28 de febrero de 2018

ESPARTINAS 2018

Espartinas es un pueblo del Aljarafe sevillano que en la actualidad tiene más de 15.000 habitantes. En 1991 rondaba los 2.800 vecinos, pero el boom del ladrillo le pegó fuerte y en 20 años quintuplicó su población. Hoy día su núcleo tradicional ha sido fagocitado por las nuevas urbanizaciones de adosados, cierto es que el pueblo aún conserva un pequeño reducto de casas que vagamente evocan a épocas anteriores a los años del desenfreno urbanístico, pero realmente ese reducto ha sido cercado por innumerables hileras de modernas viviendas con jardín.

Pese a esto, el término municipal de Espartinas es muy grande, por lo que no es un pueblo que cause agobio, es un tanto impersonal, pero no resulta difícil alcanzar sus límites y ver campo. Partiendo de las casas que conforman su casco urbano primigenio las urbanizaciones se han expandido de manera poco uniforme hacia los cuatro puntos cardinales, con la cosa de que tanto por el noroeste como por el suroeste algunas han llegado a los límites del municipio y están unidas a Umbrete y Villanueva del Ariscal. En Villanueva, en concreto, el límite de los términos está totalmente difuminado muy cerca de donde yo vivo.


En el post anterior hablé largo y tendido de las Jornadas Enoturísticas que el pasado fin de semana se organizaron en Villanueva del Ariscal, destinadas a promocionar la localidad, abriendo a las visitas su patrimonio y también organizando una ruta gastronómica por sus bares. El caso es que al hablar de las Jornadas comenté que en el programa de las mismas estaba incluida la visita a una bodega que está realmente en Espartinas y, además, también dije que formaba parte de la ruta de la tapa un establecimiento llamado El Gallinero que también es espartinero. En este último caso la inclusión en el concurso de tapas de ese bar se debió a que el mismo está justo en el límite del término municipal de Espartinas (en la imagen inferior está marcada la frontera con una línea azul).


Lo que sucede es que El Gallinero es frecuentado fundamentalmente por habitantes de Villanueva del Ariscal, ya que está prácticamente inserto en su meollo, mientras que la parte de Espartinas que se ve en la imagen es una urbanización de casas que queda bastante alejada de su centro. No es de extrañar, por tanto, que El Gallinero haya sido incluido en las Jornadas como un establecimiento ariscaleño más. Allí, el domingo a mediodía degustamos una carne con tomate, que si bien no se llevó mi voto como la mejor tapas del concurso, sí resultó estar muy rica.


Curiosamente nos tomamos las dos últimas tapas de carne que quedaban, tuvimos suerte porque ese tipo de guisos no es habitual en El Gallinero, que es una abacería que no tiene una gran cocina. Lo normal allí es tomar montaditos y chacinas. En realidad, el establecimiento es una construcción efímera hecha de madera, en su mayor parte, que levantaron sin demasiada parafernalia hace unos años en la esquina de un descampado a la entrada del pueblo. En principio dudé de que fuera a tener éxito, pero la realidad es que ha resultado ser un lugar perfecto para echar un par de botellines de vez en cuando sin complicarse la vida en exceso, gracias a que está en un sitio accesible que es perfecto para ir con niños.


Por otro lado, como ya he dicho, también se metió en las Jornadas Enoturísticas la visita a Bodegas Loreto, que nosotros realizamos el sábado por la mañana. El lugar donde se ubican las mismas, si bien está en la parte del término municipal de Espartinas que queda más cerca de Villanueva, no justificaba por sí mismo su presencia en las Jornadas, por lo que me preguntaba a que se debía la inclusión. Para salir de dudas, al acabar el recorrido María y yo nos acercamos al guía, que además de ser el actual gerente de la bodega es nieto de su fundador, y le preguntamos el motivo por el cual estaba incluida una bodega de Espartinas en las Jornadas Enoturísticas. La razón, por lo visto, es que Bodegas Loreto son ariscaleñas de origen y su sede fiscal sigue estando en Villanueva, en la casa donde se fundó (la misma se mantiene, aunque en ella no hay indicio alguno de su pasado).


Años después de su fundación en 1901 la empresa vinícola prosperó, su propietario buscó un lugar donde ampliar el negocio y lo encontró en la Hacienda Loreto, originaria del siglo XVI, que se encuentra adyacente al Convento de Loreto. Allí tiene aún sus propios viñedos. Inicialmente ambos edificios estaban a las afueras de Espartinas, hoy día siguen estando rodeados de campo por tres de sus lados (por uno de ellos están las vides), pero por el cuarto ya sí hay casas, aunque ello no le ha restado encanto al lugar.


Por lo visto, el hecho de que desde el punto de vista fiscal la bodega sea una infiltrada ariscaleña en territorio espartinero hace que no sea santo de la devoción de los negocios de restauración de Espartinas, que le tienen puesta la cruz.

Más allá de esa curiosa información, la visita guiada fue muy interesante en general. Cuando fui el año pasado a visitar Bodegas Góngora con motivo de la anterior edición de las Jornadas Enoturísticas ya me sorprendió comprobar la gran cantidad de gente que había acudido a conocerlas. Por ello me esperaba lo mismo en la visita a Bodegas Loreto, aunque en este caso la diferencia fue que la mayoría de la gente que realizó el tour no venía por su cuenta, sino que formaba parte de una excursión de jubilados procedente de Marchena.


En la visita nos enteramos de un montón de cosas relacionadas con la fabricación del vino joven. Bodegas Loreto sigue siendo una pequeña empresa que, además de trabajar con uva autóctona, elabora los caldos de manera 100% artesanal. Allí no solo se hace mosto, sino que también tienen una sala especial llamada La Sacristía, donde se produce fino, vino blanco seco, amontillado, dulce y oloroso.


En cualquier caso, la explicación se centró en el proceso de fabricación del mosto o vino joven, que es la especialidad de la zona. El proceso de realización del vino es el mismo que me explicaron el año pasado en Bodegas Góngora, pero fue útil refrescar la memoria y recordar, por ejemplo, como es el procedimiento de limpiado de los bocoyes y cuales son las diferentes etapas que se siguen para la fabricación del mosto, desde que se recoge la uva en septiembre hasta que se puede empezar a degustar a finales de noviembre. Así, nos explicaron que el vino se exprime, se fermenta en las barricas y de ellas se pasa directamente a las botellas sin ningún tipo de tratamiento o filtrado.


La bodega siempre está a pleno rendimiento en otoño, ahora a finales del invierno el lagar, que se encuentra abierto al otro lado de un patio, parecía un trastero, pero se veía perfectamente el lugar donde se prensa la uva.



También vimos la sala de las barricas, que fue donde al final pudimos degustar de manera gratuita un vasito de mosto, otro de vino blanco y otro de vino dulce.



Vista ya la bodega, ahora tengo ganas de volver a entrar en el Convento de Loreto. Dado lo cerca que queda de mi casa buscaré un buen momento para hacerle a ese edificio una buena visita.


Reto Viajero MUNICIPIOS DE ANDALUCÍA
Visitado ESPARTINAS.
En 2008 (primera visita), % de Municipios ya visitados en la Provincia de Sevilla: 42'8% (hoy día 61%).
En 2008 (primera visita), % de Municipios de Andalucía ya visitados: 13'7% (hoy día 19'5%).


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