esa zona.


Reto Viajero MONUMENTOS DESTACADOS DE ESPAÑA
Visitado PARQUE NATURAL CABO DE GATA-NÍJAR.
En 2006 (primera visita), % de Monumentos Destacados de España visitados en Andalucía: 62'5% (hoy día 75%).
En 2006 (primera visita), % de Monumentos Destacados de España visitados: 31% (hoy día 39%).


19 de abril de 2017

ALMERÍA 2017

El hecho de que los amigos se vayan a vivir lejos es algo que no le gusta a nadie. Normalmente, si la relación es estrecha el contacto no se pierde, pero, ante la lejanía, inevitablemente pasa a ser más difícil que el trato sea fluido. Hay, sin embargo, algo a lo que se le puede sacar partido si un amigo de confianza se instala en otro sitio, y es que gracias a ello uno acaba teniendo una buena excusa para ir a ese lugar, con el valor añadido de que, pasado un tiempo, nuestro amigo será allí casi un autóctono que podrá mostrarnos su entorno de una manera mucho más certera.

En mi caso, nunca había estado en Almería hasta 2003, que fue el año en que mi amigo Fran se fue a estudiar allí. Luego, habida cuenta de que él ha echado raíces por aquellas tierras, he vuelto en 2005, en 2006 (dos veces) y en 2010, en esta última ocasión para asistir a su boda. Aparte, en 2007 estuve una semana en Cabo de Gata (la localidad con ese nombre pertenece al municipio de Almería y está dentro de los límites del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. En ella viven de manera perenne unas 1.500 personas, pero como está al borde del mar y en un entorno de total tranquilidad, en verano es un lugar muy recomendable para disfrutar de la playa).


Como se puede comprobar, entre 2003 y 2007 nos dejamos caer por Almería con cierta frecuencia.



Luego nacieron las niñas y se hizo difícil ir hasta allí con tanta ligereza (son un buen puñado de kilómetros), y también se complicó lo de invadir las casas ajenas para dormir. Por ello, salvo la ida a la boda de 2010, en los últimos diez años no habíamos vuelto a Almería.

Para esta Semana Santa, sin embargo, ha surgido la posibilidad de juntarnos todos los amigos, con la prole incluida, en una casa que tiene la familia de la mujer de mi amigo en Retamar, que es un núcleo que también pertenece a Almería, pero que está aislado, justo al borde del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Hasta ahora lo de reunirnos allí no había cuajado, pero hace unos meses el tema se planteó ya en términos serios y hemos sido cuatro familias las que hemos acabado yendo a pasar en ese chalet los días de vacaciones de Semana Santa. Hace casi un año, en el tercer post que escribí en este blog, hablé del fin de semana que pasé en Cazalla de la Sierra con casi los mismos amigos (repetimos tres, se ha caído del presente plan uno, pero en cambio se ha unido el almeriense). Diez meses después hemos materializado otra escapada juntos, ojalá se convierta en una tradición y dentro de otros diez o doce meses pueda escribir otro post sobre otra iniciativa similar.

En esta ocasión, como he dicho, hemos estado en Retamar y no hemos pisado la capital almeriense, que está a unos 10 kilómetros. Retamar es una zona residencial que solo tiene unos pocos cientos de metros paralelos al mar, pero que hacia el interior se alarga unos 3 kilómetros. Su límite por el este es la Rambla del Agua, que marca el inicio del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Por el sur, el límite es el Mar Mediterráneo y por el oeste, desde la celebración de los XV Juegos del Mediterráneo en 2005, lo que hay es otro núcleo adyacente, El Toyo, construido en el marco de ese evento, y que está separado de Retamar por un largo parque que hace de frontera (el Parque de Alborán).


