22 de febrero de 2025

CARRERA POPULAR EN MARCHA POR LA SALUD 2025

En 2018, participé en la sexta Carrera Solidaria En Marcha por la Salud. Después de aquello, obvié la edición de 2019, y entre 2020 y 2022 la cita no se celebró. Yo le perdí la pista, hasta que, hace unos meses, un amigo me dijo que la había corrido en febrero de 2024. Gracias a eso, supe que se estaba organizando de nuevo, por lo que este año he estado pendiente y me he vuelto a inscribir.


El recorrido de la Carrera En Marcha por la Salud es llano, como el de todas las pruebas atléticas de Sevilla, y siempre es el mismo. Va del Hospital Universitario Virgen Macarena al Hospital Universitario Virgen del Rocío. A mí, este tipo de circuitos, que en vez de dar una vuelta van de un lugar a otro, me encantan. Por esa razón, he puesto tanto interés en volver a disputar la cita. Su lado negativo es que se trata de una carrera con una logística complicada, dado que une dos puntos de la ciudad que están bastante distantes, por lo que se termina muy lejos de donde se empieza. Además, la organización no habilita un guardarropa, es decir, que nadie transporta a la meta las prendas de abrigo que uno se quita para correr. En 2018, eso lo solucioné yendo andando, vestido de corredor y con una sudadera encima, desde casa de mi suegra hasta la salida. Luego, competí con la sudadera atada a la cintura, y al acabar me la puse. En aquella ocasión, María también participó, e hizo igual. Tras finalizar, ambos regresamos en tren. 

En el presente 2025, María no ha corrido, por lo que me ha dado soporte y todo ha sido más sencillo. En efecto, ella me llevó con el coche a la salida y me dejó allí, ya listo. Después, aparcó cerca de la meta y me esperó con la ropa de recambio preparada. Gracias a ese apoyo, esta vez el preámbulo y el epílogo de la carrera fueron muy cómodos.

Por lo que respecta al desarrollo de la prueba en sí, los runners que se congregaron en la salida de la misma superaron el millar. Frente a la puerta del Hospital Universitario Virgen Macarena, se notaba que el ambiente era muy popular. En las carreras de Sevilla suele ser así, y en esta, además, toman parte muchos sanitarios que no son corredores habituales, por lo que el clima festivo es aun más acusado, si cabe. No obstante, había pros en primera línea, sin duda alguna. 


Por mi parte, al echar a correr me dio la sensación de que llevaba por delante un montón de gente, pero entré en meta en el puesto 63, así que fui más en cabeza de lo que me pareció en un principio.


El circuito fue igual al de 2018, lo cual me gustó. Los primeros 500 metros nos acercaron al Río Guadalquivir, y luego bordeamos su cauce durante varios kilómetros, corriendo por el Paseo Juan Carlos I, que discurre al nivel del agua. Casi al final, al llegar al Acuario de Sevilla lo rodeamos por su lado interior, y ya volvimos a las calles de Sevilla, buscando el Hospital Universitario Virgen del Rocío

El recorrido, además de ser totalmente plano, presentó otras dos particularidades. La primera fue que tuvo un piso muy heterogéneo. Sobre esa circunstancia ya hablé la vez pasada, y ahora hago de nuevo hincapié en que corrimos por una amplia variedad de superficies. No faltó, incluso, un largo tramo de enormes adoquines. Aparte, la segunda singularidad de la prueba fue que el Paseo Juan Carlos I es peatonal, pero estaba abierto al público. Por eso, dado que era domingo por la mañana, el camino ribereño se encontraba lleno de corredores ajenos a la carrera que avanzaban en dirección contraria, así como de caminantes, de paseadores de perros, de familias con niños pequeños, de turistas, de gente en bici y de pescadores. Todos iban a lo suyo, por lo que tuve la impresión de competir en medio de un cierto caos. Pese a esto, la Carrera En Marcha por la Salud me volvió a agradar. 

Con respecto a mis sensaciones, la verdad es que me vi bien al principio, y pronto me estabilicé. En esta carrera, los kilómetros estaban marcados, pero los carteles los habían puesto fatal, y no señalaban distancias reales. No obstante, en el paseo del río hay hitos permanentes cada 500 metros, ya que por allí entrena mucha gente. Gracias a eso, conseguí tomar alguna referencia fiable. Mi ritmo rondó los 4:30 bastante rato. Sin embargo, no logré mantener la frescura hasta el final. No en vano, el pasado 12 de enero amanecí con molestias en la zona del pubis, y he sufrido después un rosario de pequeños percances físicos, que me han tenido casi parado un mes. Por suerte, antes de la cita había podido enlazar diez días medio normales a nivel muscular, pero, a una semana de la misma, pillé un resfriado tremendo, que me tuvo mermado un finde entero. El resumen fue que me planté en la salida cogido con alfileres, tras una racha muy accidentada. Por ello, es lógico que la prueba se me hiciera larga, a pesar de que solo tenía 7.500 metros. En recta de meta, me superaron tres corredores, y no fui capaz ni de intentar seguirlos. 


Mi marca final fue de 34:42, y me salió un ritmo medio de 4:38. En 2018, corrí exactamente por el mismo circuito a 4:14. El tiempo no ha pasado en balde, pero tampoco me quejo de mi estado de forma.


Por otro lado, últimamente siempre digo que he perdido punch en los metros finales, pero que me repongo rápido cuando atravieso la meta. Esta vez no fue así, dado que me sentía un tanto fatigado al parar, y tardé unos cuantos minutos en recuperar el resuello. Supongo que se debió a que apreté demasiado, para lo complicado que ha sido el pasado mes. No importa. Al rato ya me encontraba repuesto, y una hora después me estaba tomando una tostada con jamón y un café en un bar, muy a gusto. No obstante, quiero correr pronto la siguiente carrera, para comprobar que he recobrado el brío.


Reto Atlético 1.002 CARRERAS
Carreras completadas: 260.
% del Total de Carreras a completar: 25'9%.

Reto Atlético PROVINCIA DE SEVILLA 105 CARRERAS
Completada Carrera en SEVILLA.
En 2000 (año de la primera carrera corrida en Sevilla), % de Municipios de la Provincia de Sevilla en los que había corrido una Carrera: 0'9% (hoy día 37'1%).