30 de diciembre de 2019

TOMARES 2019

A punto de finalizar 2019 voy a cumplir con mi tradición anual y voy a dedicarle un post a Tomares. Desde que escribo este blog no ha faltado uno ningún año, y dado que la pasada semana viví un bonito día en el pueblo donde pasé mi infancia y mi adolescencia, voy a mantener la costumbre.


En 2016, durante las primeras Navidades que quedaron reflejadas en En Ole Väsynyt estuvimos un día en Tomares viendo una exposición de Playmobil que se montó en las dependencias del Ayuntamiento, ubicadas en la Hacienda Santa AnaEste año me enteré por casualidad de que en el mismo sitio habían montado un belén de plastilina de más de 20 m² y, como tenía varias mañanas libres en las que iba a estar con las niñas, me pareció una actividad estupenda para hacer con ellas.


En consecuencia, el pasado jueves volví a asomar la nariz en la hacienda que desde 1987 alberga la casa consistorial tomareña. Ese edificio es la típica construcción rural del Aljarafe sevillano, una comarca donde en los siglos XVII y XVIII proliferaron las fincas para el cultivo y la explotación de los campos de olivos. En Tomares, uno de los centros neurálgicos de esa actividad en la zona, había catorce haciendas cuando el conde-duque de Olivares mandó construir Santa Ana a mediados del siglo XVII. En 1987 esta se adaptó en parte para albergar las dependencias municipales, pero fue en 2004, en los años de mayor enriquecimiento del municipio, cuando se acometió la reforma definitiva, en la que se respetó la fachada, que es donde se encuentra el actual acceso principal.


En el interior de la Hacienda Santa Ana destacan los patios, el primero de ellos es pequeño y tiene un ficus tan enorme que parece que el patio tenga techo (el árbol se ve a través de la puerta y por encima del tejado en la foto superior). El segundo es el patio del señorío propiamente dicho, que ejercía de núcleo de la parte habitable del complejo.


El tercero era el patio central de la hacienda y en la actualidad sigue siendo el más amplio de todo el conjunto.


Hoy día alrededor de esos espacios abiertos se distribuyen todas las dependencias municipales. Más allá todavía hay un cuarto patio y al oeste de todo se han conservado unos bonitos jardines. Toda esa distribución se puede ver muy bien en el dibujo inferior, que está extraído de la página web de la Junta de Andalucía.


En 2016 la exposición de Playmobil estaba montada tanto en la Sala de Exposiciones, que es el edificio que separa el tercer y el cuarto patio, como en el Salón de Plenos, que da por un lado al tercer patio y por el otro a los jardines. En esta ocasión el belén de plastilina estaba en este último. Por su parte, en la Sala de Exposiciones habían colocado una reproducción de la casa de Papá Noel, en la cual vimos a... un rey mago.



Como llegamos apurando la hora del cierre y además nos entretuvimos en los patios, cuando entramos en la casa no me quedó tiempo para indagar si el rey mago había encerrado a Papá Noel en un armario o si, directamente, a Santa le habían rescindido el contrato y le habían expulsado de su propio hogar. Bromas aparte, lo de la visita a la cabaña de Papá Noel nos lo encontramos de sopetón y no tuvimos más remedio que echar en ella unos minutos, pero lo que íbamos a ver era el belén.



Las 220 figuras del belén me encantaron, son obras de arte hechas a mano con 35 kilos de plastilina. Por lo visto, en años anteriores ya estuvieron expuestas en otras ciudades españolas.



He leído que las figuras están inspiradas en el universo del cómic, estoy seguro de que es verdad, pero a mí Ana lo que me dijo es que San José y la Virgen María tenían cara de malotes. No pude decirle que no...


Al acabar salimos a la Plaza del Ayuntamiento, donde estaba montada una gran pista de patinaje sobre hielo.


Las niñas se empeñaron en patinar y tuve que convencerlas de que no era el momento, pero esta vez el destino estaba de su lado, porque por la noche volvimos a Tomares a esa misma plaza. No fue casualidad, yo había quedado con mis amigos de toda la vida para cenar en el Mesón Casa Esteban y cuando decidí ir por la mañana a lo del belén ya lo sabía. Era consciente, por tanto, de que el jueves iba a hacer doblete en Tomares. Lo que no podía saber es que antes de la cena iba a acabar echando el rato precisamente en la Plaza del Ayuntamiento. En efecto, por la tarde los que llegamos pronto a la quedada nos fuimos allí con todos los niños para hacer tiempo y, en ese impasse, Ana y Julia sí pudieron sacarse la espinita.


Los adultos, mientras, como la tarde-noche estaba agradable nos sentamos a tomar una cerveza en el Badá Café Bar. Se da la circunstancia de que en este sitio ya estuvimos en 2016 y hablé de él en el primer post que dediqué a Tomares en este blog, pero desde entonces ha cambiado de nombre. En aquella ocasión lo que hicimos fue desayunar y no quedamos demasiado contentos. Esta vez solo nos tomamos una caña, por lo que no he podido hacerme una idea profunda de como es el nuevo negocio.

Después del rato de patinaje y de la cerveza, cuando ya estábamos todos los que habíamos quedado, llegó la hora de ir a cenar. Todos los años por estas fechas quedo con mis amigos de siempre y vamos en familia a tomar algo, somos siete (más Nacho, que nunca falta porque está presente en nuestros corazones) y es raro que podamos estar todos, ya que algunos viven por España e incluso en el extranjero, pero esta vez los astros se alinearon de manera increíble y no hubo ninguna baja. Éramos toda una tropa y, como he dicho, elegimos para la reunión el Mesón Casa Esteban, pero no fuimos al local que tienen desde 1995 (en el que estuvimos, por cierto, en 2014), sino a la nueva sucursal que han abierto muy cerca, en la Calle Virgen de los Dolores.


Este nuevo emplazamiento me trae muchos recuerdos, ya que en ese mismo local llevo 25 años viendo pasar negocios. Los últimos fueron todos restaurantes, el lugar no es muy grande, pero tiene un patio estupendo para ir con niños (el que se ve en la foto de arriba) y antes de ser Casa Esteban no fueron pocas las veces que fuimos a comer a sus antecesores, en las mismas circunstancias que el otro día. Sin embargo, retrotrayéndome más aún, ese local me recuerda a mi adolescencia, cuando yo y todos mis amigos vivíamos no muy lejos. En aquella época, a mediados de los 90, lo que se sucedían en ese sitio eran los bares de copas, cada vez que cerraban uno abrían al poco otro nuevo sin que hubiera cambiado nada, salvo el nombre. Nosotros, que no llegábamos ni a los 18 años, íbamos allí algunos días a tomar unas cañas (ya teníamos edad legal...) mientras jugábamos al futbolín. Nos gustaba aquello, porque se llamara como se llamase siempre estaba casi vacío y eso hacía que fuera muy cómodo para echar el rato. Un día, estando en ese garito, varios de los que nos vimos el pasado jueves presenciamos en directo como entraba la policía dando voces y lo clausuraba. A nosotros nos dijeron que nos marcháramos, no teníamos nada que ver, pero no se me olvidará la pregunta inocente del camarero preguntándole al policía si él también se iba. Huelga decir que se tuvo que quedar.

Los tiempos han cambiado y ese local alberga ahora un restaurante de ambiente taurino. Nosotros también hemos cambiado y ya no vamos a echar futbolines, sino a cenar con todos nuestros niños y niñas, además de con nuestras parejas. Seguro que dentro de otros 25 años Edu, Dani, Fran, Raúl, Ignacio, Luisma, (Nacho) y un servidor seguiremos parando por allí, se llame Casa Esteban o no.

Como se puede comprobar, me pongo en plan nostálgico siempre que voy a Tomares. Eso esta vez fue más patente que nunca durante el rato que estuve por la mañana con Ana y con Julia. El caso es que al llegar a Tomares aparqué cerca del Monumento a Ricardo Torres Bombita y nos fuimos andando hacia la zona del Ayuntamiento para ver el belén, pero antes de llegar recordé que la entrada al mismo costaba algo de dinero, por lo que me desvié y tiré por la Calle Navarro Caro buscando un cajero. Al hacerlo vi en una bocacalle el cartel del Bar Hermanos Montes y recordé que me habían dicho que allí trabaja un viejo compañero de colegio (en realidad, es uno de los hermanos Montes). En ese momento no me detuve, pero decidí pararme a tomar una caña a la vuelta.

Lo de tener que sacar dinero hizo, no solo que viera el bar de Jesús Montes y se me encendiera la bombilla, sino también que diéramos un rodeo que me hizo pasar por la Plaza de la Constitución.


Hoy día la misma está en todo el meollo de Tomares, que surgió en torno a otra de las haciendas de las que hablé antes, llamada Montefuerte. En otra ocasión hablaré de ella con detenimiento, porque esta vez nos limitamos a bordearla, pasando por la mencionada Plaza de la Constitución, para llegar a la Calle La Fuente, donde está el Ayuntamiento.

Después de ver el belén, como había decidido me paré a tomar una cerveza en el bar de Jesús. Él repitió quinto de E.G.B. y eso hizo que le perdiera la pista, en los años siguientes me lo crucé en alguna ocasión, pero desde hace casi 30 años no lo había visto. Pese a esto, nada más asomar la cabeza en su minúscula tasca lo reconocí, ha perdido el pelo, pero por lo demás no ha cambiado mucho. A él le sonó mi cara, pero no me ubicó (yo iba con ventaja). Le pedí un botellín y un refresco para las niñas, y sin decirle nada salí al exterior.


Durante un rato dudé si darme a conocer, soy muy tímido para esas cosas, pero al poco salió a recoger las mesas de fuera y ya no me lo pensé dos veces. En ese momento, tras decirle mi nombre, sí me situó. Me invitó a otro botellín y durante un cuarto de hora estuvimos charlando. En su día no tuvimos mucha relación, pero sí recordaba que él era de Tomares de toda la vida, es un auténtico autóctono de los pocos que deben quedar en el pueblo, que tenía poco más de 5.500 habitantes cuando yo me fui a vivir allí de niño y que en la actualidad supera las 25.000 almas. El rato de charla con Jesús Montes en ese agradable mediodía navideño me resultó entrañable, al igual que la jornada en Tomares al completo. En 2020 volveré.



Reto Viajero MUNICIPIOS DE ANDALUCÍA
Visitado TOMARES.
En 1983 (primera visita), % de Municipios ya visitados en la Provincia de Sevilla: 1'9% (hoy día 62'9%).
En 1983 (primera visita), % de Municipios de Andalucía ya visitados: 0'2% (hoy día 20'6%).


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