29 de noviembre de 2024

CARRERA POPULAR FRAN CASTILLO 2024

La séptima edición de la Carrera Fran Castillo me dejó agotado, y no me refiero a que acabara cansado físicamente, sino al hecho de que viví con demasiados nervios su organización y su puesta en marcha, por lo que, al final, sentí alivio cuando pasó el evento. Me he quedado con pocas ganas de más movidas en mi pueblo. 


No obstante, mi participación en la prueba fue mejor de lo esperado. En primer lugar, cubrí los 5.000 metros del circuito en 21:55, lo cual no es mala marca para mí, en los tiempos que corren. Además, las sensaciones me dejaron muy buen sabor de boca, deportivamente hablando, aunque está claro que me beneficié de que conocía el recorrido al dedillo, porque entreno por él cada dos por tres. De hecho, había realizado un tirada de reconocimiento apenas unos días antes. 


De todas formas, en esta prueba, el mayor escollo para mí no tenía que ver con la orografía o con el trazado, sino con el hecho de que, al correr por Villanueva, que es donde vivo, existía el riesgo de que saliera demasiado rápido por culpa de la excitación, y acabara pagándolo. Siempre que compito delante de tantos vecinos y conocidos tengo cuidado con eso, pero a veces me he venido arriba en exceso, en ciertos momentos, y el subidón me ha pesado después. Dado que la Carrera Fran Castillo circula por caminos de la parte oeste de la localidad, y por una zona de urbanizaciones en las que no suele haber mucho público en las aceras, ese peligro es menor que en la Carrera Nocturna San Ginés, que transita por las calles del centro, pero, aun así, en la primera mitad de la carrera hay que evitar embalarse, para no sufrir al final. 

En este caso, no arranqué más fuerte de lo normal. La cosa empezó bien. Además, cuando sonó el pistoletazo inicial, yo apenas si había tenido tiempo de pensar, porque había llegado trotando un par de minutos antes a la línea de salida, tras asegurarme de que María se quedaba cortando una calle, en la que se veía que podía haber problemas de tráfico... pero de eso hablaré ahora después. Lo que cuenta, de cara a mi participación en la carrera, es que yo eché a correr sin haber tenido ocasión de ponerme nervioso.


Por primera vez, en las siete ediciones que se llevan disputadas de la Carrera Fran Castillo, la salida estuvo ubicada en la Avenida de Andalucía, que es recta, llana y ancha. Tras una curva inicial, dimos una vuelta por la zona de adosados de la parte oeste del casco urbano ariscaleño. 


Después de 1.650 metros, volvimos a la Avenida de Andalucía, pero avanzando en el sentido opuesto al inicial. Por eso, doblamos la misma curva que al principio, pero viniendo desde el lado contrario. En ese momento, la carrera iba ya totalmente abierta. Yo iba corriendo junto a otro corredor, llamado Julio Heras, al que había alcanzado. 


En compañía de Julio, recorrí de nuevo parte de la zona de adosados, y, desde allí, salimos al Camino Cerralde. Por él he entrenado cientos de veces, así como por el Camino de los Rubiales, que es el que cogimos de vuelta. Ambos se encuentran en buen estado. Corrimos por tierra unos 2.500 metros.


En el trecho que avanzamos por tierra, la distancia entre los corredores se hizo enorme. Yo terminé el 27 de la general, por lo que no me precedía ya mucha gente en ese tramo. Sin embargo, en él dejé atrás a Julio Heras, y adelanté a tres personas más, cerrando algún que otro hueco considerable. El hecho de conocer cada metro que pisaba, me permitió dosificar cuando era consciente de que el camino iba a picar arriba, así como apretar si sabía que podía contar con terreno para recuperar. En la recta de meta, me pasó como una moto un chaval joven que llevaba detrás, de esos que te recuerdan que, con los años, la velocidad se va para no volver, pero esa circunstancia no borró la sensación de que había ido bastante bien. 

En definitiva, desde el punto de vista atlético, la carrera cumplió con mis expectativas. Mi objetivo era bajar de 22:00 minutos, y lo logré. Además, disfruté de la sensación de competir por los lugares por donde tantas veces entreno. Por último, el hecho de correr en casa, posibilitó que me viera Ana en dos ocasiones, desde su puesto de voluntaria, así como María desde el suyo. También me animaron algunas caras conocidas, y vi a otros paisanos en la zona meta.

