En el séptimo post que escribo sobre el municipio de Almonte, por fin puedo hablar de su capital, que se llama igual. Hasta ahora, solo le había prestado atención a las dos pedanías de dicho municipio. En efecto, a la aldea de El Rocío le había dedicado un artículo, y a Matalascañas otros cinco, nada menos. El pasado domingo, de manera improvisada surgió la posibilidad de dar un paseo por el pueblo de Almonte, y después de muchos años logré poner mis pies en esa emblemática población. Es el momento de brindarle unas palabras.
El caso es que, el sábado 9 de noviembre María hizo la primera prueba de la oposición que empezó a preparar hace varios meses, y la aprobó, lo que implica que podrá ir al segundo ejercicio. La alegría y el alivio por haber pasado fase fueron tremendos. Dada la importancia del examen, la tensión que ella está soportando es brutal, y yo reconozco que también estoy nervioso. El esfuerzo lo está haciendo María, pero yo, aparte de cubrir el tiempo que echa estudiando, no puedo evitar acompañarla en el sentimiento. En vista de eso, tras el sábado agotador que vivimos, el domingo por la mañana, dado que las noticias habían sido buenas, al levantarnos de la cama los dos sentimos la necesidad de coger carretera y manta. Sobre la marcha, decidimos ir a disfrutar de una jornada de sol playero otoñal.
Como siempre que se nos ocurre ir a la playa de una forma poco planificada, optamos por ir a Matalascañas, pero esta vez pensamos en explorar un nuevo recorrido. Lo normal para nosotros es ir por la autovía A-49, hasta la altura de Bollullos Par del Condado, y luego coger la A-483, que conduce a la costa. Sin embargo, hay una ruta alternativa, menos rápida, pero más bonita, que lleva hasta la localidad de Almonte por la A-747. La misma pasa por Bollullos de la Mitación, que está cerca de Villanueva del Ariscal. En nuestro caso, enganchamos esa carretera allí. En realidad, tanto la A-483, como la A-474, bordean Almonte, pero, por el camino habitual uno va lanzado en dirección al mar por una amplia y recta vía, que provoca que parezca absurdo entrar en el pueblo. El domingo, en cambio, yendo por la A-474, después una hora atravesando olivares y pinares, ignorando el reloj y el ritmo, hacer una parada en Almonte nos pareció una idea magnífica.
El término de Almonte es el decimonoveno más extenso de España. Dado que hay 8.132 municipios en nuestro país, no es una locura decir que Almonte pertenece a la élite, en lo que a superficie se refiere. Aparte, lo habitan unas 25.000 personas, lo que lo convierte en el tercero más poblado de la provincia de Huelva. De ellas, unas 2.700 viven en Matalascañas, otras 1.700 están censadas en El Rocío, y, por último, 21.200, aproximadamente, residen en la capital municipal, que tiene una entidad considerable. En esta, el lugar central, tanto simbólico, como físico, lo ocupa la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
... y que en ella está el Monumento a la Virgen del Rocío...
... pero, sin embargo, la iglesia más importante de la localidad está dedicada a la Virgen de la Asunción. Nosotros pudimos entrar a verla, porque coincidimos con el final de la misa de 12 del domingo.
Por tanto, no hay que confundirse. La Virgen del Rocío está siempre en El Rocío, y solo la llevan desde allí hasta Almonte en agosto, cada siete años. En la capital municipal permanece 9 meses, y regresa a su ermita antes de que llegue la fecha de su romería anual.
Además del de la Virgen del Rocío, por las calles de Almonte se reparten otros cuantos monumentos. Para mí, tampoco era el momento de ir a verlos todos, pero, en el paseo que nos dimos, sí nos encontramos con el original Monumento al Lince, que está en la Calle Niebla. Es obra del escultor bilbilitano Luis Moreno Cutando.
He dicho que la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es el centro neurálgico de Almonte, y esto es muy palpable si uno llega desde el este por la A-474, porque esta carretera prácticamente sigue una línea recta en sus últimos kilómetros, mientras se acerca al pueblo, y al convertirse en vía urbana continúa siendo rectilínea, hasta que alcanza la Plaza de la Virgen del Rocío, que se encuentra situada en el meollo de la población, y que alberga la iglesia. Eso sí, todo ese segmento urbano tiene dos tramos bien diferenciados. En el primero, la calle está asfaltada y se denomina Calle Padre José Antonio Domínguez Bejarano.
No obstante, a partir del ensanchamiento de la Plaza de España, hasta la Plaza de la Virgen del Rocío la vía pasa a llamarse Calle El Cerro, y está adoquinada.
Nosotros aparcamos en la Calle Padre José Antonio Domínguez Bejarano, al poco de entrar en el pueblo. Desde allí, nos dimos un buen paseo, contemplando lo arreglado que se conserva el centro almonteño. En él, las calles tienen un aspecto típicamente andaluz, ya que están flanqueadas por casas de una planta, con la fachada encalada y el zócalo de piedra o de ladrillo.
Después de la paradita para tomar el aperitivo en La Martina Vinos & Tapas, regresamos al coche y reanudamos la ruta hacia nuestro destino, que era Matalascañas. Allí, aparcamos en el Sector C o Cerceta, donde ya había estado un par de veces. La bajada a la playa en esa zona, cuando no hay apenas gente en la arena, me encanta.
La principal novedad de esta visita a Matalascañas fue, que nos pegamos una larga caminata por la Playa de Matalascañas, hasta que llegamos a la altura de Caño Guerrero. La vuelta, la hicimos por el Paseo Marítimo, partiendo del ensanchamiento que abarca todo el frente costero del Sector P, y que ejerce de epicentro de Caño Guerrero. Desde allí, regresamos al tramo del Paseo que pertenece al Sector C, pasando por los trozos que son parte de los sectores N (Nutria), M (Malvasía) y D (Dehesa de las Marismas).
El Paseo Marítimo de Matalascañas es muy estrecho y a mí no me gusta mucho, pero la playa a la que se asoma es una maravilla.
Aparte, en Caño Guerrero lo que hicimos fue comer como está mandado. El restaurante se encontraba muy cerca del otro al que fui en octubre.
Aquel me agradó, pero esta vez decidimos cambiar, y nos sentamos en el Restaurante Panseco. Yo no soy muy de pescado frito, pero María sí, así que pensé que el sitio para pedirlo era ese, y que era el día perfecto para que se diera el gustazo. Por eso, además de una rica ensalada, pedimos una fritura variada. No nos arrepentimos.
La jornada en Matalascañas en esta ocasión tuvo el valor añadido de que me pasé también, por primera vez, por la capital de su municipio. A la localidad costera está claro que volveré, más pronto que tarde. A Almonte, por su parte, le rendiré otra visita cuando pueda, pero, al menos, ya tengo una idea aproximada de como es.
Reto Viajero MUNICIPIOS DE ANDALUCÍA
Visitado ALMONTE.
En 1994 (primera visita incompleta), % de Municipios ya visitados en la Provincia de Huelva: 2'5% (hoy día, confirmada ya esta visita, 30'4%).
En 1994 (primera visita incompleta), % de Municipios de Andalucía ya visitados: 1'5% (hoy día, confirmada ya esta visita, 22'2%).
En 1994 (primera visita incompleta), % de Municipios ya visitados en la Provincia de Huelva: 2'5% (hoy día, confirmada ya esta visita, 30'4%).
En 1994 (primera visita incompleta), % de Municipios de Andalucía ya visitados: 1'5% (hoy día, confirmada ya esta visita, 22'2%).
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