28 de agosto de 2018

AEROPUERTO DE MÁLAGA-COSTA DEL SOL 2018

El presente mes de agosto he tenido la oportunidad de visitar por tercera vez el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol con motivo de nuestro viaje a Dinamarca. Hace un año usamos este aeródromo para ir y volver de Berlín, y en aquella ocasión ya expliqué el porqué de hablar de él en este blog, por lo que no me voy a repetir. También dije entonces que si volvía a pisarlo aprovecharía para fijarme algo más en sus detalles y eso es precisamente lo que he hecho esta vez.



Los aeropuertos son lugares que me parecen agradables, en ellos solo estoy cuando voy a hacer grandes viajes, por lo que los asocio con momentos maravillosos. Cierto es, sin embargo, que también me ponen un poco nervioso, porque la parafernalia que rodea a los trayectos en avión hace que no pueda respirar tranquilo hasta que estoy en el aire. Pese a esto, lo realmente chungo acaba cuando se ha localizado el vuelo y se ha pasado el control policial, la verdad es que una vez que se han pasado esos dos momentos ya puede uno casi relajarse. En relación con esto, en esta ocasión comprobamos pronto que todo lo relacionado con nuestro vuelo a Billund estaba correcto.


Aparte, con respecto a lo de atravesar el control policial, en ese lugar clave en todo aeropuerto vi a muchísima más gente que el año pasado, cuando volamos en septiembre en vez de en agosto. Ello hizo más lento el trámite y quizás fue lo que provocó que hasta a Julia le hicieran en las manos el test buscando restos de explosivos (o de drogas, o de yo que se...). Como es lógico, todos estábamos limpios como una patena.

La principal novedad en el Aeropuerto de Málaga en este viaje fue que el transfer del aparcamiento donde dejamos el coche, que a diferencia de la última vez no fue el oficial de Aena, nos dejó en la T2 en lugar de en la T3. En realidad, esto solo implicó que tuvimos que caminar un poco más con las maletas por dentro del edificio, pero gracias a esto me fijé en que, pese a que las dos terminales se construyeron con casi 20 años de diferencia para que parecieran una sola desde el interior, la T2 es un recinto rectangular de altura más limitada, mientras que la T3 es un amplio espacio cuadrado con altos techos (en la primera foto que he puesto a continuación se observa como la T3 y la T2 están ensambladas, pero esta última es mucho más baja y estrecha).



La T3 en la actualidad es la terminal donde se cogen la mayoría de los vuelos. La misma tiene dos plantas, en la Planta 1 es donde está el control de seguridad, y después de haber pasado ese necesario escollo se accede sin más remedio a la zona comercial del Aeropuerto a través del Málaga Duty Free. En mi caso, al traspasar la entrada de este me sentí como cuando Pinocho, en la peli de Disney, se baja del barco y entra por la gran puerta de la Isla de los Juegos, tras la cual hay un mundo paralelo de tentaciones por las que resulta difícil no dejarse hechizar.


En el Málaga Duty Free todo está lleno de luces y de estantes repletos de brillantes productos. Realmente no es muy diferente a un gran El Corte Inglés, aunque con la euforia de estar a punto de hacer un gran viaje se que la gente baja la guardia ante tantos reclamos libres de impuestos. Afortunadamente, ni María ni yo somos dados a picar en ese tipo de sitios. Por otro lado, una vez que se ha atravesado el corredor de la muerte se desemboca en el verdadero centro comercial, compuesto por más de más de 10.000 metros cuadrados de tiendas y negocios de restauración divididos en dos plantas.


Tampoco en esta zona nosotros nos dejamos arrastrar por el consumismo, y dado que esta vez llevábamos la merienda, solo nos compramos unas bebidas antes de buscar un cómodo sitio para dar buena cuenta de ellas y de los bocatas. Después llegó el momento de enfilar el largo pasillo acristalado que sale del sector de tiendas y que bordea las pistas, buscando nuestra puerta de embarque, que resultó estar justo al final.


Poco puedo decir, por tanto, de los negocios del Aeropuerto, quizás la próxima vez sea el momento de hacer un estudio más concienzudo. En esta ocasión, sin embargo, a la vuelta de Dinamarca sí hicimos una parada en el Gambrinus que está fuera de la terminal, al igual que en 2017. Nuestro vuelo había salido de Billund a las 5'20 de la mañana y yo había desayunado antes, por lo que al llegar a Málaga estaba bastante hambriento. Gambrinus es un lugar caro, pero he de reconocer que la tostada que me pusieron estaba muy rica y fue un buen colofón a nuestra visita de este verano al Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol.



Reto Viajero MARAVILLAS DE ANDALUCÍA
Visitado AEROPUERTO DE MÁLAGA-COSTA DEL SOL.
En 2013 (primera visita), % de Maravillas de Andalucía visitadas en la Provincia de Málaga: 17'6% (hoy día 23'5%).
En 2013 (primera visita), % de Maravillas de Andalucía visitadas: 28'9% (hoy día 34'7%).


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