26 de julio de 2024

MONASTERIO DE SAN ESTEBAN 2024

En un lugar que es, prácticamente, el centro geográfico de Grecia, situado en la periferia de Tesalia, y, más en concreto, en la unidad periférica de Trikala, se alza un farallón rocoso, que surgió del mar hace 60 millones de años, y que en la actualidad se denomina Meteora


En el siglo XI, ese crestón, que había sido horadado durante milenios por el viento, por la lluvia, por el calor y por el frío, se convirtió en el destino de varios eremitas, que se instalaron en las cuevas y cavidades de Meteora, buscando un aislamiento que allí era fácil de alcanzar. Poco a poco, la cantidad de solitarios ascetas fue creciendo, y ya en el 1340, aproximadamente, se fundó el primer monasterio. A partir de esa año, la amenaza del Imperio Otomano, que acabaría integrando el territorio griego en sus dominios en el siglo XV, ayudó a que proliferaran los cenobios en los inaccesibles pináculos de Meteora.


En las cúspides rocosas de Meteora, los monjes alcanzaron un nivel de protección tan elevado, que varios monasterios sobrevivieron a casi cuatro siglos de dominio musulmán. En total, se ha documentado que llegaron a existir 24 cenobios, algunos de ellos de muy reducidas dimensiones. En la actualidad, seis siguen en funcionamiento. 


Del Monasterio de Varlaam ya hablé en el post dedicado a Grecia, dado que entré en él. Los otros son el Monasterio del Gran Meteoro o de la Transfiguración (en la primera foto que pongo abajo), el Monasterio de Roussanou (en la segunda), el Monasterio de San Nicolás o de Agios Nikolaos Anapafssas, el Monasterio de la Santísima Trinidad o de Agia Triada (en la tercera fotografía inferior) y el Monasterio de San Esteban o de Agios Stefanos




El Monasterio de San Esteban es el otro que visité, además del de Varlaam, y es al que me voy a referir a continuación. Junto con el de Roussanou, es el único de los seis que está habitado por monjas.



A simple vista, podría parecer que el Monasterio de San Esteban se asoma al borde de un precipicio, pero que no está tan aislado. Sin embargo, de cerca queda patente que también se encuentra en lo alto de un pináculo.



Lo que pasa es que, en San Esteban, la separación entre la roca sobre la que se alza el edificio y la adyacente es poca, por lo que se ha podido tender un Puente de Acceso normal. Realmente, de los monasterios de Meteora, este es el que tiene una entrada más sencilla. Como todos, se encuentra a un montón de distancia del suelo (en este caso, el cortado mide 528 metros), pero como está apenas a 8 metros de la roca principal de Meteora, adonde llega la carretera, pues se puede traspasar su puerta sin subir ni un solo escalón.

El Monasterio de San Esteban se empezó a construir en el siglo XIV, en un lugar donde, a finales del XII, se había establecido un asceta llamado Jeremías. En Internet, la información sobre el cenobio es mínima, en todos los idiomas que yo soy capaz de medio entender. Lo cierto es que los orígenes de los monasterios de Meteora no están demasiado documentados en ninguna fuente a la que yo haya podido tener acceso. En el caso de San Esteban, parece que no se terminó hasta el siglo XVI. A partir de ahí, sufrió numerosas vicisitudes, y fue en las postrimerías del siglo XVIII, y a lo largo del XIX, cuando se erigieron la mayoría de los edificios que hoy día conforman el complejo monástico. Entre ellos, destaca la iglesia grande, que data de 1798, y que pasó a ejercer de katholikon, es decir, de iglesia principal. Se dedicó a Agios Charalambos, que es conocido en español como San Caralampio. Por lo visto, el cráneo de este obispo, que fue martirizado en época romana, se conserva en San Esteban, y eso hizo que se le dedicara el templo.


Durante la I Guerra Mundial, el Monasterio de San Esteban fue bombardeado por los nazis y se abandonó. A causa del conflicto, el Katholikon de San Caralampio sufrió importantes daños, incluidas sus pinturas. Ya en 1961, una comunidad de monjas fue autorizada a trasladarse al monasterio, para restaurarlo y para quedarse en él, pero hasta 1992 no se empezaron a pintar de nuevo los muros interiores de San Caralampio. Ese trabajo aún no se ha terminado.


Las pinturas del Katholikon de San Caralampio se nota que son muy nuevas. Incluso, parecen vinilos. Por tanto, en este caso, los andamios no están montados para restaurar la decoración del templo, sino para acabarla, lo cual no suele ser lo habitual.

