18 de febrero de 2018

ESTACIÓN DE ESQUÍ Y MONTAÑA DE SIERRA NEVADA 2018

Como dije en el post anterior, la Estación de Esquí y Montaña de Sierra Nevada está indisolublemente unida a Pradollano, la población que le da soporte. Yo, sin embargo, las he considerado como entes diferenciados: por un lado he hablado del núcleo urbano y por otro lo voy a hacer de las infraestructuras que posibilitan la práctica de deportes de invierno y de otras actividades asociadas a estos.


Por poner la Estación de Esquí en contexto, diré que la misma está, como indica su nombre, en Sierra Nevada, un macizo montañoso situado entre las provincias de Granada y Almería. Parte de dicho macizo fue declarado Parque Nacional en 1999, pero la zona donde se encuentra la Estación no está incluida en ese territorio. La principal particularidad de Sierra Nevada es que está formada por un grupo de montañas que se encuentra bastante aislado y no muy lejos del mar, lo que hace que ofrezca temperaturas muy benévolas a pesar de la gran altitud que alcanza. En Sierra Nevada están el Mulhacén (el segundo pico más alto de España) y el Veleta (que es el cuarto en ese ranking), siendo en las faldas de este último donde se asienta la Estación de Esquí, la más meridional de Europa, que es famosa por su accesibilidad, por su clima y porque, sin estar inmersa en una zona de alta montaña, ofrece pistas con una nieve de altísima calidad para practicar deportes de invierno, lo que ha hecho que se haya desarrollado hasta convertirse en un complejo enorme y muy completo.


La idea de esquiar en Sierra Nevada tuvo su origen a principios del siglo XX, pero hasta 1964 solo los más aventureros se atrevían a subir a deslizarse por la nieve. La actividad allí desde 1928 fue bastante intensa, pero todo se hacía con escasos medios técnicos, con accesos pésimos y sin instalaciones adecuadas. En 1964 la práctica por ocio del esquí ya era un hecho en otros lugares del mundo, pero hasta ese año no llegó a buen puerto en Granada un largo e intrincado proceso de gestiones que implicó a las diferentes administraciones y a un grupo de diez empresarios pioneros, que con más voluntad que recursos pusieron la primera piedra del proyecto de creación de una estación invernal en el sur de España. Ese año echó a andar, por fin, la llamada, por aquel entonces, Estación de Esquí Solynieve, gracias a la puesta en marcha de las primeras infraestructuras deportivas en la zona de Borreguiles, y nació, a la vez, Pradollano, con la erección de los primeros hoteles y apartamentos. En sus primeras dos décadas de funcionamiento la Estación se modernizó y creció, pero desde mediados de los años 80 fue determinante el compromiso inversor del sector público para que se asentara como un negocio rentable. Ese compromiso permitió renovar y ampliar la Estación hasta hacer posible la celebración en ella del Campeonato del Mundo de Esquí Alpino en 1996, un evento que colocó a Sierra Nevada a la altura de los centros de esquí más importantes del mundo.

Yo estuve por primera vez en Sierra Nevada en 1985, porque mis padres ese invierno nos subieron a mi hermana y a mí desde Granada para que viéramos la nieve, igual que hemos hecho nosotros con Ana y con Julia. En aquella época la Estación ya había cumplido veinte años, aunque todo, empezando por la carretera que llegaba hasta ella, era aún mucho más modesto que ahora. Ese hecho, sin embargo, a mí me dio igual, yo lo que recuerdo es lo bien que me lo pasé jugando con el trineo.


Mi primer contacto real con la Estación de Esquí fue diez años después, en 1995. Ese año fui con cuatro amigos a esquiar por primera vez y di comienzo a una tradición que duró una década. Hasta 2002 todos los inviernos, salvo el del 2000, pasé unos cuantos días esquiando en Sierra Nevada, y tanto en 2003 como en 2004 fui aún un par de jornadas sueltas a hacer lo propio. 


Desde entonces no he vuelto para hacer deporte, pero me quedan un montón de buenos recuerdos de aquellos días. Tengo que decir, en cualquier caso, que mi aprendizaje fue totalmente autodidacta, jamás di una clase de esquí, lo que, sin duda, se notaba en mi estilo...


Sin embargo, alcancé la suficiente destreza como para poder deslizarme por las pistas rojas que bajan del Veleta sin matarme y sin ser un peligro público.

En esos años comprobé por mí mismo que el nivel de la Estación de Esquí de Sierra Nevada es sobresaliente. Esquiar era carísimo, pero a cambio disfrutábamos de unas condiciones sensacionales, la Estación cuenta con 40 pistas azules (las de dificultad media) y 50 rojas (que son más complicadas), y también tiene 16 pistas verdes más sencillas y 9 negras, que son como barrancos y por las que nunca me tiré. Todo ello se traduce en más de 107 kilómetros esquiables, comunicados por 17 telesillas. La verdad es que en Sierra Nevada te dejabas una pasta en el forfait, pero a cambio no parabas de esquiar.


Hoy día las cosas han cambiado para mí y las dos últimas veces que he subido a la Estación de Esquí, en 2015 y el pasado fin de semana, lo he hecho en plan dominguero. Hace tres años tuvimos mala suerte con el tiempo y jugamos mucho con la nieve, pero estuvimos envueltos todo el día en una densa niebla que impidió ver el entorno en todo su esplendor.


El sábado pasado, por contra, el día fue sensacional y pudimos disfrutar de la imponente silueta del Pico Veleta sin trabas. Borreguiles es el centro neurálgico de la zona esquiable y estaba hasta arriba.


Sin embargo, las infraestructuras están lo suficientemente bien montadas como para que no se sienta uno agobiado por las multitudes.


Nosotros queríamos simplemente jugar con la nieve, y sin problemas nos movimos un poco y encontramos una zona donde nos pudimos sentir como montañeros que escalan el K2.





Tampoco fue difícil encontrar una ladera por la que bajar haciendo la croqueta...


Realmente, fue una grata sorpresa comprobar que, a pesar de la cantidad de gente que había, era posible hundir los pies en nieve virgen sin necesidad de alejarse demasiado.


Encontrar un lugar donde hacer el ganso con las niñas un poco más, si cabe, fue igualmente sencillo.



A Borreguiles subimos utilizando el Telecabina Borreguiles, uno de los dos que hay.



Antaño, cuando esquiaba, siempre bajaba de vuelta a Pradollano por El Río, la larga pista que realiza a ras de montaña el mismo recorrido que los telecabinas, pero esta vez, como es lógico, tuvimos que volver a bajar por medios mecánicos. Lo bueno fue que cogimos de vuelta el Telecabina Al-Andalus, que resultó ser mucho más espectacular que el otro.




La zona de Borreguiles ha cambiado bastante desde finales de los 90. Por aquel entonces ya existía allí un restaurante, pero no había tantas infraestructuras montadas para los principiantes, ni tampoco para los domingueros. Ahora es diferente y los novatos pueden aprender con más medios que cuando yo hice mis pinitos (de hecho, mi primera bajada la hice por El Río sin tener ni puñetera idea de esquiar, ahora lo pienso con 40 años, en vez de con 17, y lo veo como una locura... pero lo hice).

En definitiva, no se si volveré a esquiar alguna vez en mi vida, la verdad es que es un deporte muy caro y, encima, llevo sin practicarlo casi tres lustros, por lo que dudo que encuentre el momento de jugarme las rodillas, ahora que las tengo tan bien entrenadas para correr. Sin embargo, es muy probable que siga subiendo a la Estación de Esquí de vez en cuando, allí me lo paso genial y todavía hay cosas que me quedan por hacer y que están aún a mi alcance.



Reto Viajero MARAVILLAS DE ANDALUCÍA
Visitada ESTACIÓN DE ESQUÍ Y MONTAÑA DE SIERRA NEVADA.
En 1995 (primera visita), % de Maravillas de Andalucía visitadas en la Provincia de Granada: 13'3% (hoy día 20%).
En 1995 (primera visita), % de Maravillas de Andalucía visitadas: 9'1(hoy día 34'7%).


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