No obstante, como he dicho, acabé un poco harto de todo lo que envolvió a la cita. Desde que conocí a Fran Castillo, este se ha involucrado en la organización de un buen número de pruebas. Inicialmente, no eran en Villanueva, pero luego ya sí. En las dos primeras en mi pueblo, que también es el suyo, lo que hizo fue ayudar a la Hermandad Sacramental a poner en marcha una competición de carácter solidario. Después, en 2016, el Ayuntamiento se estrenó como responsable del desarrollo de una carrera, y en las que han venido a continuación el asesor técnico ha sido Fran. Bajo su tutela, se han disputado en Villanueva del Ariscal una milla, siete ediciones de la carrera que lleva su nombre, y dos de la de San Ginés, que se celebra en agosto. Hasta ahí, sin problema. 

Yo me llevo bien con Fran, y eso ha provocado que haya tratado de ayudarle siempre. En las primeras carreras en las que se involucró, estuve muy metido en el ajo. Luego, por motivos ajenos al atletismo, me desmarqué de la mayoría de las labores, y en los últimos tiempos lo único que he hecho ha sido correr con él, en los meses previos, para darle mi opinión acerca de los recorridos que propone, así como echar un cable el día de marras. Sin embargo, no he dejado de seguir de cerca como se iba desarrollando el montaje de las pruebas, y he comprobado que los dirigentes municipales no solo han encargado a Fran el diseño de los trazados, sino que se han implicado lo justo en lo demás. Al principio, daba la impresión de que estaban encima en mayor medida, pero el tema ha ido a peor. Curiosamente, en mayo de 2023 hubo elecciones, y cambió el partido que gobierna el pueblo, con la cosa de que el nuevo concejal de deportes es hermano de Fran. Gracias a esto, yo creo que se ha empezado a celebrar la Carrera Nocturna San Ginés, pero, a nivel de compromiso, el asunto no se ha resuelto. Yo no se donde está el quid de la cuestión, pero creo que, con un poco de interés, se podría resolver el gran problema, que es que no hay una cabeza visible en el Ayuntamiento, que esté al frente de la organización de la cita. Casi todo lo que se hace recae en Fran, y él no tiene capacidad ni medios para poner en marcha solo un evento de ese calibre. Con el resto de las labores necesarias, digamos que se salvan los muebles, pero la mañana o la tarde de la competición, que es el momento en el que hace más falta un responsable acreditado, es cuando queda patente el desbarajuste, de cara a cortar las calles y a coordinar los voluntarios. Además, muchos de los vecinos ni siquiera saben que una carrera va a pasar por la puerta de su casa, por lo que cuentan con salir, coger el coche y hacer vida normal, y los conflictos no tardan en surgir. En semejante follón, la policía municipal a duras penas hace lo indispensable, el técnico del Ayuntamiento, que debería ser el que liderara el cotarro in situ, se pone de perfil, el delegado de deportes va a remolque, y es Fran, que, aunque sea amigo mío, no se caracteriza por su capacidad de gestión, el que se preocupa de que se cierre el circuito y de que se distribuyan por él los voluntarios, para que no se pierdan los corredores, ni los atropellen. La consecuencia es que, desde dentro, la sensación es de improvisación absoluta.

El caso es que, en la carrera nocturna del pasado mes de agosto, fue tal el caos, que, de cara a esta nueva cita, Fran decidió manejarse de otra forma, obviando al consistorio municipal, que seguía a verlas venir. Su solución fue hacer, con bastante antelación, un grupo de Whatsapp, mediante el cual lo voluntarios pudiéramos comunicarnos. La idea fue buena, pero yo creo que el resultado ha sido peor. Durante meses, el grupo ha echado humo, con temas más o menos relacionados, pero sin que se llegara a concretar nada. A través de él, Fran ha convocado a la gente para enseñarle el recorrido mil veces, cuando eso no hace demasiada falta (los voluntarios tienen que tener claro en qué lugar ponerse y qué hacer, no hasta donde van a correr los atletas), y, en cambio, no ha habido manera de que se coordinaran oficialmente las labores de organización la mañana de la prueba, ni aun sabiendo que este año, encima, a Fran lo operaban una semana antes, por lo que no iba a poder casi ni moverse. Se ha pedido una reunión con los responsables municipales hasta la saciedad, pero ha sido inútil. A tres o cuatro días del evento, daba la sensación de que había mil cosas en el limbo, como siempre.

