DUNAS DE ARTOLA O CABOPINO 2023

Me enteré, sobre la marcha, de que en Marbella hay un enclave que está en la lista de lugares de Andalucía que tengo que visitar obligatoriamente.

Lo que se ve en la foto parece que no es más que un montón de arena y matorrales, ubicados junto al mar y atravesados por un puente de madera. Lo parece, porque es lo que es. No obstante, eso no significa que no sea un lugar digno de una visita. El nombre del sitio es Dunas de Artola. También se le conoce como Dunas de Cabopino, y se trata de un campo de dunas litorales, es decir, es un conjunto de médanos recubiertos de vegetación, ubicados junto al mar.

Resulta, que la costa de Marbella fue un rico paraje natural durante siglos, hasta que fue pasto del turismo más salvaje, a partir de los años 50 del siglo XX. En efecto, hace unas cuantas décadas, un acaudalado grupo de europeos pensó que ese trozo de litoral andaluz era el lugar perfecto para tomar al sol. Por ello, esas personas decidieron plantar en él su bandera. Lo que había bajo sus pies les dio igual... en teoría... y digo "en teoría", porque, realmente, no estaban dispuestos a venir a Andalucía a disfrutar del sol, prescindiendo de sus lujos. Por eso, para poder estar a gusto en Marbella, adaptaron el pueblo a su estilo de vida, convirtiéndolo en un imán para bon vivants. Sin embargo, hay que reconocer que esa élite, por sí sola, no fue la responsable de modificar la idiosincrasia marbellí. No era tan numerosa. En realidad, han sido los europeos, y también los españoles, de un nivel económico alto, pero no tanto, los que se han desplazado en masa a Marbella, y al resto de la Costa del Sol, a lo largo del último tercio del siglo XX y del primer cuarto del XXI, transformando su fisonomía de manera radical.

El caso es que el tradicional ecosistema humano y natural de la zona fue suprimido, debido al desarrollo de un urbanismo generador de mayores beneficios, tanto para los dueños de la tierra, como para los promotores inmobiliarios que la compraron, con la intención de edificar en ella. La falta de una legislación adecuada hizo que no surgieran limites a la especulación, durante años, y eso posibilitó que se llevara a cabo una ocupación masiva del litoral marbellí. Ni que decir tiene, que los extensos arenales que cubrían ese pedazo de costa se fueron viendo reducidos, hasta casi desaparecer. En 2003, un trozo de 200.000 m² fue declarado Monumento Natural, para protegerlo del avance constructor. Es el de las Dunas de Artola (voy a usar este nombre en exclusiva, por razones de economía terminológica).

En la actualidad, además de las Dunas de Artola, quedan otros nueve trocitos de costa virgen en Marbella, desconectados entre sí y agobiados por la presión constructora y humana, pero que suman más de 223.000 m². Algunos son tan reducidos, que en Google Maps, vistos desde el satélite, parecen meros descampados, que ejercen de antesala de las playas. No obstante, por fortuna, en 2004 se creó la Asociación ProDunas Marbella, que se ha encargado de pelear para que esas dunas que perviven no sean sometidas definitivamente. En 2015, tras años de dedicación, los esfuerzos de la asociación dieron sus frutos, y los 9 entornos dunares, que se encuentran dispersos a lo largo de 13 kilómetros, fueron declarados Reserva Ecológica Dunas de Marbella. En 2021, otros tres restos de médanos se sumaron al conjunto. Por lo que respecta a las Dunas de Artola, las mismas ya estaban protegidas desde 2003, como he dicho, pero ha sido esta asociación la que se ha preocupado de mantenerlas desde entonces.

Hoy día, lo que uno ve en el territorio de las Dunas de Artola es un trozo aislado de costa de 0'2 km². Teniendo en cuenta el nivel de actividad humana que tiene alrededor, aquello es como un oasis de paz, en medio del caos. El enclave no es de los lugares más llamativos que uno pueda ver, pero es muy relevante y significativo, y mola que esté conservado, precisamente, en uno de los sitios menos respetados por el turismo de masas, que pueda haber.

