19 de agosto de 2017

MADRID 2017 (VISITA DE AGOSTO)

Por segunda vez en este 2017 recalamos en Madrid. En mayo, la visita dio bastante de sí, pero en esta ocasión la estancia fue muy fugaz, ya que solo estuvimos de paso en la ciudad, camino de Amsterdam, el día 8 de agosto, y de vuelta de la capital neerlandesa el día 15.

Al volver de los Países Bajos, con la idea de despedirnos a lo grande de esta segunda etapa de nuestras vacaciones veraniegas, tuvimos la suerte de poder dormir, gracias una vez más a mis padres, en un buen hotel en el Distrito de Salamanca. El objetivo era disfrutar del alojamiento y sentir un poco Madrid, pese a que apenas íbamos a estar allí unas horas.

El día 8, por contra, primó el lado práctico y nuestro alojamiento (el Senator Barajas Hotel) estuvo cerca del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. En esta ocasión, el hotel resultó ser un poco decepcionante, pese a tener cuatro estrellas. No estuvo mal, pero hubo una serie de detalles que sumaron negativamente. El más importante fue que la supuesta habitación triple resultó ser una doble con dos camas un poco más grandes de lo normal. En los hoteles, las habitaciones triples suelen tener tres camas, o todo lo más dos camas normales y una supletoria, pero en el Senator Barajas Hotel consideraron que en una habitación triple es suficiente poner dos camas grandes donde quepan tres (y no es lo mismo). Aparte de esto, el hotel tiene un aire un tanto añejo, no está viejo, pero parece un hotel para turistas de la Costa del Sol



Por otro lado, el desayuno bufé no estuvo mal, pero los he visto más cuidados. En general, el hotel tenía pinta de ser el típico alojamiento adonde las empresas de nivel medio mandan a sus empleados, cuando tienen que viajar por motivos de trabajo. En esos casos se busca lo práctico y los detalles no se tienen en cuenta, y eso es lo que ofrece el Senator Barajas Hotel. Es un lugar pulcro y funcional, pero no tiene pinta de que pretendan ir más allá.

Todo esto tampoco importó demasiado, por otro lado, porque el verdadero gustazo nos lo pensábamos dar a la vuelta en el Hotel VP Jardín de Recoletos. Las circunstancias, sin embargo, hicieron que la estancia del día 15 tuviera un sabor algo más agridulce de lo deseado, ya que, al poco de recoger el coche del aparcamiento de larga estancia del aeropuerto, la aguja de la temperatura se disparó y eso acabó marcando por completo los días que nos quedaban de vacaciones. De hecho, la propia estancia en la capital se vio alterada por el incidente.

Para empezar, tuvimos que parar de improviso en un lugar de Madrid totalmente desconocido. Afortunadamente, Mapfre respondió perfectamente, la grúa tardó solo veinte minutos y el seguro también nos envió un transporte para llevarnos al hotel. Lo malo fue que nuestro coche durmió en un depósito de la aseguradora, de manera que nos acostamos sin saber qué íbamos a hacer con él y qué iba a pasar con lo que nos quedaba de vacaciones. Al final, encontramos una buena solución al día siguiente, pero es evidente que nuestras horas en Madrid estuvieron mediatizadas por completo por el incidente del coche, hasta el punto de que, en esta ocasión, todo lo que vi outdoors fue la Calle Gil de Santibañes (en la foto de abajo), que es donde estaba el hotel, y la Calle Princesa, donde estaba el local de Hertz en el que acabamos alquilando un coche a la mañana siguiente. También tuve la suerte de recorrer la desolada Calle del Cidro, en el Distrito de Carabanchel, que es donde estaba el depósito adonde llevaron nuestro Seat León. Total, que más vale centrar la crónica en lo que hicimos en el hotel. En esta visita hay que quedarse con eso.


