19 de julio de 2021

SAN VICENTE DE LA BARQUERA 2021

Siempre que estamos de vacaciones en Llanes solemos ir algún día a Cantabria, para ir conociendo también las maravillas que ofrece esta comunidad autónoma. Por ello, en 2018 ya le dediqué un post a San Vicente de la Barquera. En 2021, además de terminar de completar aquella visita regresando a este bonito pueblo, también he estado en Liérganes. Sin embargo, ahora me voy a centrar solo en la jornada que pasamos en San Vicente, en la que busqué complementar lo que vi hace tres veranos.

San Vicente de la Barquera es una población de unos 4.000 habitantes con una disposición un tanto particular, ya que está dividida en dos partes, que se encuentran unidas por el Puente de La Barquera.



En sendos extremos del Puente de la Barquera está, fraccionado en dos, el Puerto de San Vicente de la Barquera. A un lado se encuentra el muelle pesquero y al otro el deportivo. Este último es el que está ubicado en el sector primigenio del pueblo, que tiene también dos partes bien diferenciadas: la zona baja, en la que, además del puerto deportivo, están los restaurantes y las tiendas, y la zona histórica, presidida por la figura inconfundible del Castillo del Rey.


Hablando de puertos, en el pasado la importancia marinera de San Vicente de la Barquera fue tal, que la población perteneció a la Hermandad de las Cuatro Villas de la Costa del Mar, una entidad administrativa medieval y moderna que agrupó a San Vicente de la Barquera, Santander, Laredo y Castro Urdiales. Dicha hermandad alcanzó un poder comercial y naval de primera magnitud. Hoy día, ese carácter marinero se respira aún en el ambiente de la zona baja del pueblo, que es la que yo he visitado más. Allí, a lo largo de la Avenida de los Soportales (en la primera foto), así como en las calles que quedan a la espalda de la Avenida Miramar y del Parque Avenida Miramar (se aprecian al borde del mar en la segunda foto), hay un montón de restaurantes de pescado y también hay diferentes tiendas con bastante sabor náutico. 



Al igual que en 2018, la excusa para desplazarnos desde Llanes hasta San Vicente de la Barquera fue ir a comprar a Náutico Nuria, uno de esos negocios con regusto marino. En concreto, en esta veterana tienda barquereña venden ropa de estilo marinero. Además, volvimos a pegarnos un soberano homenaje en el mismo lugar que hace tres años, el Restaurante Marisquería Augusto, que está justo al lado de Náutico Nuria


Esta vez, en Augusto no me decanté por el arroz con bogavante, pero igualmente comimos de miedo. Yo pedí una ensalada de pulpo y también probé el arroz negro de Ana, la lubina a la plancha de Julia y el arroz con chipirones de mi madre. Todo estuvo exquisito. Para acabar, el postre lo compartimos entre los cuatro.


Hasta después de comer, por tanto, todo fue más o menos igual que en 2018, ya que nos limitamos a almorzar en el Restaurante Marisquería Augusto y a comprar en Náutico Nuria.

Tras el almuerzo y las compras, sin embargo, llegó el momento de visitar la Puebla Vieja, la zona histórica de la que hablaba antes. Este barrio se originó en la Alta Edad Media. De las nueve veces que había estado en San Vicente solo en 2002 había subido a la parte alta de la población, atravesando la Muralla. En aquella ocasión accedí a la Puebla Vieja por la Puerta de Santander o Puerta de la Barrera, y ahora hice lo mismo.


La antigua villa medieval de San Vicente estaba completamente fortificada, de manera que un castillo y una muralla protegían la vieja ciudadela alta. Hoy día se conserva la mayoría del lienzo norte de esa muralla, que da a la Ría de San Vicente de la Barquera (está a la derecha en el siguiente dibujo, que refleja una época en la que el puerto se asomaba directamente a la ría) y una parte del lienzo sur, que da a la zona baja del pueblo (ese muro mira a la izquierda en la ilustración. En el momento representado no existía el barrio bajo extramuros). 


Ese lienzo sur es el que es atravesado por la Puerta de la Barrera. Con respecto a las puertas, también se conserva la Puerta de Asturias o Puerta del Peregrino, que está en el extremo oeste de la Muralla (en el dibujo superior queda arriba). En la actualidad, por esa puerta no se puede ir a ningún sitio, ya que da la impresión de que ha cambiado un poco la manera en la que la ría rodea el pueblo, y ahora esa zona es mucho más agreste que lo que está reflejado en la ilustración.



Por el lado opuesto a la Puerta del Peregrino está la Puerta del Mar, que se abre a los pies del Castillo del Rey (este se ve abajo, en el dibujo que he puesto).

Esta vez el paseo por la Puebla Vieja fue más exhaustivo que en 2002. Primero fuimos hasta su extremo oeste, donde hay un mirador, más allá de la Iglesia de Santa María de los Ángeles. La vista de la Marisma de Pombo desde allí es impresionante.


En la iglesia no entramos. Tras recorrer bien esa parte de la Puebla Vieja fuimos hasta el otro extremo, buscando el Castillo del Rey.


El Castillo del Rey data de 1210, aunque se le supone un origen legendario más antiguo. Tras su rehabilitación, sus dependencias se han acondicionado para acoger actos y eventos culturales. También tiene, en otra de las plantas, una exposición permanente dedicada a la historia de San Vicente


Lo que vimos en el interior del Castillo no estuvo mal, pero lo más interesante estuvo en su parte de arriba, donde pudimos recorrer todo el perímetro de la fortaleza, contemplando bonitas vistas en todas las direcciones. Aparte, como se puede ver en la foto inferior, a lo que debía ser un patio descubierto se le ha hecho un tejadillo para crear debajo una de las salas usadas como recinto expositivo. En el caso del Castillo del Rey, se ve que tras la rehabilitación se le ha querido dar al edificio una utilidad. Por eso, el recinto no está tan teatralizado como otros muchos castillos que he visto.


Otro elemento interesante en la Puebla Vieja es el Hospital de la Concepción, o mejor dicho, lo poco que queda de él. 


San Vicente de la Barquera estuvo ubicado en plena ruta costera del Camino de Santiago y contó con hospitales y albergues de peregrinos entre sus murallas. El Hospital de la Concepción fue uno de ellos y estuvo activo entre el siglo XIV y el XVI.

En definitiva, todavía me quedan edificios interesantes que ver en San Vicente de la Barquera, pero ya tengo bien explorado la mayoría del casco urbano, así que, de momento, me doy por satisfecho.



Reto Viajero POBLACIONES ESENCIALES DE ESPAÑA
Visitado SAN VICENTE DE LA BARQUERA.
En 1997 (primera visita), % de Poblaciones Esenciales visitadas en Cantabria: 55'6% (hoy día 100%).
En 1997 (primera visita), % de Poblaciones Esenciales de España ya visitadas: 13'2% (hoy día 35'7%).


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