4 de noviembre de 2017

CARRERA POPULAR FRAN CASTILLO 2017

Hace un año y pico, se celebró en Villanueva del Ariscal, por primera vez, una carrera auspiciada por el Ayuntamiento, después de que no hubiera cuajado la prueba que organizó en el pueblo la Hermandad Sacramental, en 2013 y 2015, ni tampoco la que, con anterioridad, se había currado el profesor de educación física del instituto, y de la que se disputaron otras dos ediciones. Todas esas competiciones fueron autorizadas por el consistorio, pero poco más hizo este para que se llevaran a cabo. Así es difícil que un evento atlético tenga continuidad. 

En 2016, los responsables municipales ya sí dieron un paso al frente, y se hicieron cargo de la puesta en marcha de una carrera que discurriera por Villanueva, pero cometieron el error de programar una simple milla, y, aparte, la organización del día clave, por inexperiencia, estuvo plagada de errores y acabó siendo un despropósito. Afortunadamente, se salvaron los muebles, gracias a que la participación fue bastante reducida, y gracias, también, al apoyo del Club Atletismo Guadiamar al que pertenezco, pero, tras aquella primera edición, quedó bastante claro que la Milla Nocturna Solidaria no iba a tener una vida muy larga.

Un año después de aquello, ha vuelto a surgir del Ayuntamiento la iniciativa de organizar una prueba, haciendo las cosas mejor, en este caso. Realmente, la puesta en marcha de la Milla, ante la poca experiencia oficial, recayó sobre los hombros de Fran Castillo, que es el presidente del Club Atletismo Guadiamar y que es natural de Villanueva, además de ser, aún hoy día, un atleta capaz de subir a bastantes podios (ya es veterano, pero llegó a correr un maratón en 2h27). Fran está muy metido en el mundillo del atletismo popular, y fue el que logró que la Milla Nocturna Solidaria no acabara en desastre, tras haber llevado para delante, él mismo, la mayor parte del trabajo logístico previo (el problema fue que lo que no hizo él, no lo hizo nadie). Recordando aquello, yo creo que los del Ayuntamiento, siendo conscientes de que otra vez iba a ser Fran el que se iba a tener que pegar el curro de levantar la nueva carrera, decidieron que la misma fuera un homenaje a su trayectoria y se llamara Carrera Popular Fran Castillo.


Para la realización de la Milla, fuimos varios del club los que pusimos nuestro granito de arena para echarle una mano a Fran, en momentos organizativos puntuales (sobre todo el día de la prueba), y esta vez ha vuelto a ser igual, aunque en esta ocasión yo he podido hacer menos que entonces, si cabe. Aun así, la tarde antes de la cita sí me la pasé entera con la espalda doblada, haciendo las bolsas de regalos, por ejemplo. La misma mañana de la carrera, además, me responsabilicé de distribuir a los voluntarios por un sector del circuito, y de controlar que el recorrido de las competiciones de niños estuviera bien surtido de gente cortando las calles. Aparte, como no, ejercí de corredor.


En efecto, el pasado miércoles no quise faltar a la cita, a pesar de que mañana, apenas 72 horas después de haber ido a tope en ese 10.000, me voy a enfrentar a otro de esos desafíos que ponen los pelos de punta: el Doñana Trail Marathon.

Con respecto a la organización de la Carrera Popular Fran Castillo, yo creo que esta finalmente fue un éxito. La línea de salida y de meta estuvieron situadas junto a la entrada del Parque de la Cruz de Velasco, y al acabar se pudo disfrutar allí de un ambigú, que montó la asociación De Tú Mano, para recaudar dinero. El rato de después de la carrera, en este caso fue una gozada, ya que el Parque se animó a tope, se sacó mucho dinero para los proyectos de la asociación, y todos los que quisieron (yo quise), pudieron pasar un mediodía muy agradable en familia, disfrutando de unas tapas y de unas bebidas.



Desde el punto de vista deportivo, la prueba también salió bien, aunque el circuito elegido no hizo justicia al pueblo, porque la policía local no dio permiso para que se atravesara el centro, por lo que el recorrido estuvo un tanto escondido. Pese a esto, se le sacó el máximo partido a las posibilidades que había, y se programó una carrera de 10.000 metros que tuvo su encanto. La salida, como he dicho, se dio junto al Parque de la Cruz de Velasco, que está ubicado en el extremo noroeste de la localidad, y en una primera vuelta los corredores bordeamos parte de la pequeña zona residencial de Villanueva, que queda por allí, y luego circulamos unos 2 kilómetros por caminos.


Después de esto, el trazado volvió a entrar en el casco urbano, para pasar de nuevo por delante del Parque. A continuación, recorrimos completa la Avenida de Andalucía, que ejerce de travesía en Villanueva (realmente, esa calle es un trozo de la SE-512, que une Espartinas con Olivares), y, tras bordear el Polígono Industrial Viña Tinta, nos volvimos a meter por caminos.


A partir de ahí, todo fue por tierra, salvo los últimos 300 metros, en los que volvimos a transitar por el pueblo, buscando ya la línea de meta. Sin duda, el recorrido fue atractivo para los amantes de los trails, dado que corrimos por caminos, que, si bien no están en mal estado, sí tienen trozos irregulares y con piedras sueltas. El circuito no tuvo cuestas empinadas, pero fue quebrado, y estuvo surtido de subidas y bajadas, no muy acusadas, pero sí larguillas. En definitiva, correr por los alrededores de Villanueva del Ariscal no es hacerlo, precisamente, por la naturaleza salvaje. En realidad, se va por un carril de tierra de unos tres o cuatro metros de ancho, que discurre entre chalets y parcelas con cultivos, pero no tiene nada que ver ir a la carrera por ese terreno, que hacerlo por asfalto.


En general, a la prueba yo solo le pondría un par de pequeñas pegas. Para empezar, no estaban marcados los puntos kilométricos. Yo conocía al dedillo el recorrido, pero valoro bastante que los kilómetros estén señalizados en las carreras, y en Villanueva no había ni una referencia (el año que viene intentaré involucrarme, para poner yo mismo carteles que marquen las distancias). Aparte, no hubo speaker profesional, y la ceremonia de premios lo acusó un poco. Ese es otro detalle que se puede mejorar.

En cualquier caso, la carrera para mí fue muy especial, por dos razones: la primera porque se disputó por los caminos por los que entreno a diario. Eso le dio un sesgo entrañable a la cita. Aparte, estaba en juego el premio al mejor atleta local de cada categoría, y, en consecuencia, me entretuve peleando por el de la mía (yo solo suelo competir por superarme a mí mismo, por lo que había que aprovechar). En la Milla Nocturna de 2016 conseguí llevarme el premio al mejor veterano autóctono, y en la segunda edición de la prueba que organizó la Sacramental, en 2015, también, pero, por fortuna, el atletismo popular goza de buena salud, y en el pueblo han salido corredores de debajo de las piedras... Ahora es encarnizada incluso la pelea por un premio menor, como es ser el mejor Veterano A Local. Yo conozco, más o menos, a todos los que corren en Villanueva, y, aunque siempre puede aparecer algún tapado, sabía quienes eran los dos rivales a batir. Detrás de Javier Toscano, uno de ellos, me fui, a sabiendas de que no tenía nada que hacer, porque entreno con él de vez en cuando, y se que, hoy por hoy, no lo acompaño si él no se deja. Aun así, me puse a su espalda y seguí de cerca su estela unos 2 kilómetros.


Pasado un rato, se me fue, y aunque lo fui viendo mucho tiempo, pronto me convencí, de manera definitiva, de que el premio esta vez no me lo llevaba yo. Para colmo, en el kilómetro 5 me adelantó Antonio Jesús Romero, otro atleta local de mi generación, que también ha mejorado muchísimo en un par de años. Ni intenté seguirlo (finalmente quedó primero Javier, con una marca de 40:59, luego Antonio Jesús, con 41:08, y tercero yo, con 42:37). En este caso no había medalla de bronce, así que no hubo nada que hacer. Acabé en el puesto 40, de 214 participantes.


Mi sensación es que fui bien. En la Carrera Popular Casco Antiguo del pasado 22 de octubre había marcado 42:39, en un recorrido mucho menos irregular, así que, aunque en Villanueva casi calqué el tiempo, noté que había ganado bastante punch. En líneas generales, fui estable, y disfruté a tope de los últimos 150 metros, rectos y picando abajo.

Sin embargo, la verdad es que el mejor momento familiar del día no lo protagonicé yo, sino Julia, que quedó segunda de la categoría Prebenjamín, nada más y nada menos.


La carrera de Julia tuvo 400 metros, y participaron en ella 20 niñas. Al principio salió rezagada, pero protagonizó una remontada espectacular, y acabó segunda, corriendo a 4:32 el kilómetro. Casi nada... Ana, por su parte, en la prueba de su categoría, tuvo el bonito detalle de permanecer junto a una amiga, que iba en una silla de ruedas empujada por su padre.

En definitiva, Fran Castillo tuvo su homenaje, aunque hay que decir que, para ello, trabajó como un loco. Los del Ayuntamiento colaboraron en mayor medida que otras veces, pero siempre fueron a remolque. Además, quizás faltó hacerle un reconocimiento más estándar en el momento de dar los premios, pero el hombre estuvo ilusionado toda la jornada, y la idea es que el año que viene se vuelva a organizar su carrera. Ojalá se cumpla ese propósito.


Reto Atlético PROVINCIA DE SEVILLA 105 CARRERAS
Completada Carrera en VILLANUEVA DEL ARISCAL.
En 2012 (año de la primera carrera corrida en Villanueva del Ariscal), % de Municipios de la Provincia de Sevilla en los que había corrido una Carrera: 19% (hoy día 34'2%).

Reto Atlético 1.002 CARRERAS
Carreras completadas: 206.
% del Total de Carreras a completar: 20'5%.

2 comentarios:

  1. Hola Carlos. Me encanta tu blog. Y en esta ocasion compartimos carrera. A ver si nos conocemos pronto!

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    1. Gracias Javier. Ya sabía que estuviste en Villanueva, lo leí poco después en tu blog :). Seguro que no tardaremos mucho en volver a coincidir

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