Finalmente, Rafa Rodríguez, que es un vecino aficionado a correr, pero que no pasa de ser otro simple amigo de Fran, fue el que cogió el toro por los cuernos, elaboró un trabajado plan de organización de la gente, y se encargó de dirigir las labores de corte de calles y de reparto de los voluntarios el día de la carrera. Mientras, los responsables del Ayuntamiento daban vueltas por allí, abriendo mesas y transportando bolsas, como si del mundo al revés se tratase. El alcalde, incluso, participó como atleta. La policía también estaba, pero yo no la vi. Fue un poco de vergüenza.

En mi caso, Rafa me había asignado una zona, para que yo coordinase en ella a un grupo de voluntarios. Gracias a la planificación que él había hecho, yo sabía qué puntos tenían que ser cortados en ese sector, e informé con antelación a María, a Ana, y a otras personas, de manera que fue sencillo que se colocaran bien. En él último momento, vi que el cruce en el que había ubicado a Ana iba a ser un sitio conflictivo, ya que no paraban de querer pasar coches por allí, y la cambié por María, que al menos es adulta. Debido a todas esas labores, casi no llegué a tiempo de ponerme en la línea de salida.

Aparte, otros dos voluntarios se encargaron de dar los dorsales. También, delante de los corredores fueron varios ciclistas, que asumieron la responsabilidad, por amor al arte, de que la cabeza no se equivocara de camino, y, de nuevo, desde fuera todo se vio bien. 

Hay que quitarse el sombrero por los que colaboraron. Sin embargo, yo volví a presenciar como el evento se desarrollaba pasando por encima de la improvisación y de la falta de control, sin que nadie del Ayuntamiento, que supuestamente es el organizador de la competición, hiciera nada. Gracias al consistorio, la bolsa de regalos fue notable, hay que decirlo, pero lo demás funcionó por Fran, por Rafa, que, a pesar de su humildad, fue clave en el éxito de la carrera, así como por la autogestión de los voluntarios. Ver eso, una vez más, es lo que me quemó. Ya veremos si se me quita el hartazgo en el futuro, por no hablar de que habrá que hilar fino con temas como la promoción de la cita, porque se compite con pruebas de mucho tirón, y la participación de este año ha sido la segunda menor de las siete ediciones disputadas, casi igualando a la del invierno en el que aún coleaba la pandemia.


Por no acabar el post de esta manera, voy a añadir que, por mi parte, tras llegar a meta y comprobar que AnaMaría se encontraban bien (ellas siguieron en sus respectivos puestos hasta el final de las carreras de los niños), me fui, no muy lejos, a desayunar con Raúl y con Ana, que son dos amigos que vinieron a participar en la prueba. Sentado con ellos en el Café Bar Eulogio, esperé a que terminaran las competiciones de los chavales, sin tener ya demasiadas ganas de echarle más cuenta al evento. Como digo, espero que la próxima vez que se celebre alguna cita atlética en Villanueva, yo haya recuperado la motivación por ser parte de ella.


Reto Atlético 1.002 CARRERAS
Carreras completadas: 258.
% del Total de Carreras a completar: 25'7%.

Reto Atlético PROVINCIA DE SEVILLA 105 CARRERAS
Completada Carrera en VILLANUEVA DEL ARISCAL.
En 2012 (año de la primera carrera corrida en Villanueva del Ariscal), % de Municipios de la Provincia de Sevilla en los que había corrido una Carrera: 19% (hoy día 37'1%).


15 de noviembre de 2024

ALMONTE 2024 (VISITA DE NOVIEMBRE)

En el séptimo post que escribo sobre el municipio de Almonte, por fin puedo hablar de su capital, que se llama igual. Hasta ahora, solo le había prestado atención a las dos pedanías de dicho municipio. En efecto, a la aldea de El Rocío le había dedicado un artículo, y a Matalascañas otros cinco, nada menos. El pasado domingo, de manera improvisada surgió la posibilidad de dar un paseo por el pueblo de Almonte, y después de muchos años logré poner mis pies en esa emblemática población. Es el momento de brindarle unas palabras.


