No era consciente de la cantidad de tiempo que hacía que no disputaba la Carrera Popular Villa de Olivares. Tampoco de los años transcurridos desde que la corrí por primera vez. Fue en 2002, en los albores de mi trayectoria como atleta popular. Entonces, participé en la quinta edición de esta prueba, cuando Olivares aún me parecía un remoto lugar.
Luego, en 2008 el destino me llevó a vivir a Villanueva del Ariscal, que dista apenas un par de kilómetros, y Olivares pasó a ser una localidad muy familiar para mí. A raíz de eso, en 2011 volví a correr su carrera. Habían pasado nueve años desde la primera vez.
Después, regresé en 2012, 2014, 2015 y 2016, lo que significa que, en seis años, participé en cinco ocasiones en la prueba olivarense. Por aquel entonces, para mí era una cita ineludible cada mes de octubre. No obstante, sin que hubiera una razón concreta, desde 2016 había ido obviando la carrera hasta este 2024, en el que he cruzado de nuevo su meta.
Habían vuelto a transcurrir casi tantos años como en el otro lapso de tiempo. Esta vez fueron ocho, hasta que puse la cuenta a cero el domingo.
El caso es que, en 2024, de nuevo me ha apetecido un montón participar en la Carrera Popular Villa de Olivares. Lo cierto es que voy a Olivares constantemente, no solo porque es un pueblo que está muy cerca de Villanueva y lo atravieso corriendo cuando tiro en esa dirección, sino también porque llevo a Julia a inglés y a baile al menos un par de veces por semana. Esto lo hago desde hace una década, pero este otoño se me activó el deseo de volver a competir por las calles de Olivares, y no me he quedado con las ganas.
La verdad es que la Carrera Popular Villa de Olivares tiene una serie de cosas buenas que no cambian. De esto ya hablé en el post que escribí, cuando participé en la edición de 2016. La primera de ellas es que no modifican el circuito desde hace lustros. Quizás haya gente a la que no le guste esa fijación, porque no es corriente que una carrera establezca un recorrido y lo mantenga año tras año, pero, para mí, es un aliciente. Además, la Carrera Popular Villa de Olivares se celebra siempre en la misma fecha, y se anuncia con mucha antelación. Aparte, como puntos a favor, también se puede añadir que tiene los kilómetros marcados, y que la distancia total no solo es redonda, sino que es de 10.000 metros. Es muy común lo de diseñar itinerarios de una longitud cualquiera, pese a que, en mi opinión, los corredores agradecemos el hecho de disputar cincomiles o diezmiles. En Olivares, eso parece que lo tienen claro.
Sin embargo, pese a todo lo dicho, la participación en la Carrera Popular Villa de Olivares ha bajado. Es una pena que esta edición de la prueba, que era la 25, haya sido menos multitudinaria que ninguna otra en la que yo haya tomado parte. En efecto, este 2024 hemos entrado en meta 183 corredores, mientras que fuimos 437 (2002), 1.437 (2011), 766 (2012), 412 (2014), 289 (2015) y 355 (2016) en mis demás concurrencias. Tanta disparidad se debe a varias razones. En primer lugar, hasta 2011, inclusive, la inscripción era gratuita. Eso no se notó numéricamente en 2002, porque ese año pertenece a una etapa en la que el running aún era footing y las carreras no se petaban. Luego, en 2011 coincidió el boom del atletismo popular que vivimos, con el hecho de que aún no costó dinero sacar el dorsal, lo que hizo que no fuera normal la cantidad de gente que corrió. La cifra de 2012 tampoco estuvo mal, porque la inscripción ya sí costó 5 euros.
Desde 2014, apuntarse vale 6, que es un precio bastante decente, pero el desembolso necesario hizo que la cifra de participantes se estabilizara en torno a los 400. Lo que pasa es que, en 2015, el tiempo estuvo lluvioso, lo que explica que bajara la afluencia. En 2016, aún acabaron 355 runners, como he comentado, por lo que me ha extrañado que este 2024 la cifra no haya llegado a los 200. No obstante, si se piensa bien, no es tan sorprendente, porque el domingo hubo otras dos carreras no muy lejos. Una de ellas fue en Tomares. Allí, cruzaron la meta justo 400 personas. Estoy seguro de que alguna hubiera ido a Olivares si no hubiera tenido que elegir. Sin embargo, el coloso al que se enfrenta la Carrera Popular Villa de Olivares, desde hace años, es la Carrera Solidaria Tus Kilómetros nos dan Vida, que el domingo congregó a 3.347 corredores en Sevilla. Es una barbaridad. En 2016, aún no coincidía en fecha con esa cita, pero ahora parece que se ha consolidado que compartan domingo, y eso es un problema. Veremos a ver.
Por lo que a mí respecta, este año he hecho mi peor tiempo de siempre. Es lógico, porque la edad no perdona. Así, en 2002, con 25 tacos, terminé en 42:15 sin despeinarme, y en las siguientes participaciones hice algo más, o algo menos, en función del estado de forma puntual de ese momento. En base a eso, marqué, sucesivamente, 43:00 (2011), 44:50 (2013). 40:25 (2014), 41:12 (2015) y 43:04 (2016). En 2024, he parado el crono en 45:46. He quedado en el puesto 56.
Yo, como suele ocurrir desde hace tiempo, el otro día fui bastante estable, a pesar de las cuestas, aunque la primera vuelta la hice más rápido que la segunda. En efecto, marqué justo 22:30 en el kilómetro 5, pero hice la segunda mitad de la carrera en 23:16. Lo cierto es que, el hecho de que fueran tan favorables los 2.500 metros del principio, provocó que saliera demasiado rápido. Me controlé, porque sabía lo que me esperaba, pero no lo suficiente. Eso hizo que, en la segunda parte de la primera vuelta, cuando la cosa se puso dura, fuera menos suelto de lo recomendable. Aun así, hice los kilómetros 3, 4 y 5 en 4:35, 4:36 y 4:37. Después, me lancé de nuevo hacia abajo, en el tramo bueno, yendo más lento que al comienzo, pero marcando 4:26 y 4:27 en cada parcial. Lo chungo vino en el duro final, en el que no me hundí, pero en el que sí tuve que aflojar el ritmo. Mi media global fue de 4:35. Con respecto a las posiciones, en el primer punto en el que nos controlaron el paso, que estaba colocado en el kilómetro inicial, iba el 46, en la segunda vuelta pasé por ese mismo lugar en el puesto 55, y acabé el 56. La verdad es que no éramos muchos, la prueba se abrió pronto, y, por ello, hubo pocos adelantamientos.
En suma, me gustó volver a la carrera de Olivares, no solo por lo que significa para mí competir por las calles de ese pueblo, sino también por el ratillo que eché en los prolegómenos, en los que estuve charlando con un par de viejos conocidos. Las caras amigas, cuando uno corre tan cerca de casa, no son pocas entre los participantes, e incluso entre el público, lo que le da a la cita un aliciente extra. Me da que no va a pasar casi otra década, hasta que regrese a la Carrera Popular Villa de Olivares.
Reto Atlético PROVINCIA DE SEVILLA 105 CARRERAS
Completada Carrera en OLIVARES.
En 2002 (año de la primera carrera corrida en Olivares), % de Municipios de la Provincia de Sevilla en los que había corrido una Carrera: 4'7% (hoy día 37'1%).
Reto Atlético 1.002 CARRERAS
Carreras completadas: 256.
% del Total de Carreras a completar: 25'5%.
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