26 de noviembre de 2016

CARRERA MADRID EMPRENDEDORES 2016

Unas semanas después de cerrar el plan de la visita otoñal a Madrid me di cuenta de que en esta ocasión íbamos a estar en la capital un domingo, y además con bastante libertad de actuación. Esto no es tan normal, por lo que se me ocurrió darme el gustazo de apuntarme a una carrera allí. El ambiente runner madrileño está muy desarrollado, pero como no soy de Madrid siempre lo he observado en la distancia, a través de revistas y noticias, y siempre he tenido ganas de conocerlo en primera persona. Ir a correr un rato al Parque del Retiro es una manera de hacer esto y participar en el Maratón de Madrid también. Ambas cosas las he hecho, pero correr por el Retiro te acerca al mundillo madrileño del running de una manera un poco intangible y disputar el citado maratón es alucinante, pero el localismo del mismo se diluye un poco por la magnitud del evento. Este fin de semana, por contra, surgió la oportunidad de correr una carrera de andar por casa, que es la manera real de ver desde dentro el ambiente en el que se mueven los corredores madrileños.

En Madrid y alrededores hay cientos de carreras. Si en Sevilla, tras el boom del atletismo popular, el tema se ha desatado, lo de Madrid tengo entendido que es aún más exagerado. En consecuencia, estaba seguro de que en un fin de semana normal de noviembre alguna prueba iba a encontrar, porque, además, como he dicho, el domingo por la mañana tenía cierta libertad de movimientos y estaba dispuesto a coger el metro y a complicarme un poquito la vida. Mi agradable sorpresa fue comprobar que no iba a hacer falta: había una carrera programada para el domingo en los alrededores del Parque del Retiro, muy cerca de donde vive nuestra amiga Ruth, en cuya casa estábamos durmiendo. Vi, incluso, que la competición, llamada Carrera Solidaria Madrid Emprendedores, pasaba frente al portal de su casa en el kilómetro 2. Fue una suerte tremenda.


La carrera en si me pareció un poco rara, era solidaria, pero no estaba muy claro a favor de qué. Vi, sin embargo, que había sido multitudinaria en ediciones anteriores y que tenía un recorrido espectacular. Luego, con más calma, me he enterado de que lo recaudado irá destinado a centros educativos de la Comunidad de Madrid, lo que me parece una buena causa. Aparte de todo, lo que está claro es que la fundación que ha promovido la prueba tiene mano, porque el recorrido fue privilegiado.


Por todo lo dicho, la carrera para mí era perfecta, así que me apunté a la prueba de 10 kilómetros. María se apuntó a la de 5. Luego resultó que tuvimos mala suerte, porque dieron agua para el domingo y, en efecto, cuando salimos de casa llovía y el termómetro marcaba 7º. Afortunadamente, estábamos cerca de la salida y apuramos mucho a buen recaudo, pero no nos libramos de correr bajo la lluvia y con frío. 

Pese a esto, la experiencia mereció la pena. Seguramente quede como un paleto de provincias por esto que voy a escribir, pero la sensación de pasar corriendo a los pies de la Puerta de Alcalá, de la Fuente de Cibeles y del Monumento a Colón fue mágica, y más aún lo fue la experiencia de ver el Paseo del Prado, el Paseo de Recoletos y el Paseo de la Castellana vacíos, con apenas ciento y pico corredores ante mí. Yo, al pensar en correr este fin de semana en Madrid no aspiraba a hacerlo por la arteria principal de la ciudad, estando esta casi vacía, pero tuve suerte y eso que me llevo para siempre.

Además, la carrera físicamente fue una gozada. La semana pasada en Gerena todo fueron malas sensaciones, pero, como dije entonces, suelo ser bastante habilidoso a la hora de ir a tope sin fundirme, ajustando el ritmo. En Madrid lo hice, el recorrido fue duro, como no podía ser de otra forma, pero en este caso supe ir repartiendo las fuerzas a lo largo de los 10 inclinados kilómetros.


El resultado, no obstante, me decepcionó un poco al principio, ya que al acabar vi que el ritmo medio por kilómetro había sido de 4:20. Luego, sin embargo, me he enterado de tres circunstancias que acaban con la decepción: en primer lugar, que el vencedor acabó en 33:35, un tiempo relativamente alto para el ganador de un diez mil (la marca es indicativa de que el trazado no era fácil), en segundo lugar, que la tercera chica de la general quedó por detrás mía y a la segunda la llevé unos metros por delante casi toda la carrera (entró solo 11 segundos antes que yo), y, por último, que quedé el 125 de 1.079 participantes, lo que no está mal. El recorrido tuvo largas cuestas y estaba lloviendo, supongo que todo ello influyó en mi ritmo medio. María, por su parte, aguantó muy bien el envite de los 5 kilómetros bajo la lluvia y acabó en 33:03 (puesto 430 de 807 participantes).

En cualquier caso, esta es la típica carrera en la que lo más importante no es, precisamente, el reloj.


Algún día volveré a Madrid a correr su media maratón y, como no, su San Silvestre. No descarto tampoco regresar a disfrutar por quinta vez de su increíble maratón, pero, mientras tanto, me lo pasé pipa corriendo por la ciudad en una carrera de las de todos los domingos.


Reto Atlético 1.002 CARRERAS
Carreras completadas: 192.
% del Total de Carreras a completar: 19'1%.


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