El caso es que, el sábado 9 de noviembre María hizo la primera prueba de la oposición que empezó a preparar hace varios meses, y la aprobó, lo que implica que podrá ir al segundo ejercicio. La alegría y el alivio por haber pasado fase fueron tremendos. Dada la importancia del examen, la tensión que ella está soportando es brutal, y yo reconozco que también estoy nervioso. El esfuerzo lo está haciendo María, pero yo, aparte de cubrir el tiempo que echa estudiando, no puedo evitar acompañarla en el sentimiento. En vista de eso, tras el sábado agotador que vivimos, el domingo por la mañana, dado que las noticias habían sido buenas, al levantarnos de la cama los dos sentimos la necesidad de coger carretera y manta. Sobre la marcha, decidimos ir a disfrutar de una jornada de sol playero otoñal. 


Como siempre que se nos ocurre ir a la playa de una forma poco planificada, optamos por ir a Matalascañas, pero esta vez pensamos en explorar un nuevo recorrido. Lo normal para nosotros es ir por la autovía A-49, hasta la altura de Bollullos Par del Condado, y luego coger la A-483, que conduce a la costa. Sin embargo, hay una ruta alternativa, menos rápida, pero más bonita, que lleva hasta la localidad de Almonte por la A-747. La misma pasa por Bollullos de la Mitación, que está cerca de Villanueva del Ariscal. En nuestro caso, enganchamos esa carretera allí. En realidad, tanto la A-483, como la A-474, bordean Almonte, pero, por el camino habitual uno va lanzado en dirección al mar por una amplia y recta vía, que provoca que parezca absurdo entrar en el pueblo. El domingo, en cambio, yendo por la A-474, después una hora atravesando olivares y pinares, ignorando el reloj y el ritmo, hacer una parada en Almonte nos pareció una idea magnífica.


El término de Almonte es el decimonoveno más extenso de España. Dado que hay 8.132 municipios en nuestro país, no es una locura decir que Almonte pertenece a la élite, en lo que a superficie se refiere. Aparte, lo habitan unas 25.000 personas, lo que lo convierte en el tercero más poblado de la provincia de Huelva. De ellas, unas 2.700 viven en Matalascañas, otras 1.700 están censadas en El Rocío, y, por último, 21.200, aproximadamente, residen en la capital municipal, que tiene una entidad considerable. En esta, el lugar central, tanto simbólico, como físico, lo ocupa la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.


Se podría pensar que, en Almonte, cuyo término municipal acoge el destino de la que dicen que es la romería más multitudinaria del mundo, es decir, de la Romería de El Rocío, todo debería girar en torno a esta virgen. Sin embargo, no es así. Es verdad que la plaza principal del pueblo se denomina Plaza de la Virgen del Rocío...



... y que en ella está el Monumento a la Virgen del Rocío...


... pero, sin embargo, la iglesia más importante de la localidad está dedicada a la Virgen de la Asunción. Nosotros pudimos entrar a verla, porque coincidimos con el final de la misa de 12 del domingo.


Por tanto, no hay que confundirse. La Virgen del Rocío está siempre en El Rocío, y solo la llevan desde allí hasta Almonte en agosto, cada siete años. En la capital municipal permanece 9 meses, y regresa a su ermita antes de que llegue la fecha de su romería anual.

Además del de la Virgen del Rocío, por las calles de Almonte se reparten otros cuantos monumentos. Para mí, tampoco era el momento de ir a verlos todos, pero, en el paseo que nos dimos, sí nos encontramos con el original Monumento al Lince, que está en la Calle Niebla. Es obra del escultor bilbilitano Luis Moreno Cutando.


He dicho que la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es el centro neurálgico de Almonte, y esto es muy palpable si uno llega desde el este por la A-474, porque esta carretera prácticamente sigue una línea recta en sus últimos kilómetros, mientras se acerca al pueblo, y al convertirse en vía urbana continúa siendo rectilínea, hasta que alcanza la Plaza de la Virgen del Rocío, que se encuentra situada en el meollo de la población, y que alberga la iglesia. Eso sí, todo ese segmento urbano tiene dos tramos bien diferenciados. En el primero, la calle está asfaltada y se denomina Calle Padre José Antonio Domínguez Bejarano.


No obstante, a partir del ensanchamiento de la Plaza de España, hasta la Plaza de la Virgen del Rocío la vía pasa a llamarse Calle El Cerro, y está adoquinada.


Nosotros aparcamos en la Calle Padre José Antonio Domínguez Bejarano, al poco de entrar en el pueblo. Desde allí, nos dimos un buen paseo, contemplando lo arreglado que se conserva el centro almonteño. En él, las calles tienen un aspecto típicamente andaluz, ya que están flanqueadas por casas de una planta, con la fachada encalada y el zócalo de piedra o de ladrillo. 