En 2010 yo ya había estado en El Toyo, ya que allí está el Hotel Barceló Cabo de Gata, que es donde mi amigo celebró el convite de su boda. María y yo nos alojamos también allí ese día, de manera que a la mañana siguiente, antes de volvernos, tuvimos ocasión de dar un buen paseo que nos llevó hasta la Plaza del Mar, un amplio espacio al borde del mar lleno de locales de ocio y restauración al aire libre, dispuestos alrededor de una laguna artificial. Toda esa zona es eminentemente turística y gira en torno a los hoteles que hay allí y al campo de golf que tienen al lado. También hay en El Toyo una serie de urbanizaciones que se construyeron para alojar a los deportistas que participaron en los Juegos del Mediterráneo y que luego se vendieron a particulares.

Por otro lado, en 2010 también estuvimos en Retamar, pero nuestra estancia allí se limitó a visitar La Trastienda, un bar donde tomamos algo cuando acabó la celebración de la boda en el hotel.

En esta ocasión, sin embargo, la cosa ha sido distinta. Retamar lo hemos visitado bien, pero en El Toyo no hemos estado para nada (en la foto de abajo estoy en el extremo sur del parque que hace de frontera entre los dos núcleos, que parecen uno solo).


Realmente, Retamar no es un núcleo que tenga nada de especial. El mismo se divide en tres partes: la norte, que está separada del resto por la N-344 (allí no hemos estado), la centro, que tiene una zona de servicios donde solo estuvimos para ir a la frutería, y la sur, que empieza en la AL-3115 y que es la que llega hasta el Paseo Marítimo, junto al cual hay más negocios a los que hemos ido de manera puntual (uno de ellos es, precisamente, La Trastienda). En esta última parte es donde está la casa en la que nos hemos alojado.

Aparte de los lugares donde se concentran los negocios, lo que hay en Retamar son casas con jardín privado, chalets y urbanizaciones de duplex, unido todo por amplias calles. Allí se respira tranquilidad.


Como he dicho, nuestro cuartel general ha estado en la preciosa casa que tiene nuestra amiga en la parte sur de la localidad. De allí hemos salido para ir a las playas que tiene el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y también para dar algún paseo, pero en el jardín de la vivienda hemos pasado bastantes ratos.


La mayor parte del tiempo que hemos estado en Retamar, fuera de la casa, lo hemos pasado en el Parque de Alborán. En su extremo más pegado al mar está el Yelamos Toyo, un bar adonde fuimos tanto el jueves por la noche como el sábado, ya que en él se puede cenar por poco dinero mientras los niños corretean sin molestar a nadie por la amplia zona ajardinada que rodea el local.


En Yelamos Toyo volvimos a disfrutar de esa costumbre tan genial que tienen en Andalucía oriental, que consiste en subir un poco el precio de las bebidas, ofreciendo a cambio una tapa con ellas. A Jordi Cruz, el afamado cocinero de Masterchef, parece que ese hábito no le gusta, ya que opina que le resta valor a la tapa, que va como regalada, pero lugares como Yelamos Toyo le quitan totalmente la razón a su argumento: allí te dan para elegir entre una amplia variedad de tapas que, además de estar muy bien servidas, están riquísimas (tomé, por ejemplo, tataki de atún, chipirón plancha o una especie de brocheta de pollo con salsa). La única pega al sistema es que si tienes hambre, como con cada tapa te ponen una cerveza, al final te levantas un poco mareado, pero como, estando con amigos y a dos pasos de casa, eso no es un problema, la verdad es que disfrutamos de un par de veladas sensacionales.

El domingo nos despedimos con la idea expresa de repetir la reunión el año próximo. La estancia la disfrutamos a tope y aún hay muchas cosas que hacer por los alrededores. Ojalá el año que viene podamos venirnos todos de nuevo unos días.


Reto Viajero POBLACIONES ESENCIALES DE ESPAÑA
Visitado ALMERÍA.
En 2003 (primera visita), % de Poblaciones Esenciales ya visitadas en la Provincia de Almería: 12'5% (hoy día 25%).
En 2003 (primera visita), % de Poblaciones Esenciales de España ya visitadas: 21'5% (hoy día 32'2%).


