12 de junio de 2019

CARRERA POPULAR PARQUE DE MARÍA LUISA 2019

El pasado domingo la Carrera Popular Parque de María Luisa cerró la primera parte del circuito de carreras populares del IMD de 2019. Hace años, eran tres las citas del mismo que se programaban para antes del verano, y se dejaban dos para después, pero desde 2017 se disputan en primavera las cuatro primeras pruebas y ya solo se deja para octubre la que se corre por el centro de Sevilla.


Lo que sucede es que un 9 de junio en la capital hispalense puede hacer ya un calor de mil demonios, aunque el verano astronómico aún no haya entrado, por lo que la carrera se adelantó 30 minutos con respecto a la hora habitual a la que empiezan las pruebas del circuito, y dio comienzo a las 9 de la mañana. Por fortuna, en cualquier caso el fin de semana no fue especialmente bochornoso, pero aún así a mí me vino de lujo el nuevo horario, porque pude llegar al trabajo prácticamente como todos los domingos, pedí permiso para empezar a currar 15 minutos más tarde de lo normal y con eso bastó.

Como he dicho, el domingo no amaneció caluroso, corrimos con 20º o 21º y yo no acusé la temperatura, aunque es verdad que, con lo temprano que era, el termómetro metía algo de miedo y al final incluso llegué a escuchar las quejas de algunos corredores que habían sufrido un poco con el calor. A mí, sin embargo, no me supuso ningún problema. Otra cosa fue el tema del cansancio de piernas, que acabó siendo mi cruz.


Como he venido diciendo desde la primera carrera del circuito, este año quiero completar las cinco que lo componen en menos de 43 minutos y también aspiraba a ir mejorando progresivamente los tiempos. Después de las tres primeras citas los dos desafíos seguían en pie, y en la Carrera Popular Parque de María Luisa estaba convencido de que no habría problema para dar un pasito más en ambos, ya que he venido entrenando bien y en teoría iba a estar más fresco que en las anteriores veces. Pese a esto, la progresión se rompió, acabé en 42:41 y fallé en el reto de ir mejorando prueba a prueba (las otras las había finalizado, sucesivamente, en 42:59, 42:30 y 42:12). Por suerte, mi primer objetivo, que es el de bajar de 43 minutos, sigue vivo.

Realmente, nada hacía presagiar que no fuera a ser capaz de correr en 42 minutos pelados, que era mi deseo. Cierto es que dormí poco, me acosté a medianoche, pero me tuve que levantar poco antes de las seis para poder bajar a Sevilla en tren, ya que María estaba en la playa y se había llevado el coche. El sábado, además, estuve de pié muchas horas en el trabajo, pero en las dos primeras carreras del circuito había sido igual y en la tercera incluso me levanté peor, después de haber estado el día antes en una comunión, por lo que consideré que para esta partía en las mismas condiciones, o incluso en mejores. Además, el hecho de tener que adaptarme a los horarios del tren me hizo llegar a la salida muy pronto, esta vez no hubo estrés de ningún tipo y disfruté del frescor de la mañana en el entorno del Parque de María Luisa, así como de la belleza matutina de la Plaza de España.


También tuve tiempo de charlar con varios compañeros que me encontré, calenté como está mandado y me coloqué en la salida francamente bien. Pese a todo, nada más echar a correr ya noté que las piernas no estaban para ir a 4:09 de media, que era el objetivo más ambicioso que me había marcado. El primer kilómetro lo hice en 4:09, precisamente, y el segundo en 4:06, pero iba forzado y decidí acomodar la velocidad a mis sensaciones, con la sana idea de no reventar.


En consecuencia, bajé paulatinamente el ritmo a 4:10 y a 4:12, y ya el quinto kilómetro lo hice a 4:20, que era en realidad lo que me podía permitir. Los cuatro siguientes kilómetros los recorrí en 4:22, 4:22, 4:24 y 4:23, lo cierto es que fui muy estable, pero tuve que hacer un esfuerzo psicológico tremendo para no dejarme vencer por el desánimo, puesto que, al pasar el ecuador de la carrera en 20:57, arrastrando dos columnas de mármol en vez de dos piernas, ya me había dado cuenta de que no iba a bajar ni de coña de los 42:12 de hace tres semanas, que implican correr a un ritmo medio de 4:13.


Por fortuna no me rendí, hice el último 1.000 en 4:13 y peleé la marca, lo que ahora me llena de satisfacción, porque realmente acabar en 42:41 en un día así tampoco está tan mal (crucé la meta el 345 de 2309 corredores).


Para completar el circuito por tercera vez en mi vida ya solo me queda acabar la Carrera Popular Casco Antiguo, el 20 de octubre. Antes, tendré que sobrevivir al verano, no soy de los que se abandonan en época estival, pero sí es cierto que no es una estación en la que sea especialmente sencillo entrenar. En cualquier caso, antes de irme de vacaciones aún quiero correr alguna prueba en el mes de julio para matar el gusanillo, y que no pasen tres meses antes de que me vuelva a poner un dorsal.


Reto Atlético 1.002 CARRERAS
Carreras completadas: 222.
% del Total de Carreras a completar: 22'1%.

Reto Atlético PROVINCIA DE SEVILLA 105 CARRERAS
Completada Carrera en SEVILLA.
En 2000 (año de la primera carrera corrida en Sevilla), % de Municipios de la Provincia de Sevilla en los que había corrido una Carrera: 0'9% (hoy día 35'2%).


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si quieres comentar algo, estaré encantado de leerlo