Después de la paradita para tomar el aperitivo en La Martina Vinos & Tapas, regresamos al coche y reanudamos la ruta hacia nuestro destino, que era Matalascañas. Allí, aparcamos en el Sector C o Cerceta, donde ya había estado un par de veces. La bajada a la playa en esa zona, cuando no hay apenas gente en la arena, me encanta.


La principal novedad de esta visita a Matalascañas fue, que nos pegamos una larga caminata por la Playa de Matalascañas, hasta que llegamos a la altura de Caño Guerrero. La vuelta, la hicimos por el Paseo Marítimo, partiendo del ensanchamiento que abarca todo el frente costero del Sector P, y que ejerce de epicentro de Caño Guerrero. Desde allí, regresamos al tramo del Paseo que pertenece al Sector C, pasando por los trozos que son parte de los sectores N (Nutria), M (Malvasía) y D (Dehesa de las Marismas). 


El Paseo Marítimo de Matalascañas es muy estrecho y a mí no me gusta mucho, pero la playa a la que se asoma es una maravilla.



Aparte, en Caño Guerrero lo que hicimos fue comer como está mandado. El restaurante se encontraba muy cerca del otro al que fui en octubre.


Aquel me agradó, pero esta vez decidimos cambiar, y nos sentamos en el Restaurante Panseco. Yo no soy muy de pescado frito, pero María sí, así que pensé que el sitio para pedirlo era ese, y que era el día perfecto para que se diera el gustazo. Por eso, además de una rica ensalada, pedimos una fritura variada. No nos arrepentimos.


La jornada en Matalascañas en esta ocasión tuvo el valor añadido de que me pasé también, por primera vez, por la capital de su municipio. A la localidad costera está claro que volveré, más pronto que tarde. A Almonte, por su parte, le rendiré otra visita cuando pueda, pero, al menos, ya tengo una idea aproximada de como es.


Reto Viajero MUNICIPIOS DE ANDALUCÍA
Visitado ALMONTE.
En 1994 (primera visita incompleta), % de Municipios ya visitados en la Provincia de Huelva: 2'5% (hoy día, confirmada ya esta visita, 30'4%).
En 1994 (primera visita incompleta), % de Municipios de Andalucía ya visitados: 1'5% (hoy día, confirmada ya esta visita, 22'2%).


11 de noviembre de 2024

MEDIO MARATÓN 21K CIUDAD DE HUELVA 2024

En enero, vi que se iba a celebrar en marzo, en Huelva, la segunda edición de una de esas medias maratones organizadas a lo grande en ciudades de una cierta entidad, que tanto me gustan. En vista de eso, me apunté. Sin embargo, a menos de una semana del día señalado, la carrera se suspendió por desavenencias entre los responsables municipales y la policía local. El tema fue un poco lamentable, pero me devolvieron el dinero con presteza, y nadie está libre de que se le compliquen las cosas en el último momento, incluso las importantes, así que no quedó en mí ningún poso de rencor por la repentina cancelación del evento. Por ello, cuando vi, hace un mes, que estaba previsto que la prueba se disputara finalmente el 3 de noviembre, me inscribí de nuevo sin dudarlo.


Yo no era consciente, pero en Huelva ya se celebraba una media maratón desde 2014. Sin embargo, no estaba homologada, a su circuito se le daban dos vueltas, no acababa ni empezaba en el centro onubense, y, desde luego, no era objeto de una campaña de marketing demasiado potente. En 2023, en el Ayuntamiento de Huelva, que era el organizador de la prueba, pensaron que la ciudad tenía que contar con una carrera de 21 kilómetros de primer nivel, pero, en lugar de impulsar la que existía, la defenestraron y empezaron de cero. Esa conducta no se entiende muy bien, en mi opinión, puesto que todo lo que se ha cambiado se podría haber hecho igual, sin enterrar las nueve ediciones anteriores, pero me parece que los actuales responsables del consistorio han querido ponerse la medalla de ser los creadores del gran evento. O subyace algo que yo desconozco. El caso es que, quizás algún día se fusionen las historias de la antigua y de la nueva cita, pero, de momento, lo que yo disputé el pasado domingo fue la segunda Media Maratón 21K Ciudad de Huelva.


