31 de julio de 2019

EL BOSQUE 2019 (VISITA DE JULIO)

Siempre he pensado que los lugares es bueno verlos en diferentes épocas del año, ya que el clima marca los ritmos en todos lados y provoca que los ambientes cambien. Yo normalmente no estoy en condiciones de ponerme exquisito con respecto a esto, voy a ver los sitios cuando puedo y casi nunca tengo la oportunidad de volver en otras fechas. En El Bosque, sin embargo, sin proponérmelo he estado en tres estaciones diferentes desde que escribo en este blog: en 2016 estuve en diciembre, este año regresé en abril y ahora he vuelto por tercera vez. Dado que se trata de un enclave serrano, es en apariencia el verano el peor momento del año para dejarse caer por él, pero la pasada semana estuve en la población dos veces y pude comprobar en ambas ocasiones que, pese a que en teoría lo que pega es pasear por sus calles en un día frío, en julio el pueblo está mucho más animado.

En efecto, la semana pasada estuve en El Bosque dos veces, ya que Ana ha estado allí de campamento. Como aún no estoy de vacaciones me pedí el día en el trabajo para poder ir con María a llevarla y gracias a eso echamos una magnífica jornada de domingo en el pueblo, en principio no iba a poder volver a recogerla al finalizar el campamento, pero por una serie de circunstancias el viernes me vi de nuevo en El Bosque, pese a que yo venía de viaje y a que, además, trabajaba el sábado a las 10 de la mañana en Sevilla y no iba a poder quedarme a la recogida de Ana a mediodía. En cualquier caso, al final todo se apretó incluso más y acabé madrugando, no para estar currando en Sevilla a las 10, sino para estar allí a las 7 cogiendo un AVE a Madrid. Por desgracia surgió sobre la marcha un problema grave y tuve que cambiar los planes de manera radical, pero al menos la noche del viernes sí la pasé en El Bosque y pude duplicar la visita estival de este 2019 a la villa gaditana.

El referido campamento de Ana tuvo lugar en el Albergue Inturjoven. Yo ya hablé de él en el post que escribí en 2016, debido a que fue donde pernoctamos en aquella ocasión. Entonces estuvimos dos noches, la segunda de ellas completamente solos. Sin embargo, en verano he visto la instalación rebosante de vida, el contraste ha sido total, puesto que el cupo de niños y niñas inscritos al campamento se ha cubierto y estaba a tope. Aún así, a los peques no los instalan en el edificio donde nosotros dormimos, sino en unas tiendas de campaña que montan en una explanada que hay más allá. Esa parte no la conocía y ahora he podido verla.


El domingo después de dejar a Ana a buen recaudo llegó el momento de aprovechar el viaje para disfrutar de un día de relax. Finalmente no comimos en El Bosque, pero sí pasamos allí lo que quedaba de mañana. Gracias a eso pude ver por primera vez la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe por dentro. Esa fue la principal novedad de esta visita, tras haber entrado en ese templo creo que he conocido ya todos los enclaves interesantes que ofrece la población.



Gracias a que echamos en El Bosque un largo rato muy relajado pude también volver a recorrer las principales calles del centro, que son bastante atractivas.



Muy bonita estaba la Calle Huelva con su recodo, así como las calles que tiene hacia el norte, que son las más pintorescas. Destaca por encima de todas el Callejón de la Fragua, con su fuente de agua, en la cual nos refrescamos.


La citada Calle Huelva va a dar por el sur a la Plaza de la Constitución, que en gran parte estaba en obras, aunque la atravesamos para llegar a la Iglesia. La zona peatonal de esta plaza, a la que da el edificio del Ayuntamiento, estaba en cambio intacta.


Era domingo y, como dije al principio, había bastante animación en varios puntos del centro. Nosotros nos detuvimos a tomar unas cañas en el Bar El Cañino, la tasca con menos ínfulas que uno pueda encontrase, tan pocas que cuando pides cerveza te dan directamente litronas y vasos. Fue curioso. Con independencia de esto, el bar tiene muchas mesas repartidas por la encantadora Plaza de San Antonio, por lo que fue el lugar perfecto para echar un rato agradable.



Nosotros a primera hora, antes de dejar a Ana, habíamos desayunado en el Bar Majaceite, que está junto al Albergue y que era un viejo conocido, ya que en 2016 almorzamos allí.



Su terraza para comer está bien, y desayunar en ella es igualmente un lujo.

Cuando me fui de El Bosque el domingo lo hice pensando que el fin de semana siguiente no iba a regresar, pero es bien sabido que el hombre propone, pero que es Dios el que dispone (según el dicho), por lo que el viernes me vi volviendo al pueblo por la tarde, como he comentado más arriba, esta vez para pernoctar allí. Ningún problema, yo trabajaba al día siguiente, pero surgió un plan atractivo y reservamos a través de Airbnb un alojamiento para dormir. Poco después el plan atractivo se chafó (nos quedamos María y yo solos con Julia, algo que no está ni mucho menos mal, pero que no era lo previsto) y, para colmo, me avisaron con urgencia de un problema grave de salud de mi padre, por lo que tuve que salir escopetado hacia Madrid en la madrugada del sábado.

Han pasado unos cuantos días de eso y el momento crítico se salvó, por lo que ahora lo que recuerdo de esas horas que pasé en El Bosque, con el corazón en un puño, es que la población, con su delicioso ambiente de noche de verano, me ayudó a aguantar el envite con serenidad. De nuevo dimos un paseo por las calles más céntricas, ya sin sol, y en esta ocasión nos sentamos en la terraza del Mesón El Duque, donde disfrutamos de una cena que para mí fue un bálsamo.


La vistas desde la ventana del pequeño apartamento que alquilamos también me ensancharon los pulmones al máximo.


Al día siguiente pude llegar a tiempo a coger el tren a Sevilla y antes de las 10 de la mañana ya estaba en Madrid. La jornada fue larga, en general lo fueron todas las que siguieron, pero ello no empaña los dos buenos ratos que eché en El Bosque disfrutando de su versión veraniega.


Reto Viajero MUNICIPIOS DE ANDALUCÍA
Visitado EL BOSQUE.
En 2008 (primera visita real), % de Municipios ya visitados en la Provincia de Cádiz: 38'6% (hoy día 54'6%).
En 2008 (primera visita real), % de Municipios de Andalucía ya visitados: 14% (hoy día 20'2%).


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