En realidad, el principal atractivo de San Esteban es que es un monasterio ortodoxo, por lo que es muy novedoso para los que solo estamos acostumbrados a ver sus equivalentes católicos. Aparte, en relación con los demás cenobios de Meteora, San Esteban no es el mayor, ni es especialmente importante, pero me resultó llamativo, porque no había visto nunca un edificio religioso así. En efecto, la zona donde viven las monjas, a mí me recordó más a una urbanización residencial cualquiera, que a un convento.



En la foto superior, hay una puerta, de la cual yo vi salir a una monja. Lo que hay dentro no se puede visitar, aunque me imagino que será muy sencillo. El exterior, las religiosas lo tienen muy cuidado y bonito.


Aparte del Katholikon, de los edificios donde están las celdas de las monjas y de las dependencias que ellas usan actualmente, en San Esteban destacan la otra iglesia, el museo y las vistas. Con respecto a la Iglesia de San Esteban, que era la principal hasta que se erigió la grande, se construyó en el siglo XIV, y fue restaurada en el XVI. La misma se puede ver por fuera, un poco desde lejos, pero no se permite entrar en ella.


Con respecto al Museo, el mismo se ha montado en el antiguo refectorio del Monasterio, lo que hace posible que se pueda entrar en él. En sus vitrinas, hay manuscritos, iconos y ricos libros, además de un buen número de instrumentos litúrgicos. No obstante, lo más bonito del Monasterio de San Esteban es su mirador, que está al final de una amplia explanada.


A las panorámicas que hay desde los monasterios le voy a dedicar un post aparte, así que no me voy a detener ahora en eso. 

En definitiva, el Monasterio de San Esteban no te deja con la boca abierta por nada, salvo por las vistas que ofrece desde su mirador. En realidad, el Monasterio de Varlaam, que es el otro que vi, es más impresionante como edificio, y creo que algunos de los cuatro que me dejé en el tintero incluso los superan. Sin embargo, tengo que decir que San Esteban me gustó en mayor medida que Varlaam, en primer lugar porque no había demasiadas personas en él. No digo que estuviéramos solos, pero sí pudimos hacer la visita sin bullas ni apreturas. Aparte, en San Esteban vimos monjas. Puede parecer tonto, pero en Varlaam, entre la cantidad de gente que rondaba por allí, que nos vendieron las entradas dos tipos jóvenes, vestidos de calle por las buenas, y que al acceder, aunque hubo que subir bastantes escaleras, no me dio la impresión de estar penetrando los muros de ninguna aislada fortaleza, pues me quedé un poco frio con el monumento. En San Esteban, al menos, predominaba la tranquilidad, y sí pude ver a las religiosas, vestidas de negro y tapadas de arriba a abajo, vendiendo los tickets y dando los trapitos, con los que las mujeres que van con pantalones tienen que taparse las piernas.


Lo de los trapos para taparse no lo he comentado, y se merece unas palabras, antes de terminar. Yo no voy a criticar que en un edificio que es religioso se cumplan unas determinadas normas, impuestas por la doctrina que se profesa allí. En los monasterios de Meteora, ni hombres ni mujeres pueden ir en tirantas, los hombres no pueden llevar pantalón corto, y las mujeres no pueden vestir con pantalones, ni cortos ni largos. Me parece una memez, pero lo que yo piense no es relevante. Se trata de un inmueble privado, y si uno quiere verlo tiene que ceñirse a las disposiciones que establezcan sus propietarios. Sin embargo, lo que, a mí juicio, traspasa la línea roja, es que, en la práctica, se permita a los hombres acceder incluso con bermudas y chanclas, porque alguno en mi grupo entró así, y, en cambio, le den el alto a voces una mujer en pantalón largo, para que se tape con el pseudo pareo que dan (esto lo vi en Varlaam, donde había un follón bastante más considerable en la taquilla, que en San Esteban). En resumen, lo de la tela pudo tener cierto sentido en el ambiente calmado que vimos en San Esteban, pero en Varlaam quedó ridículo. No obstante, al final, es solo una anécdota, que le dio un toque pintoresco a la visita a Meteora.


Reto Viajero TESOROS DEL MUNDO
Visitado MONASTERIO DE SAN ESTEBAN (AGIOS STEFANOS).
% de Tesoros ya visitados de Meteora: 7'7% (estando aún esta visita incompleta).
% de Tesoros del Mundo ya visitados: 4'4% (estando aún esta visita incompleta).


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