En cualquier caso, por lo que a mí respecta, al enterarme, en su día, de la existencia de la media, enseguida me entraron ganas de disputarla, sobre todo por la buena pinta que tenía su circuito, ya que no solo estaba homologado, sino que recorría por completo la ciudad. Cuando las mayores avenidas de una población se ponen a disposición de una carrera, queda claro, desde el primer momento, que la misma cuenta con recursos y con apoyos, y en los 21K Ciudad de Huelva eso sucedió, hasta el punto de que se usó la principal calle del centro de Huelva como pista de salida y como recta de llegada. De hecho, el arco se colocó delante del edificio del Ayuntamiento.


En definitiva, la Media Maratón 21K Ciudad de Huelva se veía que iba a estar bien organizada, y a mí no me decepcionó en ningún sentido. Aparte, Huelva es una ciudad bastante llana, por lo que es un lugar agradable para correr.

Por lo que respecta a mi experiencia, yo no quería líos. Por ello, me fui con mucha antelación, por si me encontraba con imprevistos. Dado que tenía que conducir una hora, y que pretendía encontrar aparcamiento cerca de la salida sin conocer la ciudad, me puse en marcha temprano, con la idea de tener margen. Al final, no hubo percances, por lo que llegué muy pronto. Gracias a eso, disfruté de los prolegómenos, pude darme un paseo, e incluso tuve tiempo de desayunar relajadamente. Esta vez no apuré tanto como en otras ocasiones, me arranqué antes de casa, y lo acabé agradeciendo bastante. Mi intención original era ir a Huelva con la familia y alargar la estancia allí, aprovechando el día. Ese plan lo tuve que suspender, pero, aun así, eché una agradable mañana.

Por otro lado, la carrera tampoco me fue mal, partiendo de la base de que mi objetivo era, simplemente, mejorar el tiempo de la última media maratón que había corrido, que fue la de Ibiza en abril. Aquel día, paré el crono en 1h38:27. El bajón físico que pegué en 2022 ya está asumido, por lo que solo aspiraba a no superar esa marca, y lo logré... por cuatro segundos. 


Tras el confinamiento, todavía corrí una media maratón en 1h33, pero después la cuesta abajo parecía no tener fin. Así, mis siguientes carreras de 21.097 metros las cubrí, sucesivamente, en 1h34, 1h35, 1h36 y 1h38. En Huelva, lo único quería era detener un poco la caída. Al parar el crono en 1h38:23 lo conseguí, aunque fuera por los pelos.

Lo cierto es que fui cómodo durante la primera mitad de la prueba, entre otras cosas porque fue plana. En efecto, hasta el kilómetro 7 no recuerdo que hubiera apenas desnivel, ni ascendente ni descendente. No es raro, por tanto, que me encajara en un ritmo muy estable, y que fuera clavando los miles a 4:32, segundo arriba, segundo abajo. A pesar del rictus de mi cara, en ese tramo fui relativamente a gusto.


Luego, entre el kilómetro 7 y el 10'5, aproximadamente, subimos un par de tachuelas, pero el perfil fue bondadoso a más no poder hasta el ecuador de la carrera. 


No obstante, a mí los kilómetros 9 y 10 se me atragantaron. Por eso, marqué 46:11 al paso por el 10.000. Había ido a 4:37 de media, y marchaba en el puesto 204. 

A partir de ese punto, el trazado se endureció. Así, desde los 10.300 hasta los 16.600 metros, ascendimos cuatro rampas importantes. Dos fueron bastante largas. También fueron tendidas, pero corrimos mucho rato picando arriba. Además, después del tramo en pendiente de mayor longitud, tras un descansillo, sufrimos una subida muy brusca. Fueron 500 metros, casi llegando ya al kilómetro 17, que hicieron mella. Por suerte, desde ahí hasta la meta fue todo cuesta abajo. De hecho, el final de esta media resultó ser de los más agradecidos que recuerdo. 

En total, hice los últimos 11.097 metros en 52:12, avanzando a 4:42. Sin embargo, creo mi ritmo fue más lento en el segundo tercio de la carrera, y, en cambio, pude maquillar la media en los postreros 4.000 metros. El caso es que acabé con buen sabor de boca.


Lo curioso es que acabé en el puesto 204, es decir, en el mismo en el que iba en el kilómetro 10. En la segunda parte de la carrera pasé a gente, y también me adelantaron corredores, pero se ve que hubo un equilibrio sorprendente. Entraron en meta 722 personas.