El tema es que yo no sabía que las Dunas de Artola estaban ahí, pero, mientras pasaba mi semana de vacaciones en Marbella, de la cual hablaré en el próximo post, me puse a investigar acerca de las playas que se integran en el trozo de Costa del Sol que pertenece al municipio marbellí. Fue entonces cuando me percaté de que, en el extremo oriental de su término, se halla la mencionada zona declarada Monumento Natural, en la cual se integra la Playa de Cabopino o Playa de Artola.

Esta playa, aparte de la particularidad de estar integrada en un espacio protegido, lo que implica que tiene un agradable puntillo salvaje, destaca por el hecho de ser nudista. Yo solo había estado en playas textiles, y no se si lo que vi en la Cabopino es normal, pero, en realidad, en ese lugar me topé con más gente con bañador, que sin él. Lo que sí percibí, no obstante, fue un grado de tolerancia radical, con la manera en la que estuvieran disfrutando de la playa los demás, desde el punto de vista del atuendo. Así, vi a personas en pelota picada, no solo tomando el sol, sino también jugando al balón o charlando al borde del mar, rodeadas de gente con bañador. Me resultó curioso, por ejemplo, ver a una pareja jugar a las palas, él completamente desnudo, y ella con el bikini puesto entero. Eran la naturalidad llevada a su máxima expresión, lo cual me gustó.

Con respecto a la duna en sí, se supone que la misma está dividida en tres. En primera línea de playa tiene un sector, que conserva una cierta movilidad. En él, se pueden ver, en teoría, pequeñas ondulaciones en la superficie arenosa, que son las que evidencian que un médano está en movimiento. La verdad es que la Playa de Cabopino tiene como un talud, con arena más suelta, pero los pequeños surcos yo no los vi. No da la sensación de que aquello sea una duna viva.

Más al interior, formando una barrera paralela a la costa, están las dunas inactivas, cubiertas de vegetación. Estas plantas se han adaptado, para soportar el duro azote del sol, la escasez de agua y el viento. Esta segunda parte es identificable en mayor medida, porque está constituida por un gran montículo, que se puede llegar a adivinar que fue un médano, pero que se ha endurecido.

Por último, más lejos, una vez que se ha bajado de la pequeña elevación, hay pinos, aunque en seguida empiezan las urbanizaciones, y la naturaleza desaparece casi por completo. De todas formas, cuando se está en medio de las Dunas de Artola, si bien se ven edificaciones a lo lejos, lo cierto es que se encuentra uno rodeado de un ambiente muy natural.

Lo más relevante, cuando uno visita las Dunas de Artola, son los senderos adaptados que recorren su interior. No está recomendado moverse por allí offroad, ya que, si todo el mundo lo hiciera, el paraje natural se acabaría viendo afectado. Pese a esto, es muy fácil abandonar las pasarelas. También, desde la playa se puede uno adentrar en las dunas, sin que haya barreras.

María y yo no nos pateamos las pasarelas de manera exhaustiva, entre otras cosas porque el sol pegaba de lo lindo, y la temperatura subía bastante cuando uno se alejaba de la playa. Sin embargo, sí nos movimos por los senderos lo suficiente, como para ver bien como es aquello. 

Además, recorrimos también la Playa de Cabopino de un extremo a otro, por la orilla del mar. Al hacerlo, vimos entero el frente sur de la duna.

El último elemento destacado que tiene el Monumento Natural, es la llamada Torre de los Ladrones. Se trata de una torre defensiva, erigida en época musulmana, pero que siguió siendo usada tras la conquista cristiana, para ayudar a mantener a salvo la costa.

Como se puede ver en la fotografía, a pesar de su buen estado, la torre no es visitable, ya que solo parece tener una puerta, la cual no está, precisamente, a la altura del suelo. En todo caso, lo cierto es que el desplazamiento a la Playa de Cabopino mereció la pena. La playa, en sí misma, está muy bien, y el entorno se merece un paseo. Nosotros pasamos una mañana deliciosa.

Reto Viajero MARAVILLAS DE ANDALUCÍA
Visitadas DUNAS DE ARTOLA O CABOPINO.
% de Maravillas de Andalucía visitadas en la Provincia de Málaga: 35'3%.
% de Maravillas de Andalucía visitadas: 40'5%.