22 de julio de 2016

VILLAFRANCA DEL BIERZO 2016

Los días que hemos estado en el Bierzo nuestro centro de operaciones se ha ubicado en el Camping el Brejeo. El mismo está en Vilela, una pedanía de Villafranca del Bierzo que tiene unos 260 habitantes. En todo Vilela no hay un solo piso, es un pueblo residencial, pero está formado por casas con jardines independientes, algunas más remozadas, otras menos. El camping es pequeño, se encuentra al final del pueblo y es muy modesto, pero sus instalaciones están limpias y, sin grandes alardes, bastan para lavarse y para lavar. Su bar, que parece hacer las veces de bar del pueblo, no invita demasiado a consumir, pero, más allá de eso, estuvimos en la zona de acampada casi solos y dado que la misma está en mitad de la naturaleza, que es muy tranquila y que tiene abundante sombra, pues el camping resultó ser un lugar bastante agradable.


Como no había casi nadie las niñas se movieron por allí con total libertad y eso les gustó, pese a que el camping no tiene zona de baño, como dice la Web. Sin embargo, más barato no puede ser, por lo que, en conjunto, nos fuimos de allí suficientemente contentos. 

Villafranca del Bierzo queda a tiro de piedra de Vilela, así que acabamos yendo al pueblo matriz todos los días. De hecho, por una falta de previsión, el primer día, nada más llegar por la tarde, tuve que ir de un salto a comprar algo de cena. Por suerte encontré un supermercado abierto de milagro, pero compré lo justo y eso hizo que al día siguiente tuviéramos que volver a comprar más comida. El tercer día sí que fuimos a dar una vuelta algo más pausada por el pueblo: fuimos a tomarnos un café y después pudimos darnos un paseo bastante completo, antes de ir a bañarnos y a comer a la Piscina Fluvial de Toral de los Vados. Los dos días anteriores ya había visto que el pueblo merecía la pena, pero la verdad es que la visita había estado centrada en ir al super. El día del paseo la estancia en Villafranca del Bierzo, una villa señorial que fue declarada Conjunto Histórico Artístico en 1965, tuvo otro talante.


Villafranca del Bierzo es de esos pueblos que engañan, porque la cantidad y la entidad del patrimonio que tienen no es proporcional con su cantidad de población. En efecto Villafranca, seguramente porque pasa por sus calles el Camino de Santiago, tiene un buen número de edificios llamativos y tiene también una cantidad de servicios, al menos en verano, que no se corresponde con los 2.200 habitantes que pueblan su casco urbano (el municipio cuenta en total con unos 3.100). Así pues, peregrinos hay muchos por el pueblo, bares en su Plaza Mayor también y de edificios imponentes tampoco anda corto. 

La Calle del Agua (también llamada Calle Ribadeo), atraviesa de lado a lado el centro de Villafranca y fácilmente nos transporta al pasado por las fachadas blasonadas de sus casas señoriales renacentistas y barrocas, así como por la piedra de su suelo. Hoy día es una calle tranquila, pero se ve que en otro tiempo se concentró en ella gran parte de la actividad de la villa.



Al este de la Calle del Agua está la Plaza Mayor, un espacio amplio bastante atractivo y espacioso, pero que tiene, a mi parecer, demasiadas terrazas con sillas y coches que no permiten ver con perspectiva sus soportales y sus casas antiguas (seguro que en invierno es diferente). 


Sin embargo, la Calle Doctor Arén que sale de ella me gustó por su vida y por su trasiego de gente. Se ve que esta calle es la que ha heredado de la Calle del Agua la actividad comercial.

También me gustó el Puente Medieval, atravesado por los peregrinos, como no, que pasa por encima del Río Burbia, cuya ribera está acondicionada en ese punto para el paseo.


Igualmente es muy bonito el Jardín de la Alameda, un espacio que está adyacente a la parte más céntrica del pueblo, pero que queda entre esta y una zona de viviendas más modernas. El jardín, de estilo francés, está repleto de cuidados setos, flores y fuentes, todo distribuido de una manera bastante armoniosa. En su centro está emplazada La Chata, una fuente del siglo XVI.


En el centro de Villafranca hay hasta tres iglesias bastante monumentales, una colegiata y tres conventos. Todos son edificios llamativos. 


Es evidente que eso está relacionado con el hecho de que la ruta francesa del Camino de Santiago atraviesa la población unos kilómetros antes de adentrarse en Galicia


Aparte de los comentados hay otro edificio que seguro que sí que está relacionado con el Camino de Santiago y precisamente fue ese el que vimos por dentro, el último día, cuando fuimos a desayunar a la Plaza Mayor como manera de despedirnos de la zona. La misma ya la habíamos visto bien, es imposible no pasar por ella al moverse por el centro. Sin embargo, esta vez no solo la atravesamos, sino que nos detuvimos a desayunar en uno de los veladores que he criticado (agradables son, no lo niego). Por casualidad nos sentamos en un bar llamado Bar Restaurante Sevilla. Allí pudimos tomar nada menos que pan con aceite y tomate (esto ha cambiado, no hace tanto era difícil desayunar en el norte de España pan de verdad en tostadas, hoy día es habitual).

Después cogimos el coche y nos fuimos a la parte alta del pueblo, que no es muy extensa y que es la única por la que no habíamos paseado. En ella está el Castillo de Villafranca del Bierzo, que no se puede ver por dentro, ya que es de propiedad privada, y también la Iglesia de Santiago, un templo románico del siglo XII.

Durante todos los días me había resultado agradable ver a tantos peregrinos por el pueblo, me trajo muy buenos recuerdos de 2002, cuando María y yo hicimos el Camino de Santiago desde Oviedo. Fuimos por la Ruta Primitiva y enlazamos con el Camino Francés en Palas de Rei, algo más adelante de Villafranca del Bierzo. Ver la Iglesia de Santiago avivó más, si cabe, ese recuerdo, ya que la misma está ubicada precisamente a la entrada del pueblo por el lado por el que llega el Camino, al borde de la ruta que siguen los peregrinos.

Al Camino da la Puerta del Perdón, preciosa, pero que es lateral y se encuentra cerrada. Esta puerta es muy armoniosa y tiene una gran importancia en el conjunto del Camino de Santiago, ya que ante ella los peregrinos enfermos que no estaban en condiciones de proseguir la ruta podían obtener el jubileo.


Al templo se entra por la portada. Es muy sobrio, consta de una sola nave y no tiene altar en la cabecera, sino que el retablo de madera está en una capilla lateral. En el tiempo que estuvimos allí fueron varios los peregrinos que llegaron y pararon a sellar su credencial en la iglesia. A las niñas, que no conocían hasta hace unos días la existencia del Camino de Santiago, la idea de ir de aventura caminando con un palo y una mochila, siguiendo un camino marcado con conchitas, en plan Dora la Exploradora, les encantó, tanto que han estado tres días haciéndole fiesta a cada concha que hemos visto señalada. A mi también me ha traído muy buenos recuerdos, como he dicho, de manera que a lo mejor dentro de unos años, cuando crezcan un poco, repetimos la experiencia con ellas, quizás por este Camino Francés.

Tras la última parada llegó el momento de despedirnos por esta vez de Villafranca del Bierzo. Quedaba desmontar la tienda y coger el camino a la siguiente parte de nuestras vacaciones, la asturiana.



Reto Viajero POBLACIONES ESENCIALES DE ESPAÑA
Visitado VILLAFRANCA DEL BIERZO.
% de Poblaciones Esenciales ya visitadas en la Provincia de León: 80%.
% de Poblaciones Esenciales de España ya visitadas: 31'7%.


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