El Hotel VP Jardín de Recoletos es un aparthotel de 4 llaves lujo (la máxima categoría de este tipo de establecimientos), que está en un lugar envidiable, en la zona del Distrito de Salamanca más cercana al Paseo de Recoletos. Como dije antes, en el Senator Barajas Hotel hubo unos cuantos detalles negativos, pero en el Hotel VP Jardín de Recoletos todos fueron muy positivos, ya que, para empezar nos dieron una suite al precio de una habitación normal (hubo un ligero mal entendido a la hora de hacer la reserva y compensaron así a mi madre). La habitación fue un lujo (tenía bebidas gratis en el minibar, albornoz, jacuzzi, ducha de hidromasaje,... y era bastante espaciosa), pero, además, tenía una terraza muy agradable (no destacaba por sus vistas, como es lógico dada la ubicación del hotel, pero era amplia y estaba muy cuidada).


Con respecto a la cena, la noche había empezado torcida y cuando llegamos al hotel, hechos polvo de cansancio y algo nerviosos, ya pasaban las diez. En esas circunstancias, quedarnos a cenar en el restaurante del hotel (Restaurante Jardín de Recoletos) era la mejor idea, aunque parecía tener un punto más lujoso de lo que es normal para nosotros. Pese a esto, decidimos probar, y la verdad es que la cena fue como un oasis de paz en mitad de una situación un poco desagradable. La terraza interior del restaurante, rodeada de vegetación, resultó ser un lugar encantador. Allí no llegaba ningún ruido de la calle y cenamos escuchando el sonido del agua. En la terraza había un buen número de mesas con comensales (gente con pinta de tener pasta, a decir verdad) pero estaban bastante espaciadas. Gracias a todo eso, disfrutamos de una cena genial. Realmente, el restaurante es caro, pero pedimos un salmorejo cordobés por persona, compartimos una croquetas de ibérico y un taco de aguacate con salmón marinado, y con eso cenamos más que de sobra. Aquel rato fue como un bálsamo. Para rematar, a la mañana siguiente el bufé de desayuno fue sensacional por su variedad.

Después del desayuno llegó el momento de coger el toro por los cuernos y tomar decisiones. El seguro nos llevaba el coche a Sevilla y nos ofrecía un día de coche de alquiler para ir a casa... pero no queríamos acabar así las vacaciones. Fueron momentos complicados, volvernos hubiera sido lo más cabal, pero ese hecho se me hacía bastante duro y María propuso ampliar por nuestra cuenta el alquiler del vehículo, saltándonos bastante nuestro ajustado presupuesto para la semana, ir al depósito, cambiar el equipaje de nuestro maletero al del coche de alquiler, y seguir con nuestros planes de camping como si nada hubiera pasado.

El plan era un pequeña locura, pero la idea llegó como un soplo de aire fresco, cuando todo parecía perdido. Aparte de eso, para que la locura no se saliera de madre yo propuse cambiar nuestro destino. Ir a Navarra, al punto opuesto de España de donde está nuestra casa, hubiera sido demasiado en esas circunstancias. Nos íbamos a gastar más de 300 euros extra en un coche alquilado y era preceptivo ahorrar gasolina e irnos a un lugar que estuviera más a mano, recortando también un día las vacaciones. Por ello, había que cambiar sobre la marcha de objetivo. Durante un rato lo pensamos y, al final, decidimos ir a Cazorla, pero esa historia corresponde ya a otro post. 



Reto Viajero POBLACIONES ESENCIALES DE ESPAÑA
Visitado MADRID.
En 1988 (primera visita consciente), % de Poblaciones Esenciales ya visitadas en la Comunidad de Madrid: 7'7% (hoy día 19'2%).
En 1988 (primera visita consciente), % de Poblaciones Esenciales de España ya visitadas: 4'4% (hoy día 32'2%).

Reto Viajero PRINCIPALES CIUDADES DEL MUNDO
Visitado MADRID.
En 1988 (primera visita consciente), % de Principales Ciudades del Mundo que están en Europa que ya estaban visitadas: 2'7% (hoy día 40'5%).
En 1988 (primera visita consciente), % de Principales Ciudades del Mundo que ya estaban visitadas: 1% (hoy día 17'%).


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