Reto Viajero MUNICIPIOS DE ANDALUCÍA
Visitado ALMERÍA.
En 2003 (primera visita), % de Municipios ya visitados en la Provincia de Almería: 1'9% (hoy día 7'8%).
En 2003 (primera visita), % de Municipios de Andalucía ya visitados: 6'8% (hoy día 19'2%).


18 de abril de 2017

NERJA 2017

Sé que resulta muy tópico comenzar un post dedicado a Nerja hablando de Verano Azul. Sin embargo, en el propio pueblo el recuerdo de la popular serie de televisión estrenada en los años ochenta se ha mantenido y, por ello, no hay por qué hacer un esfuerzo por obviar a Chanquete y a sus amigos al hablar del lugar en el que se rodaron sus aventuras veraniegas.


Los 19 capítulos de Verano Azul se rodaron entre 1979 y 1980. Han pasado casi 40 años, en los cuales la fisonomía de Nerja ha debido cambiar bastante. Sin embargo, simplemente con ver los primeros minutos del primer episodio de la serie ya se reconocen a la perfección varios de los lugares más representativos del pueblo malagueño. Pese a esto, el sitio que más evoca a la serie no existía, con seguridad, a principios de los 80. Se trata del Parque Verano Azul, un espacio ajardinado que se encuentra en el extremo oeste de la población (aunque ese extremo no queda muy alejado del centro), y que, con independencia de que esté dedicado a la serie, es muy adecuado para ir con niños. En él empezamos nuestro recorrido por Nerja el día 12.


Como se puede deducir por el nombre, en el Parque abundan los elementos que nos recuerdan a Verano Azul. De entre todos ellos, destaca especialmente el Barco de Chanquete, que se ha convertido en un emblema en Nerja. Cuando me acerqué a él me dio la sensación de que en la tele parecía más grande, pero pensé que era lógico, dado que al rodar las películas y las series se juega mucho con los engaños visuales. Lo que sucede es que, luego, al confirmar que el barco expuesto es una reproducción (eso ya me lo imaginaba), me he enterado también de que la misma es un poco chapucera: por lo visto, la nave varada que aparece en la serie se montó para rodar la misma (no era un barco que hubiera flotado nunca) y, con las mismas, se desmontó al acabar el rodaje. Años después, en Nerja pensaron que colocar una reproducción del barco en el parque dedicado a la serie podía ser un buen reclamo turístico (que lo es, de hecho), pero han construido la réplica de manera algo dejada, ya que hay multitud de detalles del original que no se han copiado. De hecho, la puerta de la embarcación estaba en el otro lado en el original, y en la nueva versión, que ciertamente es algo más pequeña, no han puesto ventanas (Tito en el primer capítulo de la serie se cuela en el barco por una ventana para curiosear. En la réplica lo hubiera tenido crudo). Aparte, hay multitud de pequeños detalles que no están igual.


No obstante, pese a todo, ¡qué demonios!, tampoco el David de Miguel Ángel que hay en la Piazza della Signoria de Florencia es el auténtico, aquí somos un poco más cutres haciendo réplicas, pero qué más da, no nos podíamos ir sin una foto.


En otro orden de cosas, tengo que decir que nunca había estado en Nerja, de hecho la costa andaluza entre las ciudades de Málaga y Almería prácticamente no la conozco. Sin embargo, esta vez hemos estado de paso en ese pueblo malagueño, camino, precisamente, de Almería. En un futuro habrá que explorar a conciencia esta zona, pero ahora el objetivo era llegar lo antes posible a nuestro destino para pasar en casa de unos amigos los cuatro días vacacionales de Semana Santa. Saliendo de Sevilla justo al acabar el trabajo podríamos haber hecho el trayecto entero en el transcurso de la tarde, pero maquiné un plan con mis padres que nos hizo ir hasta Almería por la costa de Málaga y no por la A-49. Finalmente, el plan se tuvo que cancelar en el último momento y la razón de pernoctar en Nerja desapareció, pero ya tenía el alojamiento reservado y decidimos no cambiar radicalmente los planes, gracias a lo cual finalmente he conocido el pueblo.