Para finalizar, como se puede comprobar en la foto superior, terminé con el dorsal en la mano. No se si fue el material del que estaba hecho, o la camiseta que me puse, pero el trozo de papel se desgarró al mojarse con el sudor, de una manera que nunca me había pasado. El incidente no tuvo mayor importancia. 

En resumen, me gustó la Media Maratón 21k Ciudad de Huelva. Es de las carreras por las que merece la pena desplazarse unos cuantos kilómetros. Si todo va bien, en años venideros llevaré a cabo el plan que tenía previsto el otro día, y, además de disputar la prueba, ya con conocimiento de cómo es, echaré en Huelva el resto de la jornada, cosa que me apetece mucho.


Reto Atlético 1.002 CARRERAS
Carreras completadas: 257.
% del Total de Carreras a completar: 25'6%.

Reto Atlético 102 MEDIAS
Medias Maratones completadas: 45.
% del Total de Medias Maratones a completar: 44'1%.

Reto MEDIAS DE ESPAÑA Y PORTUGAL
Completado Media Maratón en la PROVINCIA DE HUELVA.
En 2024, % de Provincias en las que he corrido una Media: 26'4%.


7 de noviembre de 2024

HUELVA 2024

Hasta ahora, solo había estado a Huelva en dos ocasiones. Quizás, esto sería normal si viviera en otro sitio, pero mi casa se encuentra a 80 kilómetros de la capital onubense. No se tarda ni una hora, por lo que es evidente que no he ido más veces porque, inconscientemente, ir no ha sido una prioridad para mí. La razón que subyace es que se trata de una población que queda eclipsada por una serie de ciudades andaluzas que tienen, a priori, un mayor número de cosas que ofrecer, y también por un montón de enclaves de su propia provincia, que son una maravilla. Oculta por el brillo de todos esos lugares, y situada en un emplazamiento un poco escondido, Huelva intenta sacar la cabeza como puede. 

Mimbres para destacar no deberían faltarle a Huelva, porque no es una ciudad poco poblada. Así, en España ocupa el puesto 29, de un total de 52, en el ranking de capitales de provincia con más habitantes. Quizás, su problema es que ha llegado a ser la capital provincial con menor renta per cápita de nuestro país. El dato es de 2017, por lo que puede que su posición haya mejorado. Además, pobreza y escaso interés no tienen por qué ir de la mano, pero es innegable que la falta de dinero no ayuda a que los lugares sean vistosos. Sin embargo, hay que tratar de eliminar los prejuicios, porque sé que en Huelva hay sitios atractivos por descubrir. De hecho, con esa mentalidad, en 2005 decidí pasar allí un fin de semana largo. Efectivamente, de las dos veces que he visitado la localidad, en una me limité a ir al fútbol, pero en la otra pasé tres noches en un hotel. Pese a esto, no recuerdo gran cosa, por lo que me voy a centrar en el presente... y este está relacionado con la segunda edición de los 21K Ciudad de Huelva. A esta media maratón le voy a dedicar un post aparte, por lo que ahora solo voy a decir que me sirvió de pretexto para ir a Huelva, y para darme una vuelta por su zona emblemática.





El caso es que la Media Maratón 21K Ciudad de Huelva se disputó el pasado domingo por las calles de la capital onubense. Aparte de las motivaciones deportivas, el hecho de que su comienzo y de que su final estuvieran situados en la Plaza de la Constitución, es decir, en pleno centro, ayudó a que me entraran ganas de apuntarme y de ir para allá. Me apetecía regresar a Huelva, y encontré la excusa ideal para hacerlo.


Como tenía que recoger el dorsal, me fui bastante temprano. Esa es la razón de que salga tan poca gente en las fotos. Gracias a eso, también pude darme un paseo y desayunar, antes de que llegara la hora de prepararme para correr. Para aparcar, no me metí en la boca del lobo, sino que dejé el coche en los alrededores de la zona céntrica. En concreto, encontré un cómodo aparcamiento en la Avenida de Italia


Allí, pude comprobar hasta que punto Huelva tiene una configuración urbana peculiar. En efecto, se trata de una ciudad que está cerca del mar, pero que no se encuentra en primera línea. Realmente, se ubica en la Ría de Huelva, que es el estuario que forman las desembocaduras de los ríos Tinto y Odiel


