Todos los años durante nuestros días de vacaciones en Llanes hacemos alguna excursión a Cantabria y la de este verano nos llevó hasta Bárcena Mayor, uno de los pueblos que están en mi lista de imprescindibles.
Bárcena Mayor es una pequeña aldea que está integrada en el municipio de Los Tojos. En él, en total no viven ni 400 personas, que se reparten entre cinco núcleos poblacionales y una serie de diseminados. Uno de esos núcleos es Bárcena Mayor, que cuenta con 84 habitantes, según el censo de 2009.
Para poner Los Tojos en contexto es necesario decir que se asienta en el Valle de Cabuérniga, que en Cantabria se orienta de sur a norte acompañando al curso del Río Saja. Es un valle amplio, pero está bastante encajado entre montañas, por lo que ha conservado bien, hasta cierto punto, los modos de vida tradicionales. Bárcena Mayor, por su parte, es el único núcleo habitado que se encuentra dentro de los límites del Parque Natural Saja-Besaya y se dice que es el pueblo más antiguo de Cantabria, aunque esa es la típica afirmación sin demasiado fundamento que se transcribe de web en web por las buenas, sin que haya constancia fidedigna de su veracidad. Realmente en su emplazamiento ya había gente asentada en época romana, debido a que era zona de paso, y hay citas de la iglesia que datan del siglo IX, pero no creo que eso baste para darle la medalla de oro a la aldea cántabra más vetusta. No obstante, sí soy de la opinión de que si se quiere conocer la Cantabria profunda es menester recorrer el Valle de Cabuerniga y explorar Bárcena Mayor.
Yo ya había estado en el Valle de Cabuérniga varias veces, de hecho Bárcena Mayor lo visité por primera vez en 1997 y luego estuve otra vez en 2002. El lugar más lógico para penetrar en el valle, viniendo por la costa (y, por tanto, por la autopista), es a través de Cabezón de la Sal, pero nosotros esta vez decidimos tirar hacia las profundidades de Cantabria por el Valle del Nansa, que discurre paralelo al del Saja por el oeste, llegar hasta Puentenansa y allí coger la carretera que atraviesa la Collada de Carmona y va a dar al Valle de Cabuérniga más o menos por su mitad. Este trayecto, conduciendo por la CA-182, es más complicado que el que pasa por Cabezón, pero es precioso y nos permitió visitar Carmona, otro pintoresco pueblo montañés. Un poco más adelante paramos también en el Mirador del Ribero, para ver, precisamente, Carmona desde arriba.
La CA-182 desemboca en el Valle de Cabuérniga justo a la altura de un pueblo llamado Valle, que es donde nosotros comimos. Después de almorzar avanzamos, siguiendo el curso del Río Saja, y justo antes de El Tojo nos desviamos para llegar hasta Bárcena Mayor siguiendo una carretera local que discurre paralela al Río Argonza o Agonza (según la fuente). Bárcena Mayor no está junto al Saja, sino que se encuentra al borde de su afluente en un lugar algo más intrincado, en una bifurcación que tiene el Valle de Cabuérniga al sureste, poco antes de su fin. Por esa ramificación discurría el antiquísimo trazado de la vía que comunicaba la parte occidental de la costa cántabra y el oriente de Asturias con el corazón de Castilla.
Yo no recuerdo muy bien como estaba Bárcena Mayor en 1997, por lo que no se si por aquel entonces el aparcamiento que hay a la entrada existía. Por lo visto, en los años 90 del siglo XX se habilitó la población para atraer el turismo, por lo que se construyó el parquin y se peatonalizó el casco urbano. Ahora no se puede conducir por el pueblo, salvo que se sea vecino.
Además, en aquella época se remozó la aldea. Hoy día ya no hay rastro alguno de decrepitud en sus calles, eso es algo criticado por algunos que gustan de ver como en aras de lo tradicional los sitios se vienen abajo. Sin embargo, yo opino que si se hace bien no tiene nada de malo adecentar los lugares y que se conviertan en un punto de referencia. No se trata de convertir los pueblos en parques temáticos, pero Bárcena Mayor está muy lejos de ser una muestra de turismo rural prefabricado. O al menos eso es lo que me parece a mí.
No cabe duda de que en Bárcena Mayor han invertido un buen dinero para ponerlo bonito, porque sus calles están perfectamente empedradas y las fachadas de piedra de las casas lucen impecables en la mayoría de los casos. Aún así, lo que se observa no deja de ser arquitectura tradicional y lo importante es que todo se conserva... en pie. De nada vale que los edificios sean los del siglo pasado si luego son una pura ruina. En Bárcena Mayor todo se ha rehabilitado, pero no me resultó difícil ver que las casonas se encontraban habitadas por lugareños de verdad: había ropa tendida en los balcones, coches aparcados, señores mayores sentados junto a las puertas de sus hogares y niños dando vueltas un tanto aburridos. También es cierto que lo he visitado en unas circunstancias muy especiales, este de 2020 ha sido el verano menos turístico desde hace lustros, pero yo hablo de lo que vi: un núcleo bien mantenido, pero muy tranquilo y real. Justo lo que uno busca.
Bárcena Mayor se compone de una serie de casas típicas montañesas de hábitat rural, la mayoría de ellas del primer tercio del siglo XIX. Son construcciones de dos plantas con soportales. En la parte baja se encuentra el zaguán con la puerta de entrada y una escalera que sube a la vivienda. Arriba tienen, normalmente, balcones corridos con balaustradas de madera. Cuando la residencia es nobiliaria la planta baja cuenta con arcos de sillería que preceden al portal, pero en otros casos las fachadas se cierran con portones de madera.
La Iglesia de Santa María es el edificio más destacado del pueblo. Es del siglo XVII, si bien se reformó en el XVIII. Yo no la vi por dentro, aunque por fuera sí pude comprobar que está construida en un estilo típico de la zona, basado en muros de mampostería y sillares en las esquinas.
Todo el conjunto urbano se dispone de manera un tanto desordenada, pero muy compacta. En él solo parece haber una calle recta y larga, llamada La Calleja, que es la que limita el pueblo por el este. Todas las demás vías se extienden de manera bastante irregular hacia el oeste, salpicadas por un buen número de plazas y ensanchamientos.
Bárcena Mayor es un pueblo de los que se ven con un simple paseo distraído. Sin embargo, lo suyo es ir un poco más allá y fijarse en los detalles. Es muy pintoresco, por ejemplo, el pasadizo que une La Calleja con una plaza que se encuentra al otro lado de una serie de casas que están pegadas.
A través de ese pasadizo es posible acceder al centro geográfico de Bárcena Mayor. Allí vimos el Lavadero Principal (hay otros más pequeños en otras calles). No es casualidad que este se encuentre en ese emplazamiento, ya que los lavaderos no solo eran el sitio donde se lavaba la ropa, sino que además eran un lugar clave desde el punto de vista social.
Hacia la derecha del Lavadero queda el Barrio de la Iglesia y hacia la izquierda, en el extremo sur del pueblo, se ubica el Barrio del Puente. En el Barrio de la Iglesia destaca, por ejemplo, una hilera de viviendas que están bien mantenidas, pero no demasiado reformadas, en la que hay una casona montañesa de finales del siglo XVII. La misma tiene un soportal sostenido por tres arcos que se construyeron con piedra de sillería y, a su izquierda, se puede ver una casa que presenta también rasgos de arquitectura culta.
Más allá, casi en el límite norte del pueblo hay otra serie de viviendas erigidas en hilera, lo que es algo muy típico en las zonas rurales cántabras. Por regla general, a los propietarios de las diferentes casas de cada línea solía unirles una cierta relación de parentesco. En Bárcena Mayor hileras de esas hay varias, aunque la que está en la Calle La Franca es una de las más célebres.
Frente a esa hilera hay otro Lavadero con una fuente adosada que está junto a la casa rectoral (la del fondo en la siguiente foto). La misma es una casona del siglo XVIII que se construyó por completo con piedra de sillería de gran calidad, lo que demuestra que su dueño original era bastante pudiente.
En dirección al Barrio del Puente, por otro lado, uno de elementos más atractivos es una casona con solana en esquina y un soportal cerrado de madera.
Lo cierto es que la población ha cambiado, como se puede comprobar en las siguientes fotos, hechas a una casa que presenta la particularidad de tener un casetón arriba (la fotografía de la izquierda es mía, mientras que la de la derecha la he sacado de un cartel del pueblo y muestra como estaba la vivienda hace unos años).
Otras edificaciones no están tan arregladas, pero todas tienen una estructura muy similar. En Bárcena Mayor realmente se puede contemplar un auténtico muestrario de casas montañesas con variados componentes y en diferentes estados de conservación.
El pueblo es bordeado por su lado oeste por el Río Argonza, que es cruzado en la población por un Puente de Piedra del siglo XVI.
Desde lo alto del puente es bastante fácil bajar al nivel del río y meter los pies en el agua, cosa que nosotros hicimos sin dudar.
En definitiva, en Bárcena Mayor los detalles cuentan, yo no pude fijarme en todos, pero tras haber estado allí dos veces previamente de una manera más fugaz, en esta ocasión sí he podido recorrer el pueblo con calma y me he ido con una idea mucho más detallada de como es aquello.
Reto Viajero POBLACIONES ESENCIALES DE ESPAÑA
Visitado LOS TOJOS.
En 1997 (primera visita), % de Poblaciones Esenciales visitadas en Cantabria: 44'4% (hoy día 100%).
En 1997 (primera visita), % de Poblaciones Esenciales de España ya visitadas: 12'9% (hoy día 35'7%).
En 1997 (primera visita), % de Poblaciones Esenciales de España ya visitadas: 12'9% (hoy día 35'7%).
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