El susodicho alojamiento lo volví a coger con Airbnb, y por primera vez desde que utilizo este sitio web para encontrar cobijo creí que nos quedábamos sin cama. Por lo que vengo leyendo últimamente, la guerra contra los alquileres vacacionales ya es abierta en algunos lugares, y una de las razones es que hay agencias que se han infiltrado en servicios como Airbnb, el cual pretende favorecer una especie de trueque entre un viajero y un particular autóctono que cede un trozo de su casa o la casa entera, pero de buen rollo, a cambio de una compensación económica bastante ajustada. Con las agencias, el citado trueque, que en circunstancias normales te hace entrar en contacto del todo con el dueño de la casa, se hace de manera fría y profesional. Yo, hasta ahora, tras haber usado más de 20 veces los servicios de Airbnb, no me había topado con ninguna agencia (ni con ningún particular que estuviera especulando más de lo normal), pero siempre hay una primera vez. Al coger este alojamiento ya vi que, en efecto, esta vez sí me las iba tener que ver con una empresa, pero pensé que la misma iba a respetar el modus operandi de Airbnb. Por desgracia, no fue así: lo habitual es entrar en contacto con el anfitrión unas horas antes, como mínimo, para arreglar la llegada, pero en este caso nadie se puso en contacto conmigo, y cuando intenté yo contactar no hubo forma, los teléfonos a los que llamaba aparecían apagados y en la dirección de la inmobiliaria lo que había era un local vacío. Ante tal circunstancia, nos fuimos para el piso con la convicción de que allí no iba a haber nadie. Luego resultó que la inmobiliaria tiene unas oficinas en uno de los bajos de los propios apartamentos, así que finalmente no hubo problema, pero el sistema de Airbnb siempre ha sido otro y en este caso nadie había avisado de que sería diferente. Para colmo, al llegar había overbooking y nos habían reubicado en otro alojamiento diferente de la misma calle, propiedad de otra empresa amiga. Esto, de nuevo, no es un problema en si mismo, el apartamento fue de diez, pero da muestras de que allí se estaban tergiversando más de lo normal los teóricos principios de Airbnb. Por mi parte, Airbnb ha permitido que en los últimos cuatro años haya podido viajar mucho más de lo que hubiera sido posible de haber tenido que tirar de hoteles tradicionales. Aparte, puedo decir que en el 90% de los casos me han alquilado el alojamiento personas normales que le estaban dando salida a segundas viviendas de una manera totalmente legítima (en el 10% restante los anfitriones habían invertido en una propiedad para alquilarla, pero esto, hecho como ciudadano de a píe, tampoco tiene nada de malo). También me he alojado en casas donde me han hecho, literalmente, un hueco, y en dos casos he llegado a pernoctar en lugares donde el anfitrión nos dejó su casa entera y se marchó a dormir a otro lado. Ese es el espíritu primigenio de Airbnb, que ayuda a que puedan viajar los tiesos como yo, pero me temo que tarde o temprano van a acabar con el sistema, por intereses externos y por la pura especulación de muchos de los que se benefician de él. Me dará pena, la verdad. Por mi parte, no volveré a coger un apartamento sin asegurarme de que el anfitrión cumple con unos mínimos. 

