Antes de acabar nuestras vacaciones llaniscas de este año aún tuvimos tiempo de hacer otra incursión en Cantabria para ir a San Vicente de la Barquera. Fue el broche de oro a los días que este verano hemos pasado en el norte de España.
San Vicente está a poco más de 30 kilómetros de Llanes y tiene un cierto parecido con ella, ya que las dos son villas marineras que poseen un meollo histórico bastante notable. La diferencia entre ambas poblaciones es que en Llanes todo se encuentra más mezclado, mientras que en la localidad cántabra se puede pasear por la zona en la que están los restaurantes de pescado y las tabernas sin llegar a ver de cerca algo que sea de antes del siglo XX. De hecho, yo he ido a San Vicente ocho veces y solo una vez he subido a la Puebla Vieja, el barrio de origen altomedieval de la villa. Fue en 2002, año en el que atravesamos lo que queda de la Muralla por la Puerta de Santander o Puerta de la Barrera, para ir a ver el Castillo del Rey, que domina el pueblo desde lo alto.
El resto de las veces me he limitado a pasear por la parte baja del pueblo, que da a la Ría de San Vicente de la Barquera, yendo a veces incluso hasta el final del Paseo de la Barquera, que tras bordear los muelles acaba convertido en un fino espigón que se interna en el mar hasta alcanzar el Islote de Peña Menor. Por el otro extremo de San Vicente he llegado hasta el principio del Puente de la Maza, que salva la Ría y marca con claridad el final de la población por su lado este.
En medio de esa parte del pueblo que está a nivel del mar se encuentran la Plaza Mayor del Fuero y la Avenida de los Soportales, que de manera insólita hasta finales de 2015 aún se llamaban Plaza de José Antonio y Avenida del Generalísimo. Ambas, en cualquier caso, conforman el corazón de la parte baja de San Vicente y para mí siempre han sido parte de los paseos por la localidad.
Este año no fue diferente, ya que dejamos el coche junto al Puerto, en un nuevo aparcamiento cubierto que han habilitado, y atravesamos el Puente de la Barquera para dirigirnos al primero de nuestros destinos del día, que no era otro que Náutico Nuria, una tienda clásica de San Vicente con más de 75 años de existencia, en la que venden ropa de estilo marinero.
Antes, sin embargo, hicimos una parada para tomar café en la Cafetería Ramos, un establecimiento aceptable y sin mucha historia que está situado bajo los soportales de la Plaza Mayor del Fuero.
En Náutico Nuria se compra ropa bonita y de primera calidad, lo que justifica en gran medida el desplazamiento desde Llanes, pero con independencia de esto se trata de un negocio que está ubicado en un lugar que merece la pena, en la parte más pintoresca de la zona baja de San Vicente.
Con todo, este año fue la comida la que acaparó la mayor parte del protagonismo en nuestra jornada barquereña, ya que almorzamos en el Restaurante Marisquería Augusto, que está al lado de Náutico Nuria, en la Calle Mercado.
La especialidad de este establecimiento, que es una referencia en San Vicente, es el arroz con bogavante, así que lo tuve fácil, porque hay pocos platos que me gusten más.
En mi opinión, el arroz estuvo riquísimo, por lo que el homenaje culinario fue todo un gustazo.
La jornada no dio para más, ya que esta vez nuestra visita a San Vicente de la Barquera no tuvo fines exactamente turísticos, pero, pese a esto, tuvimos la oportunidad, una vez más, de recorrer con calma una parte del pueblo que merece bastante la pena.
Reto Viajero POBLACIONES ESENCIALES DE ESPAÑA
Visitado SAN VICENTE DE LA BARQUERA.
En 1997 (primera visita), % de Poblaciones Esenciales visitadas en Cantabria: 55'6% (hoy día 100%).
En 1997 (primera visita), % de Poblaciones Esenciales de España ya visitadas: 13'2% (hoy día 33'6%).
San Vicente está a poco más de 30 kilómetros de Llanes y tiene un cierto parecido con ella, ya que las dos son villas marineras que poseen un meollo histórico bastante notable. La diferencia entre ambas poblaciones es que en Llanes todo se encuentra más mezclado, mientras que en la localidad cántabra se puede pasear por la zona en la que están los restaurantes de pescado y las tabernas sin llegar a ver de cerca algo que sea de antes del siglo XX. De hecho, yo he ido a San Vicente ocho veces y solo una vez he subido a la Puebla Vieja, el barrio de origen altomedieval de la villa. Fue en 2002, año en el que atravesamos lo que queda de la Muralla por la Puerta de Santander o Puerta de la Barrera, para ir a ver el Castillo del Rey, que domina el pueblo desde lo alto.
El resto de las veces me he limitado a pasear por la parte baja del pueblo, que da a la Ría de San Vicente de la Barquera, yendo a veces incluso hasta el final del Paseo de la Barquera, que tras bordear los muelles acaba convertido en un fino espigón que se interna en el mar hasta alcanzar el Islote de Peña Menor. Por el otro extremo de San Vicente he llegado hasta el principio del Puente de la Maza, que salva la Ría y marca con claridad el final de la población por su lado este.
En medio de esa parte del pueblo que está a nivel del mar se encuentran la Plaza Mayor del Fuero y la Avenida de los Soportales, que de manera insólita hasta finales de 2015 aún se llamaban Plaza de José Antonio y Avenida del Generalísimo. Ambas, en cualquier caso, conforman el corazón de la parte baja de San Vicente y para mí siempre han sido parte de los paseos por la localidad.
Este año no fue diferente, ya que dejamos el coche junto al Puerto, en un nuevo aparcamiento cubierto que han habilitado, y atravesamos el Puente de la Barquera para dirigirnos al primero de nuestros destinos del día, que no era otro que Náutico Nuria, una tienda clásica de San Vicente con más de 75 años de existencia, en la que venden ropa de estilo marinero.
Antes, sin embargo, hicimos una parada para tomar café en la Cafetería Ramos, un establecimiento aceptable y sin mucha historia que está situado bajo los soportales de la Plaza Mayor del Fuero.
En Náutico Nuria se compra ropa bonita y de primera calidad, lo que justifica en gran medida el desplazamiento desde Llanes, pero con independencia de esto se trata de un negocio que está ubicado en un lugar que merece la pena, en la parte más pintoresca de la zona baja de San Vicente.
Con todo, este año fue la comida la que acaparó la mayor parte del protagonismo en nuestra jornada barquereña, ya que almorzamos en el Restaurante Marisquería Augusto, que está al lado de Náutico Nuria, en la Calle Mercado.
La especialidad de este establecimiento, que es una referencia en San Vicente, es el arroz con bogavante, así que lo tuve fácil, porque hay pocos platos que me gusten más.
En mi opinión, el arroz estuvo riquísimo, por lo que el homenaje culinario fue todo un gustazo.
La jornada no dio para más, ya que esta vez nuestra visita a San Vicente de la Barquera no tuvo fines exactamente turísticos, pero, pese a esto, tuvimos la oportunidad, una vez más, de recorrer con calma una parte del pueblo que merece bastante la pena.
Reto Viajero POBLACIONES ESENCIALES DE ESPAÑA
Visitado SAN VICENTE DE LA BARQUERA.
En 1997 (primera visita), % de Poblaciones Esenciales visitadas en Cantabria: 55'6% (hoy día 100%).
En 1997 (primera visita), % de Poblaciones Esenciales de España ya visitadas: 13'2% (hoy día 33'6%).
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