Por eso, por un lado Huelva se asoma directamente al Río Odiel, y por los demás está rodeada de tierras que no son edificables, en teoría, ya que, sobre todo por el sur, tienen pinta de ser inundables. Así, si las localidades con mar suelen tener edificios hasta que se topan con la costa, Huelva también tiene un frente meridional similar, pero más allá no hay agua, sino una zona que, en su día, fue una marisma que se desecó, y en la que ahora hay un área industrial y un polígono, entre otras cosas. Sin embargo, con buen criterio, ese terreno no se ha petado, ni se han construido viviendas en él, por lo que la ciudad llega hasta una serie de calles, que se abren a un amplio espacio vacío. Una de ellas es la Avenida de Italia


No obstante, a pesar de que parece que la Avenida de Italia está en los confines de Huelva, lo cierto es que, en el lugar donde confluye con la Alameda Sundheim y con la Avenida Martín Alonso Pinzón, es donde se encuentra el principal acceso al centro de Huelva.


Ese sitio de confluencia se denomina Plaza del Punto. A esta se asoma la célebre Casa Colón, que es, probablemente, el edificio más señero de Huelva. El mismo fue inaugurado en 1883, bajo el auspicio de los gerifaltes de la Rio Tinto Company, para albergar un hotel de lujo. Desde entonces, ha tenido diferentes usos, y en la actualidad se utiliza como palacio de exposiciones y congresos. Cuando vea el inmueble por dentro, hablaré de él con detenimiento.


Junto a la Casa Colón, se inauguró en 2011 el Monumento a la Virgen del Rocío. Es obra de Elías Rodríguez Picón. El mismo rinde un homenaje muy explícito a la Romería de El Rocío, que es uno de los ejes de la vida religiosa, cultural, turística y económica onubense.


La Plaza del Punto es el principal acceso al meollo de Huelva, porque parten de ella la Avenida Martín Alonso Pinzón, que es su columna vertebral, así como la Calle Berdigón, que es uno de los centros neurálgicos de la vida comercial de la ciudad. 


Cuando yo recorrí paseando esta última, estaba todo cerrado, pero me gustó verla así, vacía y sin gente. Además, yo lo que quería era desayunar, y un bar abierto sí encontré. 


Se llamaba Cafetería OhLaLá, y, en principio, el sitio no prometía, porque OhLaLá es una franquicia, que cuenta con más de 40 negocios por toda España, pero luego resultó que me pusieron un tomate muy rico con el pan, y que el café estaba bastante bueno.


Además, la camarera fue un encanto, estuve a gusto, y pagué 2'70 euros por la media tostada y el café, que no es poco, pero que tampoco es una locura. Yo me fui muy contento. 

Por desgracia, no me pude dar un paseo demasiado largo. Yo había ido a correr una media maratón, por lo que, ni tenía mucho tiempo, ni era el día para que me diera grandes caminatas. Pese a esto, andando por la Calle Martín Alonso Pinzón dejé atrás la Plaza de la Constitución, y llegué hasta la Plaza de las Monjas. Allí vi el Monumento a Colón, que también es obra de Elías Rodríguez Picón, y que se inauguró el mismo año que el otro. En consecuencia, le eché un ojo a las calles más destacadas de Huelva.

Tras la carrera, aunque estaba muy cansado, todavía tuve cuerpo para detenerme unos minutos en la Avenida de Sundheim, y disfrutar del hecho de verla cerrada al tráfico. Luego, ya sí fui a por el coche, pero me he quedado con ganas de regresar a Huelva a hacer verdadero turismo, como hice en 2005, pero ahora prestando un poco más de atención.



Reto Viajero POBLACIONES ESENCIALES DE ESPAÑA
Visitado HUELVA.
En 1996 (primera visita), % de Poblaciones Esenciales ya visitadas en la Provincia de Huelva: 66'6% (hoy día 100%).
En 1996 (primera visita), % de Poblaciones Esenciales de España ya visitadas: 11'3% (hoy día 36'5%).

Reto Viajero MUNICIPIOS DE ANDALUCÍA
Visitado HUELVA.
En 1996 (primera visita), % de Municipios ya visitados en la Provincia de Huelva: 3'8% (hoy día 30'4%).
En 1996 (primera visita), % de Municipios de Andalucía ya visitados: 2'4% (hoy día 22'2%).