Más allá de todo eso, una vez solucionado el tema del alojamiento nos fuimos a dar una vuelta por el centro de Nerja. Tras el paseo por el Parque Verano Azul nos fuimos hasta la zona del Balcón de Europa y vimos las calles que conforman el corazón del pueblo, que son peatonales. Las mismas son muy agradables y resultan perfectas para ir con niños. En el Paseo Balcón de Europa, donde está el Ayuntamiento y la Iglesia del Salvador, los edificios tienen pinta de ser nuevos, pero parece que se han levantado con cuidado para no romper la estética. La iglesia es del siglo XVII y está muy cuidada.


También me gustó la amplitud de la Plaza de España.


Nerja tiene fama de ser un pueblo que, pese a estar centrado en el turismo de masas, no ha alterado demasiado la estética original de su centro. Mi impresión es que, en efecto, el aspecto amable del núcleo primigenio se ha mantenido, pero no me pareció un pueblo cuyo centro evoque a su pasado tardomedieval.

Por otro lado, era Miércoles Santo y desde que llegamos a media tarde empezamos a ver por todos lados movimiento relacionado con la Semana Santa. Finalmente, ya a última hora de la tarde vimos a lo lejos una procesión. Me hubiera gustado acercarme para ver el ambiente, pero queríamos ver el Balcón de Europa con algo de luz natural y decidimos no entretenernos. Supongo que viendo la procesión estarían principalmente los nerjeños, porque los guiris parecían seguir todos a lo suyo en la zona más céntrica. La misma estaba a tope de gente, pero me gustó el ambiente: había muchísimos extranjeros, pero el plan era familiar y amable. Tras ver las vistas desde el Balcón de Europa, casi de noche, nos tomamos una cerveza en la terraza de La Biznaga, que es un bar de tapas que da al Paseo Balcón de Europa. Allí no comimos nada y fue caro (10 euros por dos cervezas en vaso de tercio y dos Aquarius), pero mereció la pena el rato de tranquilidad mirando a la plaza, al igual que las vistas, desde el Balcón de Europa, de los acantilados que tiene Nerja.


Al día siguiente buscamos al azar un lugar donde desayunar. Nuestra idea era dar otra vuelta por el centro, ya de día, y al acercarnos al meollo del pueblo recalamos en la Cafetería Restaurante La Ermita, que vimos que tenía una terraza que daba a la calle, en la cual estaban sirviendo desayunos.


La terraza, como no podía ser de otra forma, estaba llena de guiris, y, por ello, había posibilidad de tomar allí un English breakfast. Julia y yo, aun así, decidimos optar por la tradicional tostada de pan con tomate, pero María y Ana sí compartieron un auténtico desayuno al más puro estilo británico.

Después nos dimos otro paseo y acabamos asomándonos al mar en un punto desde donde se ve el Balcón de Europa a lo lejos.


Por la mañana, el ambiente también era de turismo guiri, principalmente, pero el mismo no perdió el carácter agradable. La vuelta matutina también sirvió para que viéramos otras calles, por ejemplo la Avenida Ramón Castilla Pérez, que recuerdan a cualquier pueblo de costa con pisos.


El lugar donde estuvo nuestro apartamento, sin embargo, estaba más al interior, en una zona residencial en la que abundaban las cuestas, como suele ocurrir en toda la Costa del Sol en cuanto se aleja uno del mar un poco.

Se nos quedaron pendientes de ver las Cuevas de Nerja, que están en Maro, una pedanía de Nerja. Algún día volveremos a explorar toda esta parte de la costa de Andalucía oriental y, para entonces, no nos saltaremos esa visita. De momento, al menos, el casco urbano de Nerja lo exploramos bien.



Reto Viajero MUNICIPIOS DE ANDALUCÍA
Visitado NERJA.
% de Municipios ya visitados en la Provincia de Málaga: 14'6%.
% de Municipios de Andalucía ya visitados: 19'2%.

Reto Viajero POBLACIONES ESENCIALES DE ESPAÑA
Visitado NERJA.
% de Poblaciones Esenciales ya visitadas en la Provincia de Málaga: 57'1%.
% de Poblaciones Esenciales de España ya